Capítulo 26

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Atlas

Recibo unos correos de mi "nueva familia", tengo trabajo que hacer hackear el pentágono... ignoró la orden. No me dirán que debo hacer sin darme al menos detalles, yo no trabajo así, quizás me gane enemigos a futuro, pero tengo otras prioridades hoy.

Reviso en que diablos se metió David Anderson, andar en la dark web el muy estúpido, ¡No es una visita académica! para eso esta Wikipedia o Google scholar, en donde diablos cree que la curiosidad llevará a los mocosos hoy en día, la huella digital siempre queda.

Carlo me avisa que estamos siendo seguidos y ejecuta su manejo evasivo, estamos lejos de la ciudad, mientras me aferro al asiento el auto zigzaguea por las calles. No sé cómo lo hace, pero cada maniobra parece sacada de una película de acción y el auto gira bruscamente en una esquina, las llantas chirriando contra el pavimento ¿Por qué nos persiguen? No tengo respuestas, solo mi instintos de supervivencia y preparo mi arma.

Al final el auto choca contra una barricada improvisada, y el mundo se vuelve negro sintiendo dolor y confusión.

¡Maldición!

­­–Carlo, ¿Estás bien?

–No estoy seguro, señor. Pero al menos seguimos con vida.

El sonido de pasos que se acercan. Los perseguidores han llegado, miro a mi alrededor, buscando una salida. La puerta del conductor está atascada, pero la del pasajero se abre con dificultad. Mientras ayudo a Carlo a salir del auto.

–¿Quiénes son? ¿Por qué nos persiguen señor?

–No lo sé, Carlo. Pero busca tu arma.

Me siento mareado. Carlo señala hacia un sendero oscuro que se adentra en el bosque nos dirigimos ahí, y en seguida Carlo saca su arma.

–Señor póngase atrás de mí.

–Carlo...–

–Señor yo lo cubro.

Los tipos que nos seguían, empieza a disparar son más de dos. Suena mi celular es Tomasso.

–¿Quién diablos te crees para ignorar una orden de La Famiglia?

–Estoy algo... ocupado. –le respondo mientras disparo.

–¡Demonios! ¿Eso fue un disparo?

–Si.

–¿Necesitas ayuda? !Qué diablos fue eso¡

–No sé.

–¡Imbécil! ¿Con quién estas de escolta?

–Solo Carlo.

–¿Carlo? ¿Quién es Carlo?

–Mi chofer.

–¡Estas solo con tu chofer! ¿Y tus escoltas, imbécil?

–No cre...–mientras corro para cubrir a Carlos–Después hablamos estoy "algo ocupado" casi me disparan.

–Envíame tu ubicación.

Abril

Ya en la entrada de la casa, Andrew nos hizo el favor de llevar, estoy tan aliviada que ya este libre mamá a penas salió de la estación recupero su brillo, era como si volviera a nacer.

–Gracias Andrew.

–Abril...podemos hablar.

–Los dejo chicos.

–Si mamá ya entro.

–Gracias Andrew, por todo.

–No se preocupe señora Miller, a las órdenes.

Estamos solos en el auto, luce angustiado.

–¿Por qué no me buscaste Abril?

–Andrew, lo solucione.

–Fuimos tan buenos amigos en la preparatoria, siempre te lo dije "Si me necesitas...

–"Búscame, y estaré ahí para ti... no importa la distancia"

–Si lo sé, fui cursi. Pero hablaba en serio

–Andrew...yo sé.

–Abril, tu eres importante para mí.

–Gracias...–lo miró y le sonrió "sigue siendo mi amigo Andrew"

Se acerca y me abraza, lo necesitaba tanto. A pesar de los años, sigue siendo ese joven de corazón noble, sigue siendo una buena persona.

–Siempre estaré para ti hermosa, siempre.

–Gracias fortachón.

–Yo me encargaré de limpiar el historial de mi mamá que no pase eso de nuevo.

–Señor inspector...no hace falta.

–Fue un descuido... y paso en mi estación.

–Mamá es fuerte, estará bien.

–Yo sé que sí.–me sonríe –No sabía que conocías al asistente de fiscalía.

–Es hermano de mi mejor amiga de la universidad.

–Aaaah, entiendo.

–Me siento cansada.

–Claro... te escribiré.

–Cierto, Andrew puedo preguntarte algo.

–Lo que quieras.

–Es curiosidad, quizás sepas algo.

–¿Sobre qué Abril?

–La mafia en Boston–noto que su rostro se tensó.

–¿Sobre la mafia?

–Si... ¿Atlas Sideras, tiene algo que ver con la mafia?

–¿Lo conoces, Abril?

–A David le dio una beca.

–¿Solo es una relación académica por tu hermano, nada más?

–No.

–¿No?

–Últimamente está involucrándose con mi familia, le he pedido ayuda.

–Sideras tiene su historial limpio, sin embargo se lo esta investigando por sus conexiones con ciertas personas que tienen vínculos con la mafia.

–Como Tomasso Greco.

–Abril, aléjate de el y todo lo que tenga que ver con Tomasso Greco y Atlas Sideras. –me lo dice seriamente. –intenta reducir tu cercanía, no puedo hablar mucho de eso.

–Bueno, gracias por el consejo Andrew.

–Cuídate hermosa.

Cuando ya ingresé a la casa, ahí estaba David mi hermano que estaba "secuestrado" está tomando un café mientras ve televisión en los brazos de mamá.

–Hola Abril...–me sonríe

–David. –corrí abrazarlo –¡Dios casi muero!

–¿Por que actúan así? ¿Paso algo en mi ausencia? –mamá nos mira con extrañeza.

–No ma, no es nada. –dice David.

–¿Seguro?

–Asi es mamá. –afirmo, hasta no saber toda la verdad no diré nada.

–Hija ven, hace frio pasemos juntos–tira de mi para que me una a ellos–quiero estar con mis hijos.

–Ya regreso, me pondré algo más cómodo.

En mi habitación mientras me siento un momento, y me abrazo lo necesitaba me digo "todo paso" "todo paso" "están bien" "estamos bien" suena mi celular, es Jenn preguntándome si llegue bien.

Veo mensajes de la señora Zane preocupada por mi estado de salud ya que no me he reportado y de mis compañeras, les respondo rápido. Veo que aun el señor Sideras aun no me responde, no ha leído el mensaje.

Por siempre inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora