A prueba de fuego.

CAPÍTULO VEINTIOCHO

Estoy lista ya con mi traje de combate, en la planta de abajo, mientras los sirvientes suben las maletas en los carruajes correspondientes.

-Kalia, ¿sabes que el príncipe Arsen esta guapísimo?- dice Hila que ha estado teniendo una "platica de mujeres" conmigo mientras esperamos a que Zeth y Leander bajen.

-No, la verdad es que no, de lo que si he oído hablar es de la princesa, dicen que es muy bonita.

-Sí, es bonita, se llama Alysa, pero no me cae muy bien- la miro con curiosidad, ¿Cómo es que alguien le caiga mal a esta niña?

-¿A si?, Y eso porqué

-Por que ella quiere que Zeth sea su novio y yo quiero que sea el tuyo- me sonrojo, siento mariposas en el estomago pero también me enojo, no puedo creer que tenga celos de una chica que ni conozco, a claro, solo esta el hecho de que es una princesa, es bonita y rica.

- Pero, Hila, a mi apenas me acabas de conocer, a la princesa la debes de conocer de hace mucho más tiempo, ¿solo por que quieres que este con Zeth, cambiaste tu opinión sobre ella?

-No, nunca me ha agradado, el problema con ella es que como sabe que es bella lo utiliza con mi hermano, y no solo con él. - creo que esa es la manera de una niña de seis años para llamar a otra mujer una zorra.  Una pequeña sonrisa se escapa de mis labios al darme cuenta de que Hila, aun con su corta edad, tiene una inteligencia y razonamiento increíble, ya casi como un adulto, ha de ser algo relacionado con el gen de los Tellgs, de seguro hace que las mujeres desarrollen más rápido su inteligencia que los hombres. No me sorprendería la verdad.

-Además, tiene la inteligencia de un sapo, solo se preocupa de que su pelo no este fuera de lugar y de que su vestido no se haya arrugado- hace una cara de asco y yo suelto una carcajada- aparte, para mí, tu eres mas bonita- la cargo y la abrazo

-Gracias Hila

Zeth y Leander bajan las escaleras hablando sobre algo que se ve los tiene muy entretenidos y concentrados. Alioth entra por la puerta de la entrada y voltea hacia todos contándonos como si fuéramos un grupo que se va de excursión.

-Ya estamos todos- dice Alioth- bien, a los carruajes.

Salimos, cuando Alioth me prometió un carruaje grande, no mentía. mis alas cabían a la perfección y no voy para nada incomoda, Zeth se coloca frente a mi.

- ¿Cuál es el itinerario? - le pregunto

- Vamos a llegar hoy al atardecer y vamos a cenar con los reyes y príncipes, después, mañana en la mañana será una pequeña feria, en la noche será el gran baile , de ahí nos quedaremos otro día y ya nos regresamos.

-De acuerdo

Continuamos un rato en silencio, Zeth se queda dormido. Lo observo, noto sus largas pestañas, sus pómulos con un ligero toque rojo, su cabello un poco desordenado pero con el negro intenso de siempre y sus labios, como me quisiera acercar y plantarle un beso.

¿Lo que hago esta bien? ¿Me puedo permitir estar con Zeth a pesar de todo lo que ya he reflexionado antes?  Pongo su vida en peligro, sí. Pongo la mía en peligro, sí. Pongo a la de su familia y seres queridos en peligro, sí. De por si sin mi Zeth ya tiene suficientes problemas, si fuéramos una pareja sería juntarlos. Imaginemos que alguno de los dos es herido, el otro obviamente se va a volver loco, es como un sartén sin mago, agarrándolo por donde sea vas a terminar quemado. Él podría continuar y tal vez hasta casarse con la Zorra de la princesa, con alguien que lo merezca.

El merece una princesa no un fenómeno, se merece una vida, el estar conmigo lo obligaría a estar huyendo  de un lado a otro, ya que una vez que se acabe el problema con los demonios y los neflims y que él este lo suficientemente seguro como para que yo me pueda ir lo haré, huiré a otra tierra donde nadie me conozca ni haya oído hablar de mí. Por que esa es la única vida que voy a tener si no quiero afectar a otro. Probablemente la princesa no sea con quien Zeth merezca quedarse ya que bueno... Hila ya lo explico antes, hay mucha mujeres más en el mundo que son tan dignas de su afecto como que yo soy mujer.

