CAPITULO 15

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VINCENT (21 años)


No debí besar a Hailey.

Estaba furioso por mi padre, llevarla conmigo y que escuchara toda la mierda que me dijo y me hizo, pero ella estaba ahí, sus mejillas sonrojadas, sus ojos llenos de consuelo y yo tenía ganas de desahogarme, pero al sentir su boca fue tan extraño, me estaba seguro, tranquilo y en un maldito cielo.

Su boca sabía a cerveza y cereza.

Esa era la combinación más loca y tonta que podía haber probado, pero en ella era especial, única y que me haría adicto.

Luego que nos apartamos, nos miramos por un segundo, ella sonrió nerviosa y apenas podía respirar, tenia un poco de aliento, que yo le había robado hace segundos.

— Creo que... tengo que irme — su voz baja y musical, es lo mejor que pudo escuchar.

En verdad que Hailey me gusta.

— Te acompaño — digo y doy la vuelta — deje que revise primero el pasillo — no tengo que decirle mas por que solo salía a ver si ya mi padre se había ido, ella lo sabía, no dijo nada más apretó sus labio grueso y sonrió a boca cerrada, como respuesta.

Estoy avergonzado, porque ella estuvo ahí y presenció mi humillación por un momento, no me importaba. Salgo al pasillo y está muy solo, se que mi padre me espera con el inventario, así que acompañare a Hailey hasta su auto y esperaré que se vaya a su casa, está sola, con un vestido muy sexy que en cuanto la mayoría esté sumamente ebrios seguro la notarán y pensará que ella está disponible, pero no, Hailey no estará disponible, porque la quiero para mi.

Solo con ese beso lo sé, ella será mía.

Sé que ella y yo no nos conocemos, sé también que soy la peor de sus opciones como novio, sé que ni siquiera yo tengo tiempo para dedicarle a una chica como ella, pero no puedo dejar que otro la tenga.

Soy egoísta, porque aunque ella no es la primera chica que me gusta, ella es la que quiero.

Vuelvo a la bodega y ella me mira con esos lindo iris miel, que aceleran mi corazón.

— Vamos — le digo y hago a un lado para que me siga , ella lo hace, salimos al bar y Daniel me mira mientras atiende a un grupo que están ya borrachos, el no es el único que atiende la barra, también está Tomas, pero solo viene los fines de semana, yo lo ayudo lo días de semana cuando está estresado, pero desde que papá me dio mas responsabilidades apenas salgo al bar, últimamente solo me asomo un rato para ver si ella, Hailey está ahí solo para verla y alegrar mi noche.

Aunque mis ocupaciones me impiden siquiera ir hasta ella y esperar una de sus lindas sonrisas.

Al salir del lugar hace algo de frío y ella se abraza a sí misma para frase calor, la falda de su vestido tiene vuelos en la parte baja y miró sus rodillas cuando la brisa de la noche la mueve. Mientras abraza su cuerpo tengo esas grandes ganas de abrazarla también, darle mi calor, pero no lo hago.

El exterior del bar está lleno de autos, no puedo conseguir el Camaro azul.

— ¿Dónde parqueaste? — le pregunto y ella me señala al final con su barbilla. Camino hasta ahí y ella me sigue.

— Hace mucho frio — se queja.

— Apúrate — le digo mientras mis pasos son más rápidos, sabiendo que mi padre me espera y que si no voy saldrá y preguntará por mi.

No solo me estresa que tengo más responsabilidades, estoy estresado porque mamá se ha visto muy mal y ahora mi padre que en ocasiones solo está sentado en el sofá porque se niega a ir a la cama, creo que tiene miedo de morir antes que mamá.

INFIELESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora