Atlas
Mientras se acercaba a la entrada de su casa me sonreía, ella estaba feliz yo la hacia feliz y esa sensación tan calidad ese beso, fue suficiente para saber que los dos éramos uno, estábamos destinados, ella seria mía, es una promesa.
La vi entrar a su casa, asegurándome de que estuviera a salvo. Luego, encendí el auto y me alejé la carretera se extendía ante mí, blanca y solitaria.
El teléfono vibró en mi bolsillo, y sin pensarlo, ignoré la bandeja de entrada y marqué el número de mi asistente Xavier.
–Necesito que compres una propiedad en la zona The Crow. ¿Sabes cuál? –manteniendo la voz baja y confidencial
–¿Estuvo con la señorita Anderson? –inquirió Xavier al otro lado de la línea.
–Si.
–Bueno ya se que propiedad es la que quiere.
–Y... ¿alguna novedad?
–El señor Tomasso lo está buscando. –su tono se volvió más serio.
–Si, me lleva buscando hace tiempo.
–Está en compañía de "otros" señores.
–¿Qué "otros señores"? ¿Cómo lucen?
–No parecen buenas personas. – admitió.
–Entiendo. –murmure.
La famiglia quien más podría ser, sabiendo que era tarde. Xavier era un enigma: pasaba horas allí, trabajando y estudiando durante las noches. Era tan privado que no sabía si tenía una vida más allá del trabajo. Quizás el puesto de guardia no le caería mal.
Marqué el número de Tomasso, sabiendo que esto tenía que ver con él.
–Greco.– respondió al otro lado de la línea.
–¿Estás en camino? – preguntó.
–Sí, en 10 minutos llego– confirmé.
–Genial–, dijo. Pero su tono cambió rápidamente.
–¿Por qué la mafia me va a visitar en mi zona de trabajo? –, pregunté, sintiendo la tensión en el aire.
–Tú te lo buscaste, por no cumplir una simple tarea–fue su respuesta.
–Oooh, así castigan a los rebeldes, con visitas privadas– murmuré, sarcástico.
–No es una "visita amigable" –advirtió Tomasso.
–Tomasso...– lo llamé, buscando respuestas.
–Tú te lo buscaste, y estoy aquí para mitigar el daño. Soy un buen amigo–, dijo, y su voz era firme.
–Serías el mejor si hicieras que se fueran de mi oficina– le dije, sabiendo que estaba en un aprieto.
–Eso no pasará. Debes enfrentarles– concluyó Tomasso, y colgó.
Me dirigí a la oficina, sabiendo que la noche sería larga, pero antes que todo le deje un mensaje a mi Abril.
Abril
La puerta se abrió con un suspiro familiar, y allí estaba mi madre, sentada en el sofá, viendo una telenovela mientras devoraba palomitas de maíz y estaba con una manta. Su sonrisa se iluminó al verme.
–¡Hola, cariño! ¿Cómo estuvo tu día? – preguntó, ofreciéndome un puñado de palomitas.
Me acerqué y le di un beso en la mejilla. –Fue genial, mamá. Pero estoy un poco cansada. Creo que me iré a duchar y a dormir temprano.
Ella asintió, sabiendo que necesitaba mi espacio. –Claro, cielo. Descansa bien. Y no olvides que siempre puedes acompañarme a ver estas telenovelas cursis– bromeó.
Subí las escaleras, vi luz en la habitación de David, toque la puerta y no oí respuesta así que abrí, estaba estudiando como siempre con sus audífonos, cerré la puerta y me dirigí a mi habitación la luz tenue de la lámpara creaba un ambiente acogedor. Me senté en la cama y revisé mi celular.
Un mensaje de Atlas apareció en la pantalla: "Buenas noches, mi amor". Sonreí como una tonta, sintiendo mariposas en el estómago.
Pero justo cuando la alegría me envolvía, otro mensaje llegó. Era Damien Bucket: "¿Sabes que eres mi razón para sonreír todos los días?". Sus palabras me hicieron fruncir el ceño. Damien llevaba semanas enviándome mensajes molestos, y no sabía cómo detenerlo sin herir sus sentimientos, vi YOU así que, se cuando las cosas se ponen intensas.
Apagué el celular y me tumbé en la cama. La atmósfera de alegría se había desvanecido, reemplazada por una incómoda sensación de conflicto.
Me puse ropa cómoda y abrigada. La nieve caía con más intensidad, cubriendo todo en un manto blanco. Mi celular vibró, y vi el mensaje de mi antigua amiga del trabajo de Garden of Needles.
–¡Hola Abril! ¿Recuerdas a mi pequeña hija Lu? Cumple años la próxima semana, y estoy organizando una fiesta sorpresa para ella. Me encantaría que le confeccionaras un vestido especial. ¿Qué dices?"
Sonreí. La idea de crear algo para su hijita Lu me llenaba de alegría. –¡Claro! Será un placer hacerlo. Cuéntame más detalles sobre la fiesta–le respondí.
–Las amo a las chicas, pero de todas tú eras la mejor en ropa infantil.
–No me hagas sonrojar, Helen.
–¿Cuándo podrías venir a Garden?
–¡Sábado! voy a Garden.
–Genial mi Abril. Te esperamos.–escucho a su pequeña hija feliz gritar a lo lejos "gracias Abril".
Menos mal a pesar de haber salido de la universidad he podido continuar practicando la costura que me apasiona, sin querer estoy construyendo mi cartera de clientas, y eso me pone muy feliz con estos trabajos podre reunir para comprar las maquinas industriales y que mi trabajo sea mas eficiente con mejores acabados.
Las cosas están mejorando de a poco, y ahora que ha mamá le redujeron sus horas de trabajo, se salvo quela despidan la carga esta solo en mi para los gastos del hogar.
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Por siempre invierno
RomanceSolo soy una chica más de la que dicen que "la suerte" le cambio la vida, pero no fue ella si no ... el destino irrevocable que me atrapó en su caótica vida. ...