Madelaine González, la estrella en ascenso de Hollywood y hermana del famoso futbolista Pedri González, se muda a Barcelona. Allí conocerá a Pablo Gavi, la joven promesa del Barça y mejor amigo de su hermano.
¿Qué pasará cuando Madelaine intente ad...
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El restaurante pertenecía a un buen amigo de Maddy y Pedri, su mejor amigo de la infancia y su primer amor, ella siempre había disfrutado de la comida y el ambiente acogedor. Su amigo, Alejandro, se encargó personalmente de asegurarse de que la reservación ampliada no fuera un problema, dándoles la bienvenida con una sonrisa.
—¡Extrañaba este lugar y la comida gratis! —exclamó Ansu mientras se acomodaban en una gran mesa redonda cerca de una ventana con vistas a la ciudad.
— La comida no es gratis, es solo que tú nunca pagas - dijo Pedri
—Pues claro que no, si el prometido de Maddy es el dueño —dijo Ansu, divertido.
Ferran, el curioso del grupo, no pudo evitar preguntar ¿A qué se debía ese comentario, Ansu?
Con una sonrisa pícara, Ansu se dispuso a contar la historia. Maddy, sabiendo lo que venía, se tapó la cara con las manos, ya previendo las risas que seguirían.
—Bueno, esta es una historia de amor épica —empezó Ansu, exagerando el tono como si fuera un narrador de cuentos—. Resulta que cuando Maddy tenía unos 14 años, juró que se casaría con Alejandro.
Todos rieron impulsando a ansu continuar hablando.
—Sí, sí, ambos habían acordado que si sus padres no aprobaban su amor, se irían de casa. ¡Una fuga de amor al estilo de Romeo y Julieta! —continuó Ansu, haciendo gestos dramáticos.
Los padres de Maddy, presentes en la cena, sonrieron con cariño, recordando la inocente determinación de su hija.
La historia fue un éxito y la cena continuó con más risas y bromas. Incluso Gavi, que seguía molesto por la presencia de Maddy, no pudo evitar esbozar una sonrisa ante la divertida anécdota.
La conversación fluían alegremente. Ansu y Eric contaban anécdotas graciosas del vestuario, haciendo reír a todos. Ferran, siempre el alma de la fiesta, decidió presentar a su novia, Sira, quien había llegado un poco más tarde.
Todos saludaron a Sira, la única que no la conocía era maddy
—Maddy, ella es Sira —dijo Ferran, con una sonrisa orgullosa—. Amore ,nuestra invitada especial, Madelaine.
Maddy y Sira intercambiaron una sonrisa cálida.
—Es un placer conocerte, Maddy. Soy tu fan, Ferran me ha hablado mucho de ti —dijo Sira.
—Igualmente, Sira. He oído muchas cosas buenas sobre ti —respondió Maddy, sintiéndose genuinamente feliz de conocerla.
Las dos chicas se llevaron bien desde el principio, encontrando intereses comunes y riendo juntas mientras el resto de la mesa se animaba. La cena continuó con platos deliciosos, brindis y risas.
Mientras tanto, Gavi se sentó en el extremo opuesto de la mesa, haciendo todo lo posible por evitar mirar a Maddy. No soportaba su presencia, y el hecho de que todos parecieran encantados con ella solo aumentaba su irritación.
Aunque Pablo disfrutaba de la deliciosa comida y las anécdotas graciosas de sus amigos, la presencia de Maddy seguía molestándole. No podía entender cómo alguien como ella podía caerle bien a tanta gente. Cada vez que la escuchaba reír o la veía sonreír, su frustración aumentaba. ¿Por qué tenía que ser tan encantadora?
En un momento, Maddy se levantó para ir al baño y Sira la acompañó. Mientras caminaban juntas, conversaron animadamente sobre la comida y la música del lugar.
—Es increíble lo bien que nos llevamos —dijo Sira, sonriendo—. Me alegra mucho haberte conocido.
—Igualmente, Sira. Siempre es bueno hacer nuevas amigas —respondió Maddy, feliz de haber encontrado una nueva amiga en medio de tantos hombres.
Gavi evitaba a toda costa hablar directamente con ella. Cada vez que Maddy intentaba incluirlo en la conversación, él encontraba una excusa para desviar su atención a otra persona.
Finalmente, la cena llegó a su fin y todos comenzaron a despedirse. Maddy se despidió de sus amigos uno por uno, asegurándose de que todos tuvieran un buen regreso a casa.
Cuando llegó el turno de despedirse de Pablo, hubo un momento de tensión incómoda. Ella le ofreció una sonrisa educada, pero él apenas asintió antes de darse la vuelta y marcharse sin decir una palabra.
—¿Todo bien, Mads? —preguntó Pedro.
—Sí, todo bien —respondió Maddy, tratando de restarle importancia—. Vamos, es hora de irnos.
Mientras salían del restaurante, Maddy no pudo evitar sentir una mezcla de satisfacción por la buena noche y una ligera tristeza por la actitud de Pablo. Tenía más que claro que no le agradaba a Pablo, tanto así que le había pedido a Ansu que lo llevara a casa en vez de ir con ella y Pedri en el mini cooper. Sin embargo, decidió concentrarse en las cosas positivas y en la nueva amistad que había encontrado en Sira. Con el tiempo, esperaba que las tensiones se desvanecieran y todos pudieran disfrutar juntos sin problemas.
Gavi, mientras se alejaba, no podía dejar de pensar en lo bien que se lo había pasado a pesar de todo. Pero la presencia de Maddy, con su sonrisa y su encanto, seguía siendo una espina en su costado. No entendía por qué le molestaba tanto, pero una cosa era segura: aquella noche había sido más complicada de lo que había esperado.
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Hola he decidido subir un capítulo más, mañana probablemente suba otros 3, gracias por su apoyo 🫶🏻 nos vemos mañana