- ¡Vuelvan! - gritó, pero la nave siguió avanzando.
Lo habían abandonado, en ese planeta húmedo y ruidoso, en el cual, además, se encontró rodeado de seres extraños. Estos seres tenían una particularidad : poseían dos extremidades inferiores, dos superiores, dos ojos, dos orejas. Sin embargo, sus bocas y sus narices no cumplían con esta condición dual. Eran los imperfectos, o humanos, como también se los llamaba. Criaturas en las que el proceso de estructuración corporal había, de alguna manera, fallado, por lo que fueron relegadas a este planeta y destinadas a la desaparición total. Al carecer de un segundo cerebro, estos seres vivían limitados a rutinas sin sentido. Desataban continuamente guerras entre ellos, se consagraban a ridículas investigaciones que aceleraban aun más el acercamiento a ese destino fatal al que su planeta estaba confinado.
No sabía de qué manera podría convivir con esas bestias. No tenía otra alternativa que esconderse, en alguna zona alta, una montaña tal vez, a esperar una segunda expedición que le permita regresar a su galaxia.
Tal vez, de esta manera, nunca lo encuentren.
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El devorador de planetas y otras historias
Science FictionHistorias breves de ciencia ficción (Algunas historias están relacionadas entre sí, en forma secuencial o a través de Spin-offs, y forman un único relato, y otras no tienen ninguna conexión con esta trama general)