—Ordenaré que los restos de su hermano vuelvan al Norte— Lynara se desplomó a llorar de alegría al saber que al menos él sí volvería a su tierra. El gnomo volteó al lado sin saber si poder tocarla o no.
—Gracias, mi Señor, gracias.
—Serán enviados a Lady Catelyn para su preparación...
—Te suplico, mírame, sigo de rodillas, quiero enviar una carta a mi hermano.
—¿Le suplicó de rodillas a su protegido?
—No...
—Entonces levántate— le dio la mano—, si a él lo veía como su igual, haga lo mismo conmigo.
—No podría— se limpió las lágrimas—, usted es Lord Mano.
—Vaya a redactarla— titbueó.
—Vi que llegó el Gnomo...
—En espera a que Lord Tywin resuelva el campo de batalla.
—Quiero ir a presenciarme.
—Que no sepa de nuestra alianza.
—¿Crees que alardear sirva de algo?
—Tengo una misiva que redactar y tú preparar tu viaje.
—¿Por qué he de marchar? Aquí están dos hijos del León que ambos queremos derrocar.
—Porque los restos de mi hermano están a punto de partir al Norte y deben ser custodiados.
—Si marcho con el corte fúnebre, se darán cuenta.
—Te irás con dos días de diferencia, lo alcanzarás rápido, llegan y vuelves... en ningún momento te acercarás ni vas a comunicarte con nadie.
—¿Cómo justifico mi presencia?
—Nadie te va a ver— bufó—, tu prima "la astuta" no te ha visto en el tiempo que llevamos aquí— tocó su pecho con el dedo acusador, juzgándolo por su falta de seso en ese momento.
***
—Ser Alton Lannister.
—Sí, Eminencia.
—Ofrezco la paz a tus primos si aceptan mis términos: primero, tu familia liberará a mis hermanas; segundo, nos devolverán los huesos de mi padre, para que descanse junto con sus hermanos en las criptas debajo de Invernalia y los restos de todos los que murieron del ejército para que sus familias los sepulten como es debido.
—Una solicitud honorable, Eminencia.
—Tercero, Joffrey y la reina regente renunciarán al Reino del Norte, desde ahora hasta el fin del mundo somos un reino libre e independiente.
—El Rey en el Norte.
—El Rey en el Norte.
—El Rey en el Norte.
—Ni Joffrey ni ninguno de sus hombres pisarán nuestras tierras. Si hace caso omiso, sufrirá el mismo destino que mi padre. Pero no necesito que un sirviente haga mis decapitaciones— se puso de pie—. Estas son mis condiciones, si la reina regente y su hijo las aceptan, les concedo la paz, si no, cubriré el Sur con basura Lannister.
—El rey Joffrey es Baratheon, Eminencia.
—¡Robb! — se despertó gritando y Alys ya estaba ahí limpiando su sudor frío.
—Está bien.
—¿Y Skoll?
—Aquí, mi Señora— el lobo sintió el desespero de su ama, subió a la cama y apoyó la cabeza en su regazo, a lo que Lynara la acarició mientras regulaba su respiración.
—Creo que Alton está con mi amado Robb.
—De seguro capitulando una paz.
—Dudo que se logre.
—Es un chico... los Lannister no aceptarán.
—Cuento con ello, necesito que sitien Desembarco del Rey... ¿crees conseguirme barcos?
—Puedo ir a las Ciudades Libres y a Dorne, pero no un pedido de gran tamaño.
—Si vamos a rebelarnos, debe ser a gran escala. Necesito un ejército de huargos, con un dragón puedo aniquilar a mis enemigos.
—¿Y si negociamos con Renly? Stannis pelea con su hermano, si gano a uno de los hermanos para Robb, eso cambiaría las tornas de la guerra.
—El gnomo no te puede facilitar más cartas.
—¿Y si me gano a la ramera?
***
—La reina abofeteó al bastardo— Alys canturreó de alegría—, dijo que merecía la pena de muerte.
—Esta estúpida guerra se habría acabado esta mañana— aventó la copa—. No sería tan difícil matarlo sin ella aquí.
—Hay otra cosa...
—¿Qué sucede?
—Cersei mandó matar a los bastados de Robert...
—Ya saqué al Toro de aquí.
—¿Y está bien?
—No lo sé, no creo que tengamos noticias pronto.
—Señora... la esperan— las dos mujeres cruzaron miradas. Se despidió rápidamente de Alys y siguió al guardia. Ahí estaban Lord Varys y la ramera del gnomo.
—Mi Señor— dijo Shae—, me haces esperar mucho, pero tus amigos me hacen compañía.
—Estábamos hablando de tu valentía en la victoria contra las fuerzas auxiliares de Stark.
—Fue una batalla importante.
—Creí que me había dicho que no combatía— Lynara bebió de su copa.
—Oí que sufriste una terrible herida en la cabeza— Varys volvió a tomar asiento—, los norteños son guerreros muy feroces.
—Eso tiene más sentido— sonrió con suficiencia.
—Y les he contado la historia de cómo nos conocimos.
—Encontrar una criatura tan adorable, trabajando en la cocina de tu padre... es difícil de creer.
—Suceden cosas extrañas, deberías probar su tarta de pescado.
—No creo que les gusten.
—Hombres como Lord Varys y yo no podemos dejar que las desventajas nos opaquen.
—Me alegra que su nueva compañía pudiera acompañarle a la capital, los amigos son muy importantes en la vida.
—Lástima que su padre no quería que viniese.
—Sería una lástima que Lord Tywin se enterara.
—Pero no se preocupe, sabemos guardar secretos de buenos amigos— se volvió a levantar—. Vamos, madame, debemos dejarlos descansar.
—En hora buena— sonrió Lynara—, mañana debería pasar por mis aposentos para darle un par de listones.
—Quizá debería quedarse, ellos tienen reunión en el consejo...
—Qué gran idea— sonrió triunfal, a lo que el gnomo la tomó de la mano con fuerza.
—No me gustan las amenazas.
—¿Quién lo amenaza? — se zafó fijando la mirada en él—, sabe bien cuál es mi meta.
—Ella no se la facilitará.
—¿Quiere ver?
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Lynara Stark
Fanfiction*Basado en la serie de Juego de Tronos* Lynara Stark es la hija menor de Rickard y Lyarra Stark, nacida apenas un par de años de La Rebelión de Robert, al morir su madre de parto, su hermana Lyanna se encargó de su cuidado, hasta que sucede la batal...