Así que lo decido, me va doler y probablemente me juzguen como una idiota que no sigue desde el principio sus propias reglas, pero pónganse en mi lugar, ¿en verdad le destrozarías la vida a alguien si eso significa tu felicidad?

Zeth despierta a la media hora y nos ponemos a platicar de cosas triviales, conociéndonos un poco mejor, yo intento que con cada palabra tome más coraje, pero ese coraje no llega y esta empezando a decaer el día. Hasta risas soltamos de vez en cuando, el principio de la capital se empieza a ver, es tiempo.

- Zeth. lo que hemos estado haciendo, los besos, todo, tiene que parar, no podemos- aparto la mirada, no puedo verlo a los ojos porque si lo hago temo que vea mi indecisión y yo al ver los suyos me haga cambiar de opinión.

-¿Porqué?- su voz suena fuerte, hace que mi pecho vibre, es la voz de alguien que no esta para nada conforme con lo que oye. Agarro coraje de la parte de mi alma que tiene al demonio encerrado y lo miro a los ojos, esos ojos que podrían hacer nacer arboles, llorar a las damas y temer a los más fieros soldados, los ojos que yo tanto amo.

- Por que es peligroso, insensato y estúpido. ¿quieres alguna razón más?

-No me importa, yo no quiero parar, yo ya no puedo alejarme de ti, entiéndelo. - su voz aun fuerte estaba destruyendo las barreras que había estado creando, tenia que acabar ya.

- No es de que lo entienda o no Zeth, es del peligro que esto representa para todos, tu te mereces a alguien mejor, como la princesa- no puedo creer que eso haya salido de mi boca, pero serás estúpida, pudiste haber dicho " como una mujer inteligente" o " alguien que no tenga alas", pero, ahí vas y dices a la zorra de la princesa, estúpida.

- ¿La princesa?, ¿Alguien mejor?- nuestras voces cada vez suben más de tono- tu ¿estas loca o que?, ¡para mi no hay otra mas que tú!

-Zeth, ¡no puedo  hacerlo!, ¡que tal que por esto alguien sale lastimado, tu sales lastimado, imagina el dolor de la perdida, yo no estoy dispuesta a que corras ese riesgo!

-¡Siempre todo gira al rededor de mi, yo ya te dije lo que quiero, te quiero a ti!, la pregunta aquí es, ¿no me estas rechazando porque temes perder?, ¿Por qué lo único que has amado lo has perdido? ¡Yo siempre voy a estar ahí Kalia, no voy a ningún lado! Los demás, ¡los protegeremos entre los dos!- lo miro, lo que dijo me desarma por completo, en mis ojos aflorar las lagrimas, pero como la mujer orgullosa que soy me trago mis sentimiento.

-Eso no va a ser suficiente, nunca lo es-

Se queda callado, solo me mira y por fin hace la pregunta que mi corazón sabe pero que mi cerebro ignora.

-¿Qué es lo que tú quieres? - "Yo quiero estar contigo" Ojala y esas palabras fueran las que salgan de mi boca, pero no.

-Nada que te importe- no noté cuando el carruaje se detuvo pero el cochero ya esta al lado de l puerta. Nuestras miradas siguen en guerra, la mía con todo el orgullo y la dignidad que poseo y la de él exactamente igual solo que con un toque de necedad, de alguien que no esta acostumbrado a perder y no va a empezar ahora.

Antes de que el cochero habrá la puerta pronuncio las últimas palabras de esta conversación.

-No pienses en mi mas que como tu guardiana, o tu protectora, da igual como quieras verlo.

Abre la puerta y desciendo del carruaje, no volteo a verlo. Una lagrima se desliza silenciosa por mi mejilla.

ZETH

Desciende del carruaje y camina derecha para reunirse con los demás, mujer orgullosa, es una terca, pero si cree que esto se va quedar así, esta muy equivocada. Yo no me doy tan fácil por vencido y menos por las cosas que me importan y quiero.

Ha sido mi heroína todo este tiempo, ahora, a mi me toca luchar por ella y convencerla de que yo también puedo ser un héroe, su héroe.

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¡Perdónenme! Se que no he subido por un tiempo pero la escuela como siempre me trae loca.

Un  regalito de disculpas, el pequeño fragmentito desde el punto de vista de Zeth. ¿Qué tal les pareció?

Dejen sus comentarios y sus votos.

Los quiero, Dany.

Perdonen faltas de ortografía como siempre :*