La tarde de las cosas rotas

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Los científicos, personas estudiadas, con carrera basadas en la lógica, dicen que las pupilas de nuestros ojos tienden a hacerse más grandes y visibles cuando nos encontramos en entornos con poca luz, también puede deberse e enfermedades neurologícas, migrañas, tumores e incluso puede ser indicador de un derrame cerebral. En términos médicos, este fenómeno es conocido como "midriasis" y existen razones mucho menos o más preocupantes (dependiendo del paciente), qué podrían causar aquella dilatación, a final de cuentas, la excitación emocional era y sigue siendo una de las causas más frecuentes de la expansión de las pupilas de miles de personas, en pocas palabras, cuando alguien te gusta, las pupilas inevitablemente cambian su tamaño, no es algo que pueda controlarse, es involuntario, por lo que Adrián lo consideraba algo romántico, tierno y más viniendo de ese par de ojitos rasgados que buscaba mirar solo para tener la satisfacción, de ver aquella reacción.

Pero nadie lo preparo...para que ese par de ojitos ya no fueran suyos, ni la reacción en ellos.

Podía vislumbrar como las pupilas de Helena se dilataban, delatandola, cuando miraba a Gabriel.
Le dolía...ya no ser el causante de ese sentimiento, porque sus pupilas continuaban cambiando de tamaño cada vez que pensaba en ella, lo había comprobado hace poco.

Solo, quería recuperar, a su chica de ojos bonitos.

Le gustaba imaginar como ejecutaria su plan, mientras miraba las fotos familiares en esa gran casa, hasta que encontró la que a él le gustaba denominar como su favorita.
En ella, su chica de ojos bonitos miraba al frente con una sonrisa gigante en su rostro, se encontraba sentada en una silla similar a un trono, forrada de terciopelo rojo, decorado con orilla dorada alrededor, el vestido de princesa rozaba la alfombra a sus pies, era de color lila. De verdad parecía una princesa sacada de un cuento de hadas. Quiso sacarle una foto a aquel retrato, sin embargo, se detuvo al último momento.

No quería que pensaran que era un pervertido o algo similar, después de todo, se encontraba en la casa por razones muy distintas.

Lalo lo saludo y lo llevó hasta la oficina de su madre, en la planta baja.
Al ingresar a ella, su amigo le deseo mucha suerte, con entusiasmo antes de plmearle los hombros, no lo juzgaba, él estaba igual de emocionado por por fin obtener un empleo que no fuera como albañil en alguna construcción o como intendente en las fábricas donde laburaban sus padres, eran trabajos honestos, afortunadamente no tuvo que recurrir a la delincuencia para poner en marcha su plan, aunque si se le dificultó un poco ocultar sus ingresos a su familia, puesto que, ahora que ya laburaba debido a su abandono forzado de la universidad, comenzaron a exigirle que cooperara para mantener su hogar en pie, no le molestaba en realidad, al menos no si se hubiera sido únicamente para sus padres...pero conociendo a su familia, bien sabía que no era así.

La señora Valencia se ofreció a llevarlo en su camioneta hasta las oficinas de la compañía de su familia y una vez llegaron, ciertamente se sintió intimidado, ahí de pie, frente al edificio de varios pisos que se levantaba imponente sobre el asfalto caliente de la calle; tuvieron que subir varios pisos en el elevador hasta que llegaron al área donde se encontraba trabajando el hermano de la señora Elaine.
Al verlo, Adrián supo de inmediato porque era tan bueno en los negocios, bao su mando, la compañía había prosperado y estaba a punto de extenderse fuera del país probablemente. Él les daba un máximo de diez años, antes de que el nombre de la compañía resonara en todos lados.

El hombre era alto y de un cuerpo cuadrado, con el cabello corto, vestía un traje hecho a la medida y usaba anillos de oro y plata en algunos de sus dedos anchos, aparentaba ser amable y carismático, con una voz gruesa pero bastante alegre, los recibió con una sonrisa a cada uno, un beso en la mejilla para su hermana mayor y un apretón de manos para él. Los invito a tomar asiento, aunque una llamada interrumpió el aura tranquila que había estado sintiendo hasta ese momento. La señora Elaine tenía que irse, pues aparentemente había surgido un problema en uno de sus restaurantes y necesitaba ir ella misma y ver el desastre que había ocurrido, se despidió de ambos hombres y le prometió a Adrián que enviaría a Lalo más tarde para buscarlo y de paso, podría contarle como le fue en esa inesperada entrevista.

Delirios Juveniles #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora