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En el comedor universitario había hamburguesas con queso. Jimin, Yeosang y yo nos habíamos pringado de lo lindo, como todos los de nuestra mesa que nos habíamos decidido por ese menú.

Hacía ya dos días que San no daba señales de vida. Por la mañana, lo había visto de lejos en el campus mientras se dirigía a una clase. Yeosang se había dado cuenta y había empezado a soltar una broma tras otra, pero por algún motivo eso no me ayudó. ¿Realmente aquella noche le había parecido tan terrorífica como para considerar que tenía que castigarme con su ausencia y su silencio? ¿Sólo porque habíamos infringido la regla número uno?

— ¿Habéis visto? Ya han salido los resultados de literatura— dijo Yeji, que se sentaba a mi lado en la clase de interpretación—. Yo he aprobado por los pelos.

Parecía muy aliviada cuando se pasó la mano por la frente con una sonrisa en los labios. Los demás sacamos enseguida nuestros móviles para conectarnos al portal de la universidad.

Yeosang gritó de alegría.

— ¡Joder, no me lo creo! ¡Aprobado!

Me quedé mirando fijamente la pantalla de mi móvil mientras se cargaba la página. Madison, que estaba sentada al otro lado de Yeji, suspiró aliviada.

— Yo también.
— Suspenso— anunció Jimin con un soplido.
— Oh, no— exclamó Yeosang, acariciándole un brazo—. No te preocupes, todavía te quedan dos oportunidades más.

Jimin extendió los brazos y apoyó la cabeza en ellos.

— Vaya mierda.

Tragué saliva al ver que mi página había terminado de cargarse. Deslicé el dedo por la pantalla: "Literatura: suspenso".

Por un momento me quedé sin aire. Una oleada de indignación se apoderó de mí y en cuestión de un segundo se me revolvió el estómago.

Luego noté las miradas llenas de expectación de los demás.

— ¿Y tú, Wooyoung?— preguntó Yeosang.

Me aclaré la garganta y respiré hondo. No quería que se me notara lo mal que me había sentado ese resultado.

— Me temo que tendremos que estudiar juntos Jimin— dije al fin con una amplia sonrisa, mostrando mi móvil.

Él levantó la mano para chocar la conmigo.

— Bueno, aparte de esa has aprobado todas las demás¿no?— dijo Yeji con una sonrisa de ánimo.

Asentí. Había aprobado el resto de los exámenes, aunque tampoco es que las notas fueran nada del otro mundo. Cómo las de todos mis compañeros, por otra parte. Se decía que durante el primer semestre los profesores se dedicaban a cribar a los alumnos que no llegaban suficientemente preparados a la carrera.

— ¿Lo ves?— me dijo Yeosang, dándome un codazo en el costado—. Tú tranquilo, volveremos a repasarlo juntos. Ya verás que lo conseguirás.

Asentí y me obligué a sonreír a pesar de todo.

El resto del día lo pasé solo. Apenas conseguí concentrarme en las demás clases. Había una palabra que no paraba de resonar en mi cabeza por encima de todas las demás.
"Suspenso"

Si no había conseguido aprobarlo todo durante el primer semestre, ¿qué ocurriría cuando llegaran los exámenes difíciles de verdad? No podía parar de pensar en mi madre. No tenía ninguna duda de que se llevaría una gran alegría cuando se enterara de mi fracaso. Y no sólo por la satisfacción con la que me soltaría su "Te lo dije", sino sobre todo porque quería que regresara a mi casa antes del día de Navidad.

Empezar (Woosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora