El calor nos abrumaba. El ruido de las maquinarias se arrastraba por el aire de la tarde como un quejido mecánico y desgarrador. Los operarios hablaban entre sí. A veces se reían, a veces se sumergían en un silencio inexplicable.
La cabeza de caballo martillando la pesada atmósfera.
El supervisor se acerca a mí, me sonríe, o intenta sonreírme. Sus labios se doblan en una expresión que se atasca como la bomba de varilla, y no consigue transmitir simpatía, sino la imagen de un esfuerzo malogrado e incompleto. Su piel es extremadamente pálida, a pesar del sol que pretende calcinarnos. Es como un objeto que está completamente afuera de toda esa escena, ajeno a todo lo que nos rodea. Traga saliva, piensa. Creo que no sabe qué decir, o no se atreve a hacerlo.
Pozos. Creo que los llaman "pozos petrolíferos". Le comenté al secretario que yo estuve presente durante la extracción, que vi cómo sacaban el artefacto del pozo. Le habían informado al coronel que había algo extraño en el fondo del pozo, algo que había interrumpido el funcionamiento de la máquina. El coronel, acaso sospechando de qué se trataba, me envió a esa región de Texas. Luego acompañé, junto a otros operarios, el traslado del artefacto desde el pozo petrolífero hasta el Instituto en donde sería estudiado por Krimson. Regresé a mi casa, en taxi, a las dos de la madrugada. Había dos hombres junto a la puerta principal. Bajé del taxi, me acerqué a ellos. Uno me dijo que mejor buscara otro lugar en donde pasar la noche. Entonces se escuchó el disparo. Cayó muerto. El otro me abrazó, como si intentara envolverme. Megan estaba apuntando con sus armas hacia nosotros. Evidentemente, el coronel les había pedido que me protejan.
Corrimos, en la oscuridad de la noche. Llegamos al parque y allí se escuchó otra serie de disparos. El hombre que corría junto a mí también cayó, muerto, en el césped palidecido por la helada. Pero había tres motocicletas allí, a unos metros de nosotros. Pensé que ellos habían planeado escapar a través de esos vehículos. Subí a una de las motocicletas, arranqué y no volví a ver, al menos durante esa jornada, a la despiadada mujer que me perseguía.
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El devorador de planetas y otras historias
Science-FictionHistorias breves de ciencia ficción (Algunas historias están relacionadas entre sí, en forma secuencial o a través de Spin-offs, y forman un único relato, y otras no tienen ninguna conexión con esta trama general)