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Resultó que era mucho más sencillo encontrar un alojamiento aceptable a mediados de semestre que a principio de curso. La mayoría de las visitas fueron satisfactorias. O Yeosang o Jimin me acompañaban a ver los pisos, y en alguna ocasión incluso fuimos los tres juntos, lo que redujo al mínimo las situaciones grotescas. Sólo en un caso nos pidieron a Yeosang y a mí si nos importaría besarnos, una proposición que acabamos rechazando amablemente.

Fue bastante pesado asistir a todas las clases y visitar un piso tras otro y hablar con los arrendadores, pero la verdad es que también me sirvió para distraerme.

De vez en cuando me llevaba un sobresalto que me aceleraba el corazón de golpe: cuando en el campus veía a un chico con gorra o con un suéter parecido a los que tenía San. Sin embargo, nunca era él.

Sólo me lo encontraba en la única clase que compartíamos. Llegué a plantearme la posibilidad de abandonar el curso y retomarlo el semestre siguiente, pero no tardé en descartar la idea. Cine y televisión era una de mis asignaturas preferidas y no estaba dispuesto a perdérmela por culpa de San. No quería esconderme de él sólo porque se le hubiera metido en la cabeza que no podía estar conmigo.
Limité las probabilidades de cruzarme con él llegando tarde al aula y saliendo siempre el primero, mientras que durante la clase me concentraba al máximo en la materia para mantener a raya las ganas de mirarlo. Simplemente actuaba como si no existiera.

La tarea que nos encargaron ese día en clase consistía en relacionar las películas y personas con diferentes categorías de producción y épocas. Teníamos que salir delante de todos y colocar nuestra hoja en la columna correspondiente de la pizarra. Un ejercicio bastante fácil, si te habías leído bien el guión. Cogí un imán para fijar la primera hoja a la pizarra cuando, de repente, noté que había alguien justo detrás de mí. Enseguida me di cuenta de que era San. Me llegó su olor, ese aroma que tanto había llegado a conocer en los últimos meses, y noté también la calidez que desprendía. Se me puso la carne de gallina de inmediato.

Su brazo pasó por encima de mi hombro para fijar otra hoja y me quedé petrificado.

— ¿Podemos hablar?— preguntó, y lo dijo tan cerca de mí que su aliento me acarició la oreja.

Estaba a punto de dar media vuelta para regresar a mi sitio cuando él me retuvo agarrándome por un codo. Tuve que reunir todas mis fuerzas para no mirarlo. En lugar de eso, clavé los ojos en la mano con la que se aferraba a mi brazo. El pulso se me aceleró tanto que empecé a marearme. Parecía que San, incluso a través del jersey, hubiera notado que se me había erizado la piel. Era excesivo, demasiada intensidad. Su contacto desencadenaba en mí sentimientos encontrados. Por un lado, deseaba envolverlo entre mis brazos y echarme a llorar, pero al mismo tiempo tenía ganas de romperle la nariz de un puñetazo. Quería que me soltara, pero a la vez deseaba que no volviera a hacerlo jamás.

Como siempre que me tocaba, tuve una sensación comparable a la de encajar la última pieza de un rompecabezas.

"No puede ser. Nunca podré estar con alguien como tú", lo oía decir dentro de mi cabeza.

Sin mirarlo a los ojos, retiré el brazo con cuidado. Regresé a mi sitio y empecé a copiar la tabla resultante de la pizarra con el corazón desbocado. Él salió del aula al cabo de poco rato.

Después de la última clase que tuvimos ese día, Jimin y yo fuimos a la cafetería del campus a esperar a que Yeosang saliera de la suya. Por la tarde tenía otra cita para ver un piso y los dos habían insistido en acompañarme.

No sé qué habría sido de mí sin ellos. Yo solo no habría conseguido organizar tantas visitas. Ya había visto seis pisos distintos y dos de ellos me habían gustado bastante. Había rellenado los formularios de solicitud, pero convencer a los arrendadores de que sería un buen inquilino resultó ser una tarea más difícil de lo que creía en un principio. En uno de los dos pisos ya me habían rechazado y todavía estaba esperando la respuesta del otro.

Empezar (Woosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora