36. No hay marcha atrás

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Harvey

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Harvey


Las cosas se calmaron un poco. Solo un poco. Con la partida de Alexandra a la alejada casa de su familia, y con el escándalo que ocasionó la denuncia de Alba a Liam, quise creer que todo iba a arreglarse.

Una imagen vale más que mil palabras, es lo que dicen, y es verdad. La foto que Ale colgó en Instagram de ella y Jen juntas acabó con mucha de la mierda que le estuvieron echando a mi chica de forma injusta. Si demostraron ser amigas, ¿por qué tenían que enemistarlas a la fuerza? Así que eso podía ser un problema menos, pero las cosas no seguían bien del todo.

¿Por qué tenía esa sensación de que algo estaba roto entre los dos? Eran los silencios tal vez, la tensión, y otros los problemas que tuvimos que enfrentar y de los que no salimos ilesos. Puede que los ánimos se hayan calmado, pero quien seguía molestando y haciéndole la vida imposible a Jen era su eterna enemiga, Mariana.

Ahora no soltaba el tema de Fred y ella. ¿Qué te puedo decir? El maldito abusivo de pronto ya no era la mierda infiel que siempre fue, sino una blanca paloma víctima de la malvada Jennifer. ¿Por qué es tan fácil hacer de una mujer la villana, y aún más sencillo hacer de un hombre la víctima? Ah, ya lo sabrás tú. Es el mundo en el que vivimos, y que se niega a cambiar.

Con la compañía de mi madre, al menos, pude relajarme un poco más. Ahora que no tenía trabajo que hacer, me dediqué a terminar de escribir de una buena vez esos guiones pendientes. Y mamá influía en eso, claro. Me daba la calma y el orden que necesitaba para concentrarme en una sola cosa. Lo cierto era que me urgía un trabajo de verdad, y pronto. Tenía una bebé en camino, y al menos con lo que estaba escribiendo lograría un avance.

Y hablando de eso...

Aún me daba vueltas por la cabeza lo que Ale me propuso esa tarde en su casa. Que ella podría influir en los ejecutivos de Disney, usar sus contactos y así conseguirme un nuevo papel. El tema era que no estaba seguro de volver a la pantalla, en especial porque lo que buscaban eran superhéroes o cosas por el estilo. Digo, tal vez Ale se acostumbró a actuar con una pantalla verde detrás de ella, pero el solo pensarlo me desanimaba mucho.

Tampoco te voy a mentir, quería conseguir algo por mis méritos. Algo en verdad bueno para mí, no me importaba si era serie o película, solo algo que amara hacer. Mi experimento de ser un casi villano de serie juvenil no resultó bien del todo, y no quería estancarme en eso. Tal vez si cumplía el encargo de los guiones que estaba escribiendo, tal vez si presionaba a mi agente para buscar una producción idónea...

—Hola, cariño. ¿Estás ocupado? —Su voz me sacó de ese momento de disociación. Me había quedado con la pantalla en blanco frente a mí, y mis dedos sobre el teclado de la laptop sin siquiera moverse.

—No... Si... Más o menos —respondí, bajando la pantalla para mirarla mejor—. ¿Por qué? ¿Pasa algo?

—Estoy de salida, Jen vino a recogerme...

Un díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora