Delirios Juveniles #PGP2024

Dónde Irene se siente pequeña.

Por fin, el primer día de clases había concluido, no es fuera tan pesado, ya no lo era después del alivio que sentía al encontrar al menos con quién juntarse en el descanso de medio día, incluso Camila le había pedido que se sentará junto a ella durante las siguientes clases, Abigail por su parte simplemente tomó su lugar junto a otra de sus amigas. Camila también, se limitó a explicarle a Irene que el profesor de matemáticas era uno de los mejores que había conocido en sus cortos años de vida, además de un que a veces no le molestaba hablarles sobre su tierra natal y resultaban tan maravillados con sus historias que la clase pasaba a un segundo término.

El resto del día transcurrió tranquilo y sin muchas interrupciones mas allá de las cotidianas dentro de una preparatoria, pero incluso en esa escuela, al ser pequeña resultaba ser más calmada que su anterior colegio, el cual era mucho más grande, podría atreverse a decir que el "Instituto Wilde" cabía tres veces en la Miguel Negrete.

No sabía muy bien si era gracias a la compañía de Helena en el receso o la agradable presencia de Camila a su lado lo que la hacía sentirse cómoda, pero se sentía a gusto y eso que solo era el primer día, esperaba que el resto del año fuera así, ahora que lo pensaba, ¿cuándo fue la última vez que se sintió cómoda en la escuela? .

El final de la jornada llegó y todos tomaron sus mochilas y salieron ansiosos por llegar a casa, para Irene era un tanto distinto, su hermana pasaría con ella y se la llevaría a casa, pero la mala noticia es que no tendría la oportunidad de quedarse con ella, pues sus turnos en el hospital últimamente eran más largos y más desgastantes. Así que podrían charlar hasta tarde como acostumbraban, en su lugar se conformaría con las cuatro paredes de su habitación y el internet.

Pudo notar como la trompa del auto gris de sus padres se asomaba por el portón de la escuela y también notó cuando Helena paso corriendo a su lado, no sin antes dirigirle una sonrisa y una despedida con su mano derecha, moviendola de lado a lado, parecía bastante apresurada a decir verdad aunque le hubiera gustado saber la razón, le respondió el gesto antes de que Gabriel, igualmente pasará a su lado corriendo con rapidez mientras gritaba el nombre de su "nueva amiga". Helena parecía no escucharlo así que no se detuvo y atravesó el portón de metal que separaba la institución de las calles llenas de automóviles en ese momento, el chico también salió por ahí antes de desaparecer entre las personas que comenzaban a acercarse a la escuela y ahí fue cuando se dió cuenta de que su hermana la esperaba mirando su reloj de mano. Salió lo más rápido que pudo para abrazar a Sara.

—¿Cómo te fue hoy?—fue lo primero que dijo, antes de separarse de aquel efusivo abrazo.
—Hice dos amigas—le respondió alegremente—Camila y Helena, pero ella es de segundo año—Sara abrió la puerta del automóvil e Irene la imitó, comenzando a avanzar finalmente.
—Ten cuidado con las chicas mas grandes, solo es un año pero...en un año pasan muchas cosas ¿sabes?—Irene suspiró con pesadez, Sara siempre la había cuidado de más y al parecer dejó de hacerlo cuando su trabajo tomo posesión de ella por completo, pero aún así a veces procuraba hablarle sobre sus propias experiencias de preparatoria y secundaria; le molestaba un poco que no le dejara crecer a su propio ritmo y la alertara sobre cualquier cosa por muy mínimo que fuera—¡Ah! y te tengo una buena noticia—por fin quitó su rostro serio para pasar a ser uno más alegre, mucho más luminoso—Voy a mudarme pronto—sin duda era una buena noticia. Esperaba algún día ser como su hermana, había trabajado desde la secundaria para poder cumplir ese sueño de irse de casa de sus padres lo más pronto posible e Irene quería hacer lo mismo. No es que no quisiera a sus papás, simplemente no deseaba cerrarse a vivir en esa casa, quería tener sus propias cosas, su propio rinconcito donde podría estar bailando a la mitad de la noche y nadie la molestaría ni le reclamaría nada; esperaba que pronto llegará el momento indicado.