CAPITULO 4

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¡Vete ya!

VINCENT (33 años)


— ¡MALDITA, TE VAS DE AQUÍ! — grito mientras saco todo de los cajones y lo tiró al suelo, Julia me mira desde el pasillo mientras Flavio está entre esa puta y yo, se que lo hace para que no llegue a golpearla, pero es lo que menos se merece.

Ando demasiado cabreado, ando que soy capaz no solo de matarla si no también a todos los que se me atraviesa en el camino hacia ella, como mi amigo.

Podía elegir a cualquier otro y se lo dejaría pasar, no es la primera vez, lo se, cada vez que discutimos Julia termina enredada con cualquiera y luego viene llorando, la acepto solo por los niños, pero ella y yo tenemos muchos años sin compartir una cama, de hecho, no compartimos la casa, yo no duermo aqui.

Pero me cabreó mucho que haya sido con él, con el esposo de Hailey, el maldito me odia, y todos lo saben, inclusive Julia.

¿Por qué Brandon?

Porque con ese maldito que ha pasado la noche diciéndole cosas horribles a Hailey, y ella como siempre, esconde lo todos lo mal que se siente, lo mal que le hace sentir ese maldito. Ella solo sonríe. Todos los días me arrepiento de haberla perdido y haberla dejado en manos de ese cabrón.

— Por favor Vinc, baja la voz, los niños duermen en la otra habitación — miro a Helena que susurra, sé que ella seguro estaba con mis hijos, todos se preocupan más por ellos que su propia madre, que fue capaz de meter en la casa, con ellos durmiendo, a hombres cuando creía que yo no me enteraría.

El problema de Julia es que es demasiado sexy, cuida su cuerpo, su cabello, siempre se viste con ropa que le levanta la polla a todos en el bar, al comienzo me incomodaba, luego que supe que solo es una zorra que no puede estar sin una polla entre las piernas dejó de importarme, mi excusa eran los niños, pero no solo eso me mantenía en esa relación de apariencia, también era por Hailey.

Ahora me doy cuenta que fue estúpido.

Debí sacarla de la casa desde la primera vez que se fue, pero volvió y luego llegó Junior, y creí que con su llegada ella estaría más tranquila pero no fue así.

Resoplo y pateó su ropa.

— Entonces, que saque su mierda de aquí — paso por frente a Flavio y luego este se interpone en mi camino evitando que pase frente a Julia, ella me mira y baja el rostro.

¿Vergüenza?

Dudo que sepa lo que es es eso, su actuación es porque no tiene donde quedarse, nadie hospedaría a una mujer que termina acostándose con su marido, solo porque es una puta que le gusta joder con todos, a mi me lo ha demostrado muchas veces.

— Cálmate — me advierte Flavio cuando miro a Julia con furia por sobre su hombro.

Miro hacia mi amigo furioso.

— Deja de defenderla, no vaya a ser que termine bajándote los pantalones y chupándotela porque está deprimida — ahora yo desafío a mi amigo.

El pone los ojos en blanco cuando escucha la misma frase que me dijo cuando se enredó con ella, y apenas Bonnie tenía tres meses.

Tuvimos una discusión, ella y yo, porque subí al apartamento a ver cómo estaba la niña, y la encontré sola, llorando con sus mejillas rosadas y ardiendo, porque Julia había decidido salir sin siquiera avisarme, le dije que se fuera, que me dejara con la niña y lo hizo. Se encontró a mi amigo, lloro y terminó con él metido en el baño, se la chupo hasta dejarlo seco y luego vino como si nada hubiera pasado, prometiéndome que cuidaría de Bonnie, la acepte y cuando Flavio me vio tuvo que sincerarse conmigo porque se sentía que me había fallado, a mi y a Helena, que estaba preparándose para casarse con él.

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