044: Casa sola

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044: Casa sola

La presentación Over Me, siempre lograba que Hanbin tenga una erección entre sus piernas, una que no siempre lograba parar solo con las manos.

Su novio se había vuelto más sensual que antes, su trasero regordete y sus piernas gruesas lo endurecian cada que Hao caminaba solo en shorts por toda la casa.

Cómo justo ahora, al llegar después de la presentación, Hao cansado se ducho y se cambió con unos shorts muy cortos resaltando su piel blanquecina.

El grosor de esos muslos sensuales y el polo holgado que se había colocado, no ayudaba mucho en su lujuriosa mente.

Solo quería hacerlo suyo en distintas posiciones, no importa que.

Es nuestro omega. Sin embargo, su lobo no opinaba como él.

Su parte animal que debería ser salvaje, era más dulce de lo que pensó. Fue una gran sorpresa porque su lobo siempre fue tosco, agresivo y amenazador; con Hao es todo lo contrario. 

Dulce, tierno, amable, paciente.

Por eso cada que Hao le decía "Tierno" se sorprendía. Porque jamás pensó tener una característica similar.

— Binie, encontré la caja que tus padres trajeron ese dia para el bebé.

Hao estaba apoyado contra la mesa de la sala dejando su trasero a la vista, muy apetitoso a su vista. — ¿Enserio? Eso es bueno. — Hanbin dejándose llevar por sus impulsos, se acercó al menor y colocó sus manos en su cintura, sintiendo a Zhang sobresaltarse un poco.

— Hanbin..

— No hay nadie en casa. — Hanbin beso su nuca, apegandose un poco sin chocar su duro miembro. — Los bebés están con nuestros padres.. tenemos la casa sola.

— Lo sé, pero no compramos protección. — Zhang le informó no dejando de darle la espalda, porque estaba mas concentrado en ver las ropas de sus cachorros.

—¿Y? — Sung al fin rozó su pene contra el trasero de su sexy esposo que le mostraba su retaguardia, solo ahí el castaño se vio seducido. — Hao.. debes ser tú el ángel caído del cielo que tienta a pecar. — El azabache lo agarró con mayor fuerza de la cintura para que el menor no logré escapar.

Zhang en cambio suspiró manteniéndose en la misma posición, otra vez su esposo pensando con la cabeza de abajo..

— Pero Hanbin.. eres tú ese ángel caído. — Hao movió su trasero descaradamente insinuando al alfa a que prosiga. — El ángel de la lujuria.

Hanbin río palmeando su trasero, siendo tan fuerte que Hao soltó un pequeño quejido.

— ¡Hanbin!

— Un ángel caído no es tan bueno, mí amor. — Sung respondió bajando el short del castaño que solo se sostuvo con fuerza de la madera donde reposaba la parte superior de su cintura. Sung era un brusco en estás situaciones, además, ya lo tenía mucho tiempo en abstinencia.

Recostando su cabeza sobre la madera, Hao cerró los ojos y tragó saliva al sentir el pene grande y grueso de su esposo ingresar en su interior. Hanbin soltó un gruñido de placer, pero Hao fue el más atacado por la excitación y es que cada que sentía aquel pedazo de carne dentro de el, se sentía completo.

— Podrías llevar un cachorro mío otra vez, tietie. — Hanbin bromeó sobando su trasero y cintura, empezando a moverse sin esperar a que Hao respondiera. — Mgh.. Hao, enserio, es un placer entrar en ti. — Sung movió sus caderas con fuerza y una velocidad constante chocando su piel con agresividad contra la contraria. Su esposo solo soltaba maldiciones y gemidos por los movimientos duros que llegaban a excitarlo más de lo normal. — Ha pasado un tiempo. — Bin volvió a decir, no parando sus embestidas rápidas.

Matrimonio Arreglado - HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora