Capítulo 18

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                                                                             Abril

Rumbo al velorio de Sofia, así es al velorio de Sofia. En la madrugada casi al amanecer, nos enviaron un mensaje al grupo de empleados que nuestra compañera Sofia Howard fue asesinada. No lo creía, ¿Cómo es posible? ¿Cuándo paso? si recién estuvimos juntas hace unas horas, la vida es...no...las personas son una mierda, me dio tanta tristeza sé que suena un poco absurdo ya que no nos conocimos tanto, pero ella era tan maravillosa, tan llena de luz porque le hicieron esto, tantos sueños por cumplir.

No puedo imaginar como estarán sus padres, ¡Dios sus padres! y sus hermanos, tan jóvenes para lidiar con la muerte de un ser querido, en camino a la parada del metro reviso mi celular y noticias sobre el asesinato de ella, no soporte leer más nada sobre esa brutalidad como la asesinaron su cuerpo hallado en el río Swantwon ¡qué diablos está pasando Boston! era un lugar tranquilo esto no sabía pasar...no sabía pasar.

Otro mensaje del grupo de empleados sobre el arreglo florar, preguntando cuál era su flor favorita, la mayoría respondemos con girasoles era la chica girasol después de todo. Nos informan que sus padres pronto llegan, pero dijeron que su ex compañera fue la encargada de ir a la morgue a reconocerla, y aunque quieren trasladar su cuerpo a su natal Kansas de inmediato, pero por insistencia de sus compañeros de la facultad, accedieron a que la velen hoy.

Reviso mi chat con ella el último mensaje con ella, le envié bocetos de los diseños...le envié bocetos. ¡Maldición! ¡Estoy llorando! Llega el metro las personas se apresuran a ingresar para alcanzar asientos, pero es en vano está lleno.

La señora Zane escribe por donde va, para ver si alguien esta por su ruta para pasar por ahí y recogerlos. Otro mensaje llega y siento que me voy a desmayar, ¿es un sueño?

¡Es de Sofia! Sofia me acaba de enviar un mensaje.

Sofia...

                                                                             Atlas

Hoy viene David Anderson  al laboratorio de mi compañía, quiero que vea el proyecto en el que estamos trabajando y en que podría contribuir, necesito esto lo más pronto posible con la amenaza de los albaneses no me extrañaría que tenga que ver con la intriga que están sembrando en Bea y el accidente a la Fábrica de mamá.

¡Demonios! ¿Cuándo se empezó a salir todo de mis manos? ¡qué está pasando! ¿No estoy concentrado? o... ¡No! en lo absoluto, es algo más, es algo más.

Suena mi celular es Tomasso, y ya se que quiere. Mi confirmación al juramento que haré hoy en la noche a La Famiglia seré parte de la Mafia, pondré mi vida a disposición de la más grande organización del crimen que existe y no tengo miedo, hace mucho tiempo deje de tenerle miedo a la mafia y Tomasso lo sabe.

Suena la puerta de mi oficina, es Xavier.

–Señor Sideras, el joven Miller ha llegado

–Dile que pasé y llama a Carlo que preparé el auto en quince minutos vamos al Laboratorio de Hephaestus Tec

–Si señor.

En seguida entra David Anderson, el niño genio y la poderosa adquisición de Hephaestus Tec

–David ¿Cómo estas? Bienvenido.

–Señor Sideras, buenos días.

–Adelante toma asiento.

–Gracias.

–No estés nervioso...Como va todo en el curso del MIT.

–Todo es genial señor...hay tantas personas interesantes.

–Lo sé, algunos trabajan aún para Hephaestus Tec.

Después de una breve explicación de que consiste mi proyecto y el prototipo en el que esta trabajando, me enseña en su laptop vieja dicho avance.

–¿Qué paso con la nueva laptop que se te proporciono?

–Trabajo mejor con esta, señor.

–¿Seguro?, es un modelo antiguo de Hephaestus.

–Lo es, pero me rinde excelentemente, señor no se preocupe no entorpece mi desempeño.

–Igual, sería bueno que en lo que trabajaremos empieces a usar la nueva laptop

–La usa mi hermana a veces, ya sabe para diseñar sus cosas de moda.

–¿Y como esta tu hermana de salud?

–Bien, va bien.

–Ya sabes si necesitan algo más estoy...

–¿Señor a ud le gusta mi hermana?

No me esperaba esa pregunta, es un chico muy listo definitivamente. Pero somos interrumpidos por Xavier quien entro sin anunciarse y su expresión de conmoción no era buena señal.

–Señor, la señorita Anderson esta aquí.

–¡Que! ¿mi hermana que hace aquí?

–Hazla pasar.

Abril entro a mi oficina en compañía de Xavier quien la sostenía, pero se zafó de él ferozmente y por su aspecto es obvio deducir que estaba llorando, pero hay algo que me esta incomodando, parece como si estuviera ¿drogada?

–¿David se puede enviar un mensaje bajo el agua?

–¿¡Que te sucede Abril!?–se acerca a ella, percatándose de lo mismo que yo. Esta dopada. –¿Qué pasó?

–Abril ven. –me acerco a ella, pero instintivamente se aleja de mi–No te haré daño.

–¡No! ¡Quiero que me respondan a lo que dije! – mientras rasga su cuello, cada vez con más fuerza. –Quiero saber... quiero saber...!QUIERO SABER¡

–La señal no se interfiere bajo el agua... existen...

–Un muerto puede mensajear... bajo...el agua–balbuceó, parecía que se iba a desmayar sus ojos estaban perdidos, abriéndose y cerrándose lentamente.

–¿Que? ¿Un muerto? !Que diablos te pasó Abril¡–David tomó su mano para que deje de lastimarse  y la acompaña al sofá. –Ven, aquí estoy hermana, mírame.

Me acerco a ella y percibo el olor a ¿formol? y nicotina. Me recuerda al olor de las bodegas de Tomasso cuando secuestra a personas.

–Mi hermana no se droga si es lo que piensa, ¡jamás! No es esa clase de persona.

–Lo sé.

Abril empieza a convulsionar erráticamente, nos alejamos hasta que los espasmos mermaron y la tome en mis brazos para ir a emergencias otra vez. Ya me estoy molestando de ver a mi chica a cada momento en el hospital, y lo que más me quemaba en verla así, ¿Quién diablos puso sus asquerosas manos encima de ella? ¿Quién le hizo esto?

Lo mataré.

Ya en el auto camino al hospital, muchas cosas me pasan por la cabeza y para este trabajo necesito a Tomasso de cierta forma pronto seremos familia.

–¿Quién trajo a mi hermana así?

–Lo averiguaremos te lo juro.

–Mamá no puede saber esto por ahora, no quiero causarle más problemas–mientras acaricia el rostro de su hermana que  estaba ya dormida–ella tampoco quisiera eso.

–Los ayudaré.

Por siempre inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora