007: Hawaii

253 43 2
                                    

007: Hawaii

Sung Hanbin y Zhang Hao después de arreglar la habitación y encargarse de desaparecer aquellos objetos; se acostaron encima de la cama mirando al techo para luego suspirar exhaustos.

— Un cachorro. — Pronunció Hao. — Ni siquiera he dado mí primer beso.

Hanbin río por aquellas palabras, más luego se acomodó de lado para mirar a Hao que estaba a su izquierda. — En la boda, al sellar las palabras. ¿Eso no fue tu primer beso?

— Binie, eso solo fue un piquito. — Respondió el castaño. — Un beso es algo profundo, ¿No has visto las novelas latinas?

— No. Tampoco veo dramas de la televisión. — Respondió el alfa. — Un beso es..

— Así como el que compartiste con aquel rubio ese día. — Hao dijo interrumpiendo las palabras de su esposo que lo vió un poco avergonzado. La mención de aquel escenario que logró que haya un problema los dos primeros días después de la boda, hacían una gran culpa en la mente de Bin.

— Hao.. — Hanbin regresó a su posición inicial, en ver al techo como si fuera lo más interesante del mundo. — Enserio espero que encuentres a una buena persona que pueda amarte como te lo mereces, que puedas encontrar el amor.

Zhang río. — ¿Amor? yo también quiero algo así en un futuro.. como la madre luna dicta, un amor verdadero.  — Pensó en las innumerables veces que había deseado un amor lindo y romántico a la madre luna. Cómo la historia dictaba, Hao pensó que se presentaría como alfa por lo que pedía un lindo omega que lo cuide y ame. Pero.. las cosas no resultaron de ese modo. — Si encuentro a la persona que quiero amar, espero que mis padres no se opongan.

Hanbin asintió en un ambiente silencioso, ese.. era su caso.

Aún en el silencio abismal que se había instalado, curiosamente, ambos cayeron en un profundo sueño al estar muy cansados.


















(..)

— ¡Hanbin, despierta! — Zhang Hao movió el cuerpo de su esposo que aún seguía dormido bajo las sábanas. — ¡Hanbin, por favor! ¡Quiero ver las presentaciones de la mañana!

El castaño no sabía porqué al azabache le costaba tanto levantarse, si cuando la gallina (alarma) cantaba, el se paraba de inmediato.

— ¡Hanbin! — Gritó por última vez tumbandose en el suelo. Se rendía.

Era el quinto día en Hawaii y ya habían disfrutado los paisajes, los viajes en helicóptero, incluso habían visto los volcanes. ¡Pero Hao había amado algo sobre todas las cosas!

Y eso era las presentaciones (bailes teatrales) que un grupo de personas solía hacer en la calle a las ocho de la mañana.

—Hao-ah. Solo cinco minutos más.. — Hanbin aún estaba con los ojos cerrados. — Te he estado enseñando coreano.. hasta tan tarde en la noche que no puedo creer que no tengas sueño.. — Dijo como pudo. Tenía realmente mucho sueño.

Hao frustrado se levantó de brazos cruzados y decidió ir solo.

— Biniee.. — Acarició la cabellera de su esposo. — Descansa el tiempo que tú quieras, prometo que me voy a portar bien. 

— Gracias Hao-ah. — Bin respondió sin pensarlo e iba a caer nuevamente al abismo de su sueño. De no ser, que después de darse cuenta que ya no sentía la mano de Hao en su cabellera y que "prometo que me voy a portar bien" hayan salido sin pudor alguno. Cayó en la razón de que Zhang se había ido solo.

Matrimonio Arreglado - HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora