4 de marzo de 2022
Mi familia nunca se preocupó de mí.
Recuerdo que desde pequeña, intentaba todo lo posible para ser valorada por ellos, pero siempre había algo. Alguna persona, objeto o lugar que se volvía más importante que su propia hija.
Intenté buscar el cariño por otros lugares y lo logré.
Me hice amiga de un grupo de niñas de mi colegio. Ellas me querían y apoyaban por quien yo era, me hacían sentir muy a gusto conmigo misma. O eso es lo que yo creía.
Cuando les dije que era bisexual, me vieron con miradas extrañas y, en menos de una semana, ya todos sabían. Caminar por el colegio se volvió una dificultad; siempre terminaba sufriendo por las mismas palabras que se repetían entre susurros: "Tortillera". "Camionera". "Solo quiere llamar la atención". "Que admita que es lesbiana, de una vez por todas".
"La Lesbi-Ana."
Hasta el día de hoy me siguen llamando así.
El hecho no fue diferente con mi familia. Fue peor.
Mis papás no me hablaron por una semana y si es que lo hacían, solo era para recordarme sobre la decepción en que me había convertido para ellos.
Empezaron las autolesiones y las largas noches en las que llorar se volvía mi único pasatiempo. Consideré el suicidio y por más de una vez, estuve al borde de cometerlo.
Hasta que apareció él. La primera persona a quien en serio le importé. No importaba el inicio de nuestra relación, los años de diferencia o las cosas que hacíamos en privado, éramos solo nosotros. Pero una vez más, la vida decidió atacarme. No sé como, pero los rumores de una relación entre un profesor y una alumna empezaron a esparcirse por el colegio. Y en menos de 24 horas, se supo sobre nosotros. Él se alejó de mí y esos irritantes susurros volvieron a invadirme.
Me quitaron la única cosa que he amado, y quien en serio me ha querido. ¿Por qué siempre quieren arruinarme la vida? Volví a ser una decepción para todos. Para mis compañeros de clase soy una lesbiana que está loca y que se monta a todos los profesores. Para mi familia soy una simple y tonta zorra. TODO EL MUNDO ME CONSIDERA UNA FRACASADA. ¿Por qué siempre termino así? ¿Qué mierda hice para merecer esto?
Me gustaría que las cosas fueran distintas, pero esta es mi vida. Nada cambia de un día para otro. No me importan las frases motivacionales que he escuchado, ni todos los estúpidos consejos que me han dado. Una vez que las cosas empeoran, todo se vuelve un espiral que desciende con cada paso que des.
Estoy cansada. Ya he tenido suficiente y cualquier persona que estuviera en mi lugar pensaría lo mismo.
Atte. Anastasia Del Pilar.
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Aquel Pequeño Rumor
Tajemnica / ThrillerLAS PALABRAS PUEDEN SER ASESINAS Los rumores corren, no hay quien los pueda evitar. Un simple comentario se puede volver en la noticia más importante, pero eso no significa que fuera mi intención hacerlo. Anastasia tenía sus problemas, todos lo sabí...