Lynara Stark

36

—Bronn— se asustó cuando la tomó de los brazos y la arrastró—. ¿Qué pasa?

—Lo mataron.

—¿Mi niño está muerto?

—Renly Baratheon.

—Ay, no— se dejó arrastrar.

—La mayoría de los rumores involucra a tu cuñada de alguna forma.

—¿Dónde está Sansa? — se zafó para ir a buscarla.

***

—Los Stark han sobrepasado la frontera. Terminando el verano, les costará alimentar a sus hombres y caballos.

—Los Stark entienden el invierno mejor que nosotros, el frío no los derrotará.

—Y parece que el verano también les favorece— dejó caer la carta y la prenda ensangrentada.

—¿Qué es...?

—Dice que, de sus manos, pero de la loba no se puede fiar, Señor— todos vieron con repulsión el regalo—. Fue obra del rey Joffrey.

—Hemos subestimado a los niños Stark demasiado tiempo— Tywin los interrumpió a todos—. Es bueno para la guerra, sus hombres lo veneran, y ella sigue desafiando a sus carceleros, ¿no habían solucionado las fugas? — moderó la voz de nuevo—. Mientras siguen ganando batallas, seguirán creyendo que él es el rey del Norte.

—Hemos trabajado toda la noche, deberíamos dormir.

—Seguro que con tu esposa encuentras descanso.

—Mi esposa está en Lannisport.

—Entonces comienza a cabalgar, ve antes de que cambie de parecer y le envíe tu cabeza. Si no fueras un Lannister, estarías con el cocinero, ¡ve! Vino no, agua, que estaremos aquí un buen rato. Niña, ¿de dónde eres?

—Poza de la Doncella, mi señor.

—¿Y quiénes son los señores allí? Recuérdamelo.

—La Casa Mooton, mi señor.

—¿Y cuál es el emblema? — ella quedó muda—. Un salmón rojo. Creo que una niña de Poza de la Doncella lo recordaría. Eres norteña, ¿verdad? Bueno, una vez más, ¿dónde estás?

—Barrowton, mi señor, de la Casa Dustin, dos hachas cruzadas bajo una corona negra.

—¿Y qué dicen de Robb Stark en el Norte?

—Le dicen el Joven Lobo, que va a la batalla montado en un lobo huargo gigante. Dicen que es inmortal.

—¿Y de su tía Lynara Stark?

—Dicen que nadie puede ver a su lobo porque, al igual que su sobrino, puede convertirse en lobo cuando quiere.

—¿Y tú les crees?

—No, mi señor, nadie es inmortal.

—Ve por el agua— causaba temor con una sola mirada, su presencia imponía temor y respeto.

***

—Lord Petyr Baelish.

—¿Vino?

—Gracias— la niña lo sirvió por detrás para que no la reconociera.

—Renly Baratheon, fue corto su reino y asesinado por una mujer.

—Así dicen... Se habla de otras fuerzas también, fuerzas oscuras.

—La gente culpa a los demonios si sus planes no funcionan.

—Creo que hay un momento de caos, ofrece oportunidades que se pierden muy pronto.

—Lo dices como si fueras el primero en pensarlo. Sí, una crisis es una oportunidad. ¿Qué otras ideas brillantes me has traído?

—Los Tyrell siguen a los Stark y Lannister en poder, sus tierras son las más fértiles de los Siete Reinos, alimentan caballos y soldados.

—Sí, sí, sí.

—Los Tyrell aún no apoyan un rey sobreviviente. Loras quiere vengarse de Stannis por la muerte de Renly y Margery...

—Quiere ser reina. La Casa Tyrell se rebeló contra el Trono de Hierro, contra mi nieto.

—Quizá su traición debería ser castigado. Algún día, cuando Stannis y Robb Stark sean vencidos.

—Más vino para Lord Baelish.

—Si me permites representar los intereses de tu familia, creo que estoy de acuerdo ventajoso...

—¿Volvió a Altojardín la familia Tyrell?

—Sí.

—¿Irás?

—Con su permiso.

—¿Qué más?

—Me reuní con Catelyn Stark por orden de tu hijo Tyrion.

—¿Por qué?

—Le hice una propuesta interesante, refiriéndose a sus hijas, a su cuñada.