34. Guilty As Sin?

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What if he's written mine on my upper thigh only in my mind?
I keep recalling things we never did
Without ever touching his skin
How can I be guilty as sin?
—TS

What if he's written mine on my upper thigh only in my mind?I keep recalling things we never didWithout ever touching his skinHow can I be guilty as sin?—TS

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Junio 2022 Barcelona

La gala benéfica del FC Barcelona era una de las noches más esperadas del año. La élite de la sociedad catalana se reunía para recaudar fondos y celebrar los éxitos del club, un evento lleno de celebridades, jugadores de fútbol, y donantes adinerados.

Maddy, con un vestido azul de seda que abrazaba su figura, brillaba entre la multitud. A su lado, Pablo, vestido impecablemente con un esmoquin negro, no podía evitar sentirse orgulloso de tenerla como su acompañante, aunque supieran que su relación era solo una fachada.

Durante la cena, Maddy y Pablo se sentaron juntos en una mesa junto a varios miembros del equipo y otros invitados importantes.

Todo parecía ir bien hasta que un joven empresario, que había estado coqueteando con Maddy desde que llegó, se sentó a un lado de ella. Cada risa de Maddy en respuesta a sus halagos hacía que la mandíbula de Gavi se tensara más.

El empresario, cuyo nombre era Hugo, se inclinó hacia Maddy con una sonrisa encantadora. —No puedo dejar de notar lo increíble que te ves esta noche— dijo, sus ojos recorriendo su figura.

Maddy sonrió educadamente, agradeciéndole el cumplido, pero sintiendo la tensión en el aire. Sabía que Pablo estaba al límite, aunque intentaba mantener una fachada de calma.

Pablo observaba en silencio, sus ojos oscuros fijos en los movimientos de Hugo. No podía soportar la idea de otro hombre tratando de conquistar a Maddy, aunque oficialmente no tuviera derecho a sentirse así.

En un momento de la cena, cuando las luces se atenuaron para dar inicio al discurso del presidente del club, Pablo deslizó su mano bajo la mesa y encontró el muslo de Maddy.

Ella se tensó al sentir su toque, pero no apartó la pierna. Con un movimiento lento y deliberado, Pablo comenzó a escribir con su dedo en la piel suave de Maddy. Empezó con una línea curva, luego una recta, otra curva y finalmente un trazo vertical.

Maddy contuvo la respiración al darse cuenta de lo que Pablo estaba haciendo. Estaba escribiendo "mía" en su muslo. El calor de su dedo dejaba un rastro invisible pero inconfundible sobre su piel, una marca de posesión.

Sus ojos buscaron los de Pablo, pero él mantuvo la vista fija en el presidente del club, su rostro inexpresivo para cualquiera que los mirara desde fuera.

El corazón de Maddy latía con fuerza, una mezcla de sorpresa, deseo y confusión. No podía negar que el gesto de Pablo la afectaba profundamente, pero se obligó a recordar que su relación era solo un montaje, una fachada para los demás. No podía permitirse leer más allá de ese simple acto, no podía dejarse llevar por lo que en el fondo deseaba.

The alchemy | Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora