Capítulo 20

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ISABEL: 

¡ Qué carajos me pasaba !

¡Qué carajos estaba sintiendo y por qué lo estaba sintiendo ! 

― Estoy loca - me lamenté 

― ¿Por qué lo dices ? - dijo Azura a mis espaldas .

― Azura - corrí a sus brazos y me acurruque en estos - está bien que me sienta horrible 

― Nena - su mano iba de arriba a abajo , tratando de calmarme - si quieres puedes llorar , sabes que siempre estaré para ti 

― Tú sabes que yo no lloro 

Las lagrimas que reprimía querían salir, pero tenía que ser fuerte . ¡¡¡TÚ NO LLORAS !!!

― ¿ Qué pasa ? 

―Vamos a adoptar un perro 

― Eso es bueno 

Me quedé en silencio , me empecé a quitar el vestido de la boda y cambiármelo a uno elegante pero más cómodo.

― ¿ Por qué siempre que él me recalca que esto es un contrato , algo en mi pecho me quema y me pone triste? 

― No me digas que ...

― No Azura ni lo pienses , él no me quiere , él me detesta , él se cree todo lo que dice Marahana , cree que estoy obsesionada con él , él está arto de mi presencia , él - Azura me interrumpió 

― Él dice eso o mejor dicho tu mente dice eso , pero tu corazón que dice .

― ¿ Mi corazón ? , hablas enserio !! , mi corazón opina que ya está cansado de hacer cosas por caerle bien o por lo menos tratar de llevarnos bien , estoy harta de todo , es un idiota que me odia y ...

― ¿ Eso dice tú corazón ? -preguntó burlona 

― Claro que sí , él no me gusta , ni por las esquinas . Jamás !!! - aseguré mas para mi misma que para Azura 

― Tus actos demuestran otra cosa - la miré incrédula y ella caminó hacía la puerta y antes de salir me miró y dijo - Te estas poniendo el vestido al revés.

Cerró la puerta , a lo lejos se escuchó su risa . Me miré de arriba a abajo y tenía toda la razón, el vestido estaba al revés . 

Me cambié rápidamente, esta vez asegurándome de que el vestido estuviera bien puesto. Era un vestido de satén blanco, ceñido al cuerpo, resaltando cada curva con elegancia. El escote en V profundo añadía un toque de sensualidad, mientras que los tirantes finos dejaban mis hombros y espalda al descubierto. La tela fluía suavemente hasta llegar a mis tobillos, con una pequeña abertura en la parte posterior que facilitaba el movimiento. Los detalles de encaje en los bordes del escote y la espalda aportaban un toque delicado y sofisticado. Me sentí más cómoda, aunque el nudo en mi pecho persistía.

― Tú esposo te está esperando - abrió la puerta de un portazo mi padre , apretando sus puños en cada lado - No puedes hacer nada bien o que ? , hay gente de la prensa infiltradas en la fiesta, que van a pensar !!!  

Asentí rápidamente, sintiendo el miedo familiar que siempre me invadía cuando él levantaba la voz. No podía permitirme un error más. Obedecí de inmediato y, sin decir una palabra, bajé las escaleras con prisa. Cada paso resonaba en mi mente mientras intentaba calmar mis nervios.

Al llegar al salón, me di cuenta de que había demasiadas personas que no conocía. Caras nuevas, miradas curiosas y sonrisas falsas me rodeaban, aumentando la sensación de ahogo en mi pecho.

Tú eres como las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora