Jennifer Larsen, una ocupada ejecutiva de viajes, no da más con el estrés y drama en su vida. En teoría va a casarse con un piloto, y se supone que todo será perfecto. Pero, en teoría, tampoco debe gustarle el nuevo cliente de la agencia.
Harvey Mil...
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Harvey
Antes de esa mañana ya lo sabía, pero solo entonces reconocí que me encantaba escucharla hablar. Sé que quizá fue poco educado de mi parte, porque la presentación era por mí, pero yo apenas vi las fotos, vídeos y todo lo demás. Solo lograba pensar en lo hermosa que se veía, con ese porte tan seguro que tenía al exponer, como demostraba un increíble manejo del tema. Respondía las preguntas de todos con facilidad, y sonreía. ¿Por qué tenía que ser tan linda? La miraba hablar, y mi vista estaba fija en sus labios, no deseaba otra cosa que besarla hasta cansarme. O sea para siempre, porque nunca iba a cansarme.
—¿Y alguien tiene otra pregunta? —Oliver levantó la mano. Al menos a él le caía bien, podría acercarme a Jen sin tener a su primo celoso rondando. Tampoco es que eso me hubiera detenido, si me estaba acercando a ella consciente de que estaba comprometida, ¿por qué me detendría un primo? —. Sí, ¿cuál es tu duda?
—¿Y es más fácil ir por avión a la selva? Quiero decir, ¿no es más divertido ir en bus? Por los paisajes y eso...
—Claro, por avión puedes ir para ahorrar tiempo si el itinerario no tiene muchos días. Si quieres ir en bus te va a tomar más tiempo, incluso hay cruceros muy buenos que recorren el Amazonas. Hay de todo tipo, desde los del servicio estándar, hasta el lujo.
—Entonces, ¿cuál me recomiendas? —continuó Oly.
—Si quieres una experiencia de aventura y te sobra el tiempo, prueba con el bus. Y si vas por avión luego podrás internarte en alguna reserva nacional por más tiempo, igual se vive la experiencia.
—Oh, entiendo. Gracias. —Se suponía que yo tenía que hacer las preguntas, ¡era el que iba a viajar! Pero todos se turnaban para hacer más y más preguntas. Se habían sumado algunos compañeros del elenco que planeaban sus vacaciones, entre otros miembros de la producción. Estoy seguro de que pocos pensaron en viajar al sur hasta que escucharon a Jennifer hablar.
—¿Alguna otra pregunta? —Oliver volvió a levantar la mano—. ¿Si?
—¿Puedo ir?
—Sabes dónde queda mi oficina. —Fue la única respuesta de Jen, y se escucharon algunas risas. Él se hizo el ofendido y bajó el rostro resignado—. ¿Alguien más? Harvey, ¿todo quedó claro? —me preguntó. Y yo, ¿qué te iba a decir, Jen? "Sí, me quedó claro que eres muy linda, en algún momento me perdí entre tu explicación del río Amazonas, y cuando me di cuenta ya hablabas de Iguazú". Obvio no podía decir eso.
—Si, Jen. Es más, ya tengo en mente la ruta que quiero tomar. —Si, claro. Una mentira piadosa
—Perfecto, todo claro, ¿verdad? —Los demás asintieron—. Ya tienen mi tarjeta, cualquier consulta no duden en llamarme... ¡Ah! Y si no están interesados en América por ahora, igual pueden llamarme, los pondré en contacto con agentes de otras regiones. Gracias por su atención, espero hayan disfrutado de la presentación.
