Madelaine González, la estrella en ascenso de Hollywood y hermana del famoso futbolista Pedri González, se muda a Barcelona. Allí conocerá a Pablo Gavi, la joven promesa del Barça y mejor amigo de su hermano.
¿Qué pasará cuando Madelaine intente ad...
Can you kiss me more? We're so young, boy We ain't got nothin' to lose, oh, oh —Kiss me more
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Junio 2022
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William: Chicos, mañana es el gran día. Maddy llega al aeropuerto a las 10. Gavi dale un abrazo dramático. Madelaine, lánzate a él como en esas películas románticas. Después, un beso largo y convincente. Las cámaras estarán listas.
Maddy:🤣 ¿En serio haremos eso? ¿No te parece un poco cliché?
Pablo: ¡Va a ser genial! Maddy, te prometo que el beso será digno de un Oscar.
William: Necesitamos que sea dramático. Esto va a ser noticia mañana.
Maddy:Eso espero, Pablito.
Pablo: No te preocupes, cariño. Estoy listo para sorprenderte 😏
William: Bien, chicos, no olviden que somos la pareja del momento. Nos vemos en el aeropuerto mañana.
Maddy: ¿Somos? 🙄
Barcelona El día finalmente llegó. Después de casi un mes de promoción, Maddy abordó un avión de vuelta a Barcelona
Desde que su avión tocó tierra, su corazón latía con fuerza, anticipando el momento de reunirse con Pablo.
Pedri, había insistido en conducirlos personalmente.
Observó a Pablo impacientemente mientras miraba hacia las puertas de llegada, nervioso y ansioso por ver a Maddy. Era evidente para Pedri cuánto significaba ella para su amigo, incluso más allá de la fachada pública que mantenían.
Finalmente, las puertas se abrieron y Maddy apareció, seguida de cerca por William y seguida aún más de cerca por las cámaras de los paparazzi que habían sido convocados para capturar este momento "romántico".
Maddy corrió hacia Pablo, quien la esperaba con los brazos abiertos. Se lanzó hacia él como un koala, sintiendo el alivio y la emoción de volver a estar cerca. Pablo la recibió con una sonrisa radiante y la cargó en el aire.
El abrazo fue intenso, como si estuvieran fusionándose en uno solo. Maddy envolvió sus brazos alrededor del cuello de Pablo, enterrando su rostro en su hombro mientras inhalaba su aroma familiar.
Pablo la bajó lentamente al suelo, pero sus manos permanecieron en sus caderas, sosteniéndola firmemente. Sus miradas se encontraron y el mundo se detuvo. En ese momento, solo existían ellos dos.
Maddy pudo ver el amor y la felicidad brillando en los ojos de Pablo. Era como si cada vez que se encontraban, el amor que sentían el uno por el otro se profundizara aún más.
