Yeosang abrió la puerta y se me quedó mirando estupefacto. Empezó a decir algo, pero luego se fijó en la almohada que tenía entre los brazos, y en la maleta. Han no estaba y tenía la habitación para él solo, aunque la verdad es que a esas alturas ya me daba igual. Todo me daba igual.
Yeosang no me preguntó nada. Metió la maleta en la habitación y la dejó junto a la cómoda antes de agarrarme una mano con cuidado y acompañarme hasta su cama. Me dijo algo que no acerté a comprender y luego salió de la habitación. Yo me senté sobre la colcha, balanceando mi peso sobre las piernas, con la mirada clavada en los calcetines estampados con murciélagos que me había puesto. Me los había comprado solo porque sabía lo mucho que le fastidiarían a mi madre si alguna vez llegaba a verlos.
Yeosang regresó poco después y dejó dos tazas de té caliente sobre la mesilla de noche. Retiró la colcha de la cama y me ayudó a acomodarme. Luego se sentó a mi lado y me ofreció su regazo para que apoyara la cabeza en él.
Empezó a contarme anécdotas aleatorias, como algo embarazoso que su cantante favorito había publicado en Twitter, su opinión sobre un libro de su autora preferida y lo sospechoso que le parecía que Han no llevara más chicos a la habitación desde hacía un tiempo. También me contó que durante las vacaciones tenía previsto aprender la receta que utilizaba su abuela para preparar mermelada.
Llegó un punto en el que ya no pude más y hundí la cara en sus piernas, clavé mis dedos en su jersey y empecé a llorar.
Pasé varias horas llorando y Yeosang no se apartó de mí lado ni un instante. Me tapó con la colcha y me acarició el pelo con suavidad, murmurando palabras tranquilizadoras mientras los sollozos sacudían mi cuerpo como un terremoto.
En algún momento me sentí demasiado agotado para hacer nada que no fuera mirar fijamente la pared. Me sentía como si me hubieran arrancado todos los órganos del cuerpo y me los hubieran vuelto a meter de cualquier manera.
Me dolía todo.
Hasta ya ni siquiera fui capaz de mantener los ojos abiertos y me dejé llevar por un sueño profundo.
A lo largo de esa semana, lo único bueno que hice fue dormir, tal vez porque eran las únicas horas en las que ese dolor insoportable que me atormentaba me daba un respiro. No podía comer nada. Incluso beber me costaba. Solo salía de la cama de Yeosang para ir al baño y, por supuesto, tampoco fui a la universidad. Encontrarme a San sin duda habría terminado de rematarme.
Yeosang fue mi ángel de la guarda. Me trajo los apuntes de todas las asignaturas, y copió los de Jimin en el caso de las asignaturas que no compartíamos. Por suerte, Han solo pasaba por la habitación de forma esporádica, y cada vez que me veía allí tendido intentaba adoptar una expresión neutra y se limitaba a reunir sus cosas para meterlas en una mochila y largarse de nuevo cuanto antes.
El sábado, Yeosang llegó acompañado de Jimin. Trajeron una pizza con la intención de compartirla conmigo. A pesar de lo hambriento que estaba, cuando Jimin abrió la caja se me hizo un nudo en el estómago. Todo me recordaba a San. Era una sensación terriblemente ridícula, pero no podía evitarlo. A pesar de que durante los últimos días había dormido más que nunca, me sentía agobiado, vacío.
Por primera vez en mi vida, me había enamorado. Y, por primera vez en mi vida, me habían roto el corazón. No tenía ni la más mínima idea de cómo salir de ese pozo sin fondo, menos aún teniendo en cuenta que no tenía donde caerme muerto. No sé qué habría hecho sin Yeosang.
Siempre dependía de alguien: primero de mis padres; luego, de San, y en esos momentos, de mi mejor amigo. Y aunque en los últimos días había puesto el máximo empeño en reprimir todos aquellos sentimientos, había algo que era, más que claro, indiscutible: tenía que tomar las riendas de mi vida. Ya iba siendo hora de levantar cabeza de una vez.
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Empezar (Woosan)
RomanceWooyoung está a punto de empezar la universidad y necesita encontrar apartamento. San se ha quedado sin compañero y él solo no puede pagar todo el alquiler. Wooyoung y San se verán obligados a compartir piso y sólo deberán cumplir 3 sencillas reglas...