Sorprendido, me detuve en medio del aparcamiento.
— ¡¿Vienes o qué!?— me gritó San, nervioso, mientras subía a su Jeep.
Sí, exacto: su Jeep. El tío tenía ni más ni menos que un Jeep gris metalizado enorme, nuevo y reluciente.
Desvíe la mirada hacía el cochazo y luego hacia San de nuevo. A decir verdad, debería de haberlo imaginado. Un tipo gruñón como el podía tener un coche como ese, capaz de intimidar y de transmitir toda su masculinidad. Cuando San hizo girar la llave, el rugido del motor me sorprendió tanto que me llevé un susto.Fui corriendo al lado del copiloto y, en cuanto cerré la puerta, él arrancó y salió del aparcamiento.
Con disimulo, eché una ojeada a mi alrededor para examinar el interior del vehículo, que no estaba tan impecable como el exterior podría haber sugerido. Había unas cuantas latas y bolsas sobre el asiento trasero, mientras que el hueco para los pies pedía a gritos una pasada de aspiradora. Quedaba claro que allí había subido más de una vez alguien con los zapatos llenos de barro.
A parte de eso, el coche era un verdadero sueño. Habría dado cualquier cosa por conducirlo un rato. En cualquier caso, estaba seguro de que San no permitiría que nadie más que él se sentara en el volante, y mucho menos alguien a quien conocía desde hacía menos de una semana.— En la guantera hay varios CD.
No tuvo que repetírmelo. Por un lado, pocas veces me habían dejado elegir la música en un coche ajeno, peromes que, además, estaba muy interesado en descubrir sus gustos musicales.
Abrí la guantera y empecé a revolver los numerosos CD que tenía guardados dentro. La verdad es que me llevé una sorpresa agradable: había algunos que no conocía, pero también encontré unos cuantos de mis álbumes preferidos.
De reojo pude ver como San me lanzaba miradas disimuladamente. Conducía con mucho cuidado, pero de vez en cuando desviaba los ojos hacia mí. Por extraño que pudiera parecer, cada vez que me miraba yo sentía un cosquilleo. Entretanto, llegué a pensar que lo de elegir música era una especie de prueba a la que me está sometiendo, por lo que decidí tomármela en serio. Después de sacar casi todos los CD de la guantera, descubrí que había unos cuantos grabados de forma doméstica en el fondo.— Perdona, ¿Qué significa "Mix K"?— pregunté con una sonrisa mientras sostenía en alto el disco en el que alguien había pintado con rotulador un montón de corazoncitos.
Enseguida me arrepentí de haber hecho la pregunta. En una fracción de segundo, apareció en el rostro de San una expresión ensombrecida que, tan rápido como había aparecido, volvió a esfumarse tras una máscara dura e impenetrable.
— Sácalo de la funda y dámelo— dijo con una tranquilidad inquietante.
Tragué saliva y obedecí su petición, sin esperar nada bueno. En un abrir y cerrar de ojos, él se hizo con el disco y lo partió por la mitad. Abrí los ojos como platos y decidí clavarlos en el parabrisas al ver que San soltaba las dos manos del volante apenas un segundo para volver a romper las dos mitades. Luego tiró los fragmentos hacia el asiento de atrás sin preocuparse de adónde iban a parar y volvió a sujetar el volante, aunque está vez con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos.
Los corazoncitos pintados me llevaron a suponer que debería de habérselo regalado un exnovio, seguramente aquel antiguo compañero de piso que Jonho había mencionado. De lo contrario, me resultaba imposible imaginar un motivo para la reacción que había tenido.— Bueno, ahora que has sacado toda tu rabia, podríamos poner éste— propuse al cabo de un rato prudencial. Le tendí uno de mis álbumes preferidos de Thirty Seconds To Mars.
Él me lo quitó de la mano, lo metió en la ranura sin fijarse en lo que había elegido y empezó a sonar una de mis canciones favoritas.
Cuando comenzaron a sonar los primeros segundos, noté de nuevo la mirada de San.
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Empezar (Woosan)
RomanceWooyoung está a punto de empezar la universidad y necesita encontrar apartamento. San se ha quedado sin compañero y él solo no puede pagar todo el alquiler. Wooyoung y San se verán obligados a compartir piso y sólo deberán cumplir 3 sencillas reglas...