Matrimonio Arreglado - Haobin

023: Karaoke en casa

023: Karaoke en casa
(Perfect - Ed Sheeran)

Hao se sentó en el sofá en modo indio viendo los paquetes que habían dejado sus suegros encima de la mesa y parte del suelo.

«Vaya ropas..» Pensó en mente.

Ni siquiera había perdido su preciosa virginidad y ya tenía ropa de bebes a futuro.

— Hao, ¿Deberíamos pedir algo para cenar? — Hanbin se acercó con el celular en manos. — ¿Quieres pizza u otra cosa?

— Me conoces, Binie. — Zhang sonrió, dando a entender que pedía pizza.

En cuanto Hanbin asintió y se sentó a su lado, notó al cariñoso de Hao restregarse en su cuerpo.

Sonrió complacido haciendo lo mismo.

— A este paso ni el spray podrá opacar tu aroma. — Bromeó Bin tomando a Hao por la cintura, este último se acomodaba en su regazo con lentitud. — Y me gusta. — Apretó la cintura del castaño que se relamio el labio inferior acercándose a su rostro.

Hao rozó sus labios y jugo un poco con los cabellos del azabache.

— A mí también Binie. — Susurró Zhang en sus labios. — Me gusta mucho. — Empezó a moverse encima del regazo, tratando de provocar al recto alfa con sus acciones.

Hanbin en cambio se mordió su labio inferior, amaba sentir la calidez y toques del castaño. Tanto que dejó que este se siguiera restregando en el.

Su aroma dulce a uvas estaba en todo su cuerpo, le encantaba.

Hao fue de a poco moviéndose encima de su miembro logrando sentir la dureza debajo suyo, sonrió inocente en cuanto las manos del azabache fueron suavemente a su trasero, ahí, a masajearlos a su agrado mientras se frotaban mutuamente.

Ante el calor del momento, Hanbin atrapó los labios gruesos del menor que correspondió al instante; se llenaron en húmedos besos lujuriosos que volvía de más el ardiente momento.

Sung probando de su esposo, y Zhang de igual manera.

— Biniee. — Susurró Hao cerca a sus labios. — Me gustó el karaoke de ayer, ¿Hacemos uno en casa? — Dijo despegandose del alfa que aún tenía una erección al igual que Hao.

— Buena idea, quiero oírte cantar otra vez. — Sung dejó a Hao levantarse y poder poner el disco de karaoke. El día anterior habían hecho lo mismo, y por primera vez, había escuchado la bonita voz de su esposo.

— Tu también cantaras Biniee. — Hao lo miró amenazante mientras ponía play a la música.

— No sé me da bien cantar.

— Pero ayer lo hiciste muy bien. — Tomó el micrófono ya conectado y se sentó a lado de Hanbin quien se tapaba su intimidad con una almohada; continuaba con una erección.

Hao río divertido dando comienzo a "Perfect - Ed Sheeran" una canción que muy conocida era entre los jóvenes de su edad.

Hanbin lo escuchaba atentamente, escuchando la melodía de su dulce voz e inclusive sus notas altas que jamás pensó que llegaría. ¿Es un cantante acaso?

Cuando Hao le pasó el micrófono, Hanbin se puso nervioso un rato pues jamás (aparte del día de ayer) había cantado antes, hasta que al ver al alegre del omega animarlo, no le quedó de otra que empezar a entonar y cantar la parte que continuaba.

— Baby, im. — Canto viendo únicamente los ojos cafés del omega. — Dancing in the dark.. — Cuando Hao se aproximó a el a abrazarlo, no pudo pensar en lo perfecto que sonaba. — With you between my arms..

— Barefoot on the grass. — Siguió Hao con una sonrisa. Su voz era tan angelical. — Listening to our favourite song. I have faith in what i see.

Hanbin en cambio no pudo sentirse más maravillado con cada entonación que hacía el menor, tomó su mano y atrajo el micrófono para cantar, ya se había adentrado al ambiente en el cual Zhang lo habia atraído. — Now I Know I have met an angel in person.. — Realmente a Zhang la canción le daba como anillo al dedo, tanto que si el fuera el compositor, Hao sería el muso de sus letras. — And she looks perfect I dont deserve this..

— You look perfect tonight.. — Finalmente Hao correspondió sus palabras, así ambos creando un ambiente cálido y romántico.

Mientras la canción continuaba, Hanbin fue acercándose nuevamente a los labios del castaño tierno a su lado. Hao también lo hizo, se acercó con lentitud teniendo una sonrisa en el rostro. Su esposo se aproximaba a besarlo.

Al estar lo suficientemente cerca, dejaron de cantar escuchando solo el sonido de la música.

Hanbin tomó a Hao de la mejilla y sin pensarlo mucho beso con dulzura sus labios, aquellos que ya se estaban volviendo una adicción.

Con lentitud crearon un vaivén suave y cómodo que tanto les había costado crear, pues, al inicio de su matrimonio tuvieron problemas que resolver entre ellos; que jamás pensaron en crear un beso tal cual ahora compartían.

Hao llevó sus manos encima de los hombros de Hanbin, y fue ahí que se le permitió nuevamente acercarse. Otra vez se estaba dejando llevar por la calentura, y es que, Hao sabía perfectamente que su celo se estaba aproximando.

Cuando el beso se torno un poco más apresurado, el timbre de la casa resonó fuertemente sacándolos de su burbuja lujuriosa.

Hanbin gruñó a lo bajo y se separó de los labios contrarios, notando los rojizos que ya se habían puesto.

Se levantó y acercó a la puerta para abrirlo, al hacerlo, con una falsa sonrisa recibió al repartidor que había traído la pizza. Este mismo sintió el aroma fuerte en Hanbin lleno de feromonas que lograban marearlo un poco, no dijo más y después de recibir el dinero, se retiró en su motocicleta.

Sung regresó a la sala para encontrar a Hao en el como bailaba y cantaba a lo loco una canción en chino, aquello le quedaba muy bien.

Se quedó parado observando al bonito omega bailar, que, cuando vio en la mesa los paquetes que su padre Baek había traído. Solo pudo pensar, ¿Tendría que hacerlo, cierto?

Un cachorro con Hao.

Sonrió tontamente al imaginarse al castaño bonito con una barriga enorme llevando su cachorro, su hijo. Verlo cada mañana despertar con aquel puchero que tanto solía mostrar, quizá.. besarlo hasta el cansancio sin importar que.

De ahora en adelante, Hanbin se había propuesto a cuidar a su esposo de todo lo demás. Lo amaría, porque no resultaba tan difícil como pensó.

Era mucho más lindo pensar en una familia, lo cual jamás experimentó.

«Creo que estoy empezando a enamorarme de ti, Zhang Hao.»

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¿Poco o mucho para el final? No sé preocupen, falta cositas que me pidieron y recién está por pasar.