CAPÍTULO CINCO

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Un crujido, pasos.


Me despierto frenéticamente  mientras me coloco frente a Hila y me pongo de pie. No estaba armada (grave error recordaría eso en el futuro, siempre llevar un arma encima) pero estoy lista para golpear y deformar la cara a cualquiera que se atreva a acercarse.


-Soy yo, perdón, no quería asustarte- Zeth...imbécil, aún está en pie lo de deformar caras...


-Idiota- oye mis palabras y esboza una perfecta sonrisa ladeada. Vaya que tiene bonita sonrisa. ¡Carajo ya deja de pensar idioteces!


-Estaba asomado en mi balcón, que por cierto es el que está al lado del tuyo- ¡y una mierda!- y vi a dos hermosas criaturas dormidas como dos angelitos-y aparte el niñato tiene sentido del humor, si empieza con sus chistes sobre ángeles le parto la...- entonces pensé "wow porque perderme ver de cerca a estas dos preciosidades"- me guiña un ojo. Mamón.


-Que hermoso sentido del humor, ya nos viste, ya te puedes ir- con mi mano señalo el camino por el que creo que llegó.


-Tranquila alitas, vaya que tienes temperamento. Me gusta.-


-Eso ya lo dijiste-


-No, yo dije fuerte, y ahorita dije temperamento-


-Es prácticamente lo mismo cara de mandril, ser fuerte es parte de mi temperamento tarado- toca su pecho justo en su corazón con su mano derecha


-Creo que me he enamorado con esa frase  "cara de mandril", nunca nadie me había dicho algo tan bonito -  se seca una lágrima falsa, ruedo los ojos, ¿este quien se cree?, bueno...aparte de prácticamente ser mi jefe... a quien engaño yo soy la protectora, así que si alguien va a empezar a decir cosas aquí soy yo.


Antes de que se me ocurriera otra frase sarcástica y grosera en contra de él, el espacio que nos separaba se redujo drásticamente. Intento retroceder ante su cercanía pero claro como el destino es una mierda y aparte me odia decidió poner el árbol en el que está sostenido el columpio detrás de mi espalda evitando que pueda seguir haciéndome hacia atrás.


-Hay algo que se llama espacio vital Zeth – esa estúpida sonrisa otra vez.


-Creo que no conozco la definición- dice


-Luego te presto un diccionario, pero por ahora será una demostración- entonces lo empujo, mi mano toca su pecho el cual es bastante sólido, ¿Cuántas veces se ejercitara este hombre?, ¡Deja de pensar babosadas cerebro! Antes de que pueda retirar mi mano, la toma y no me permite moverla de donde está. Se acerca lo poco que logré empujarlo. 


- Pero yo tal vez quiera la demostración del antónimo-


-No estamos en clase de español así que atrás-  esta vez sí logro liberarme mientras él suelta una risa queda, pero sexy. ¿Qué me pasa?


A prueba de fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora