Capitulo 1

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Hace tres días

Creo que es mejor si lo dejamos hasta aquí —mencionó él a la vez que un penetrante y cálido sol se escondía en el océano.

Esas eran las palabras que se repetían en mi mente. Una y otra vez, mientras la peineta se deslizaba por mi larga cabellera rubia.

Intentaba recordar los buenos momentos de este verano: las borracheras y calurosos bailes que se combinaban con el tibio aire playero; el olor a licor barato derramado por los suelos; las caminatas por la playa, en donde cada una de nuestras huellas desaparecía por el barrido del interminable ciclo azul; los cigarros, aretes mal hechos y poleras usadas de la feria.

Me solía gustar el verano. Hay algo en la sensación de escapatoria y en los recuerdos que no se comparan a los de un día de colegio. Pero como mencioné recién, solía, hasta que, mi querido novio, decidió que sería una buena idea terminar las cosas hace... Una semana.

Ahora, todo magnífico recuerdo se veía envenenado por su mísera decisión.

Me dolía y era lo único en lo que podía pensar, pero no es algo que pueda demostrar, ni que deba decir en voz alta. Si te dejas sucumbir frente a las emociones, también le estás dando a los demás el poder para que te destruyan. Y en un mundo de cazadores y presas, tú tienes que ser quien traiga la comida a casa.

Es crucial ser la fuerte en este tipo de situaciones, demostrar que lo has superado y que ya pasaste de página.

Tan solo una lágrima y ya estás expuesta a que los demás te conozcan más de lo que deberían. Te expones con tu situación, a miradas extrañas, comentarios despectivos, burlas y a falsas caridades.

Pero lo más importante, te expones a que hablen de ti.

Por lo que tuve que tomar una decisión. En cuanto sus palabras impactaron contra mí, tomé un respiro y tragué toda gota de sentimiento que se formaba en mis ojos. Lo miré y le respondí:

—Bueno.

Ese es el truco para sobrevivir. A nadie en realidad le importa lo que tú sientas, las personas solo buscan una forma de poder extraer tu información. Y si son lo bastante inteligentes, la van a usar para arruinarte.

Nunca hay que permitir que utilicen tus sentimientos como un privilegio.

Hago contacto en el espejo con mis delineados ojos verdosos y repito las palabras.

—No te vas a quebrar. Tú no eres así. —Una y otra vez hasta que quede claro.

Termino de cepillarme y cierro los ojos. Tomo un respiro profundo, y para cuando los abro, puedo ver a la Julia de este año. Una versión relajada, que se mantiene alejada de los problemas y que está aburrida del amor.

Voy a lograr que ella se mantenga hasta el final del año. Cueste lo que cueste.

Me quito la toalla rosada que envuelve mi cuerpo y doy una breve mirada al espejo. Puedo apreciar que mi cintura se ha mantenido en forma desde que comenzó el verano.

Beneficios de haber hecho ejercicio durante las vacaciones.

Me pongo la ropa interior para luego apreciar mi uniforme sobre mi desordenada cama. La camisa blanca se envuelve en mi cuerpo, al igual que los largos calcetines negros. Mi falda de cuadros verdes se ciñe a mi cintura con perfección, hundo los brazos por las mangas de mi chaqueta negra y luego de colgar la corbata verde alrededor de mi cuello, me pongo unos botines oscuros.

Ordeno el desorden de cama, me cepillo los dientes y luego tomo mis cosas. Me pongo la mochila, apago las luces y, luego de cruzar la puerta, me encamino hacia las escaleras.

Aquel Pequeño RumorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora