CAPÍTULO DIECINUEVE

22 4 0
                                    

Zeth tiene la mirada al frente, en todo el relato no preguntó, no opino, hasta dudo que haya respirado. Antes de que pueda a decir alguna cosa, o darle el tiempo para procesarlo, me puse a la defensiva, como siempre.

 -No necesito tu lastima, ni que me digas lo estúpida que fui al no poder protegerlos, ya me lo recuerdo yo todos los días sin falta.- Zeth voltea a verme, sus ojos tienen un brillo diferente no de una persona que se acaba de enterar de que la persona que tiene al lado tiene un historial que no es nada agradable. Antes de que pueda siquiera pensar en decir algo o hacer algo él toma mis manos y entrelaza sus dedos con los míos.

 -No creo que seas estúpida, es más, eres la persona más valiente que he conocido- si mi cara antes era de un rojo normal por haber contado mi pasado se ha convertido en el rojo más rojo de todos los rojos del mundo- Kalia, no deberías culparte por la muerte de tu familia, no es culpa tuya, todo paso porque las personas tienen miedo y el miedo es solo lo que no conocemos o comprendemos.-

-Zeth...yo no puedo dejar de culparme, si tan solo no me hubieran recogido de la estúpida canasta...- su respuesta me calla antes de terminar la oración.

-Entonces no estarías aquí, conmigo, no me alegro de que tus padres murieran Kalia, de lo que me alegro es de que de una forma u otra estas aquí ahora, no sé cómo explicarlo, desde la muerte de mi madre no me podía sentir completamente lleno o feliz, es como si siempre me faltara algo como si a la hora de su muerte se hubiera llevado una parte grande de mí, pero ahora me doy cuenta que no es eso, me sentía así porque te estaba esperando y entonces apareciste , aunque no lo quieras admitir, completamente perdida y con una valentía fingida que hizo que por un momento me olvidara del hoyo en mi corazón y me permitiera ser realmente feliz; no es que mi madre haya desaparecido, ella siempre estará ahí, pero tu...- por un momento me permito imaginarme con Zeth a mi lado y lo que me asusta es que si puedo, puedo visualizar un futuro con él, el cual no debería de cruzarse por mis pensamientos. Es entonces cuando realizo que estoy enamorada de él, de ese cara de mandril con sonrisa perfecta he incluso peor humor que yo, del tarado que me ha jugado bromas con su sarcasmo las cuales yo se las regreso incluso peor, ahora todo tiene sentido, para que negarlo más. Estoy enamorada de Zeth Tellgs.

-Zeth...- voy a decírselo, confesárselo antes de que me vuelva cobarde o cualquier otro pensamiento razonable de por qué no podemos estar juntos se cruce por mi cabeza.

-Espera- dice- déjame terminar- asiento y me callo por un momento- te has convertido en alguien tan importante para mí, y también para mi familia, pero yo ya no puedo imaginarme sin ti a mi lado, esa batalla, en la cual peleamos espalda contra espalda, habilidad y poder, fue increíble, sentí una conexión muy fuerte y estoy seguro de que tú también la sentiste. Eres fuerte, no te rindes y me pones en mi lugar- al decir esto comienzo a asentir ligeramente mientras una risa sale de sus labios y de los míos, pone una de sus sonrisas estúpidas- Voy a estar a tu lado en todo el trayecto hasta el pueblo, y una vez ahí tampoco me voy a separar de tu lado, juntos vamos a superarlo porque...Kalia yo...-

-¡Zeth! ¡Kalia!- tiene que ser una broma, ¿Quién carajos interrumpe este momento? Juro que voy a prenderle fuego y luego darle las sobras a todos los animales del bosque hambrientos mientras aún se encentra vivo...me percato de que neflims salen de la maleza y arbustos del bosque, mi venganza tendrá que esperar, nos levantamos de golpe, no lo pienso la verdad, me coloco detrás de la espalda de Zeth y lo rodeo con los brazos, alzo vuelo, ¡mierda! Como pesa, a la próxima se baja toda la distancia caminando, desciendo en medio de los demás para pelear, estamos rodeados de tal manera que no haya forma de salir o entrar.

 Zeth ya tiene sus manos iluminadas con su fuego, Bastiaan su espada desvainada con un cuchillo en la otra, los gemelos unas espadas que les proporciono Bastiaan anteriormente, yo con el arco cargado y la espada al cinto. Lila se encoge todavía sentada con el bebé en brazos, me muevo lento hasta ponerme a su lado, noto como Zeth hace lo mismo nada más que se pone a mi lado.

De la nada suena una alarma, como un cuerno, todos nos sobresaltamos ligeramente, se puede sentir el sonido dentro de uno haciéndonos vibrar; tenso el arco apuntando al neflim más cercano a Lila, peor entonces todos corren hacia despavoridos de nuevo al interior del bosque de donde vinieron en un principio. Mi mente comienza a procesar todo lo que acaba de pasar aunque todos estamos desorientados, la respuesta aparece ante mis ojos aunque me niego a admitirla en voz alta.

-Esperemos dos minutos para que se dispersen más, empaquen las cosas, partimos de inmediato.-

Regreso, mientras recojo las cosas, a mis conclusiones intentando convencerme de que no es lo que yo pienso, lo que sea que haya hecho sonar el cuerno tiene poder y control absoluto sobre los neflims, eso estaba claro, y los únicos que se me viene a la mente que pueden hacer esto son la peor pesadilla para los humanos, el peor enemigo de los ángeles y mi peor contrincante en mi tarea de cuidar a Zeth.

Demonios.

..........................................................................................................................

SIN EDITAR.

A prueba de fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora