Jennifer Larsen, una ocupada ejecutiva de viajes, no da más con el estrés y drama en su vida. En teoría va a casarse con un piloto, y se supone que todo será perfecto. Pero, en teoría, tampoco debe gustarle el nuevo cliente de la agencia.
Harvey Mil...
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Llegar aquí me llevó más tiempo del que esperé. No tanto por bloqueo, sino porque las ocupaciones de la vida adulta me han llevado a espaciar cada vez más mis plazos de publicación. Pero al fin puedo decir, con satisfacción, que esta es una nueva novela terminada.
Quiero agradecerles a las pocas personas que han llegado hasta aquí, esperando las actualizaciones semana a semana, y comprometiéndose con la novela. Ha sido un trabajo muy especial para mí, ya sea porque es un mundo que conozco bien (el de las agencias de viajes), o por las subtramas que siempre sentí muy personales.
Más que una historia de romance, quise brindar algo que reflejara la realidad de muchas personas que padecen depresión y ansiedad. O lo que pasan sus cuidadores.
El abandono familiar, infidelidades, y como ciertas cosas de la niñez pueden marcar a una persona para siempre. La vida no es fácil, y eso Jen y Harvey lo tuvieron que aprender a la mala.
Y como señalé al final de este último capítulo, esta no es la despedida definitiva. Aparte del epílogo que espero publicar pronto, continuaremos la historia de estos personajes en otro libro. No doy fechas, pero tendrán detalles poco a poco.
Fue un trabajo que disfruté escribir, aunque se aleja de lo que estoy acostumbrada a hacer y publicar.
