Madelaine González, la estrella en ascenso de Hollywood y hermana del famoso futbolista Pedri González, se muda a Barcelona. Allí conocerá a Pablo Gavi, la joven promesa del Barça y mejor amigo de su hermano.
¿Qué pasará cuando Madelaine intente ad...
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Mayo 2022 Barcelona
Maddy sostenía el boleto de avión con manos temblorosas. Estaba a punto de emprender un viaje de regreso a los Estados Unidos para promocionar la cuarta temporada de "Stranger Things". La serie había catapultado su carrera a nuevas alturas, y la promoción era una parte crucial de su contrato. Aunque estaba emocionada por ver a sus compañeros de reparto y participar en eventos de alto perfil, la idea de dejar atrás su vida en Barcelona, aunque fuera temporalmente, la llenaba de un extraño vacío.
En su rostro se dibujaba una sonrisa triste mientras miraba a Gavi, quien trataba de mantener la compostura.
Pablo se acercó a Maddy con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. —Te voy a extrañar mucho, Maddy— dijo, abrazándola con fuerza. Sentía su corazón latir rápido contra su pecho y trató de grabar ese momento en su memoria.
—Yo también te voy a extrañar, Pablo— respondió ella. Se separaron, pero sus manos permanecieron unidas por unos segundos más.
Pedri se acercó y le dio un fuerte abrazo a su hermana —Cuídate mucho, ¿vale? Y no te olvides de llamarnos cuando llegues—
—Lo haré— dijo Maddy, devolviéndole el abrazo.
El altavoz anunció que el vuelo de Maddy comenzaría a abordar en pocos minutos.
Ella tomó una profunda respiración y se acercó nuevamente a Pablo, abrazándolo fuertemente. —Prométeme que nos mantendremos en contacto— susurró en su oído.
Pablo la abrazó con más fuerza, cerrando los ojos para capturar ese momento—Te lo prometo—
Se separaron lentamente, y Maddy tomó su maleta de mano. Antes de caminar hacia la puerta de embarque, se giró una última vez para mirar a Gavi y Pedri. —Nos vemos pronto —dijo, tratando de sonar optimista.
—Nos vemos pronto— repitió Pablo, forzando una sonrisa.
La vio desaparecer entre la multitud, y una sensación de vacío se instaló en su pecho. No estaba seguro de cómo iba a manejar las próximas semanas sin ella. A pesar de las reuniones con el equipo del Barça y los entrenamientos intensivos, sabía que iba a ser difícil llenar el hueco que Maddy dejaba.
Barcelona—Los Ángeles
Las primeras semanas en Estados Unidos fueron un torbellino de entrevistas, sesiones de fotos y eventos promocionales para Maddy. Maddy y Pablo intentaron mantenerse en contacto, pero la diferencia de horario complicaba las cosas. Pablo se quedaba despierto hasta tarde para hablar con Maddy, y Maddy se levantaba temprano para enviarle mensajes antes de comenzar su día.
Sin embargo, a medida que las semanas pasaban sus conversaciones se habían reducido a mensajes rápidos y llamadas cortas, lo que solo aumentaba su sensación de desconexión. La distancia y las agendas ocupadas comenzaron a cobrar factura.
