CAPITULO 18

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HAILEY (30 años)

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HAILEY (30 años)

Brandon no me va a manipular, no lo permitiré. Sin embargo, no pudimos hacer nada más, empezaron a salir las madres con sus niñas, vi como Vincent entró a buscar a Bonnie y cuando iba por mi hija ella salió brincando, supongo que vio a su papá.

— Papi, papi... — dice ella con esa alegría que la identifica, pero yo la sostengo para que los que salgan no la golpeen y que no vea como Vinc le dejó la cara a Brandon, este se limpia la sangre con un pañuelo y luego ve hacia Amelie.

— ¿Qué mierdas traes puesto, Amelie? — dice demasiado alto, que algunas madres que lo escuchan, me miran y luego a mi hija, quien se siente apenada por el comentario de su estúpido padre, yo me agache hacia mi hija y sacó de su bolso de ropa, el vestido con el que vino a la práctica.

— Ponte esto cariño — hablo con mi hija, mientras la ayudo a cubrir su malla violeta, y evitar que Brandon siga humillándola.

No me fije en el momento en que Vincent salió, cuando termine me levante y camine afuera de las instalaciones de teatro.

— Amelie, ¡ve a mi auto!, que te pondrás algo más bonito en la casa — le ordena, ella me mira y asiento para no discutir más con Brandon delante de la mayoría que estaban reunidos en grupo como siempre.

— Te espero en la casa, trae tus cosas y dejemos de lado todo este mal entendido — dice y lo miro, sonríe con ironía.

— No volveré Brandon, ya te lo dije — le digo y él da un paso amenazante hacia mi y hace que me acobarde alejándome hacia atrás.

— No discutiré más contigo Hailey — me amenaza con los ojos inyectados de rabia — ya me harte de tu actitud desafiante, ¿querías un tiempo? ya lo tuviste, ahora te espero en la casa para cenar — dice eso y no espera que responda, no quise hacerlo, algunas madres me miraban y trate de levantar mi cabeza y seguir hacia mi auto.

Pero cuando me encuentro sola, dentro de auto, y lejos de las miradas de todos, rompí a llorar.

No quiero regresar, tengo miedo de hacerlo porque se que al final todo seguirá como siempre y me encontraba encerrada en esa relación que ya no deseo, y no es por Vinc, es por mi, yo no quería esta vida, yo no esperaba que todo lo que había pensado que tendría, familia, seguridad, tranquilidad financiera, costara tanto de mi paz.

El celular suena dentro de mi bolso y lo busco, es Jasmine, no tengo ganas de hablar sobre lo que pasó, pero igual le respondo, si no lo hago, se preocupara por mi.

— ¿Si? — respondo y enciendo el motor del auto para que haga ruido y no pueda darse cuenta de mi tono triste.

— Trae queso para la cena — me ordena — y también leche y jugo de naranjas, para el jugo de las niñas en el desayuno — supongo que sabe que Amelie terminó su clase de ballet y voy camino a su casa.

— Bien, ¿Algo más? — preguntó y tomó el camino al supermercado.

— Si, uno de esos caramelos de leche que me gustan — susurra para que nadie la escuche, menos sus hijas — y los escondes para que nadie los vea ¿okey? — rio, porque es algo que siempre ha hecho, por lo menos nunca ha sufrido de azúcar alta, porque Jasmine desde adolescente guardaba caramelos de leche que luego comía escondida, aun siendo un adulta, madre y esposa, lo sigue haciendo.

Hay cosas de las que somos adictos que es difícil de olvidar.

Aj llegar al supermercado me bajo y voy con la cabeza algo perturbada de todo lo que pasó, exhalo suspiro de vez en cuando, siendo distraída con todos a mi alrededor y solo busco lo que necesito y marcharme, aunque hacer mas tiempo no me hace no ir esta noche a la casa con mi hija y mi infiel esposo.

Mientras espero mi turno para pagar, puedo notar que en una de las cajas estaba Vincent con Bonnie, la niña estaba sentada dentro del carrito del supermercado mientras él sacaba de este lo que compraron. En un momento Bonnie llama su atención y el la mira, la niña se acerca, lo besa y lo abraza luego este también lo hace., la escena hace que unas chichas cerca de mi comente por lo tiernos que se ven.

— Me gustaría uno así — comenta una.

— Yo lo quiero a él — comenta la otra y ambas se ríen con picardía.

— Creo que es el dueño del Restaura United Flavors y del Bar — ambas se quedan en silencio mientras yo me acerco más a ella de manera discreta.

Sé que muchos en la ciudad conocen a Vincent, y aunque pase tiempo distante de él y mis amigos, sabía que él estaba haciendo lo posible por mantener la bar, y luego sorprendió a todos con el nuevo restaurante.

No está bien escuchar conversaciones ajenas., escucho a las chicas hablar.

— Oh, sí es él, y es super sexy — responde la otra chica — está casado, pero he escuchado que ellos tienen una relación abierta.

— ¿Qué? — pregunta la otra horrorizada — ¿su mujer se lo deja a otras? si fuera mio le pongo un cinturón de castidad y que sea solo para mi.

Al acercarme más para escucharlas golpeo con mi carrito una de ellas en las caderas, y ambas voltean a verme.

— Lo siento, estaba distraída — me disculpo, sin embargo, la chica me mira con desagrado y luego me regala una sonrisa forzada.

La conversación se termina porque les toca el turno a ellas y Vinc toma sus compras y su hija se marcha.

Yo me quedo pensando que no se que significa eso de una relación abierta, asi que busco en internet y me horrorizo igual que la chica. No pensé que ese tipo de relaciones existiera, yo por mi parte me quedo a leer mas del tema, encontrando el poliamor y hasta llegar a un artículo donde la infidelidad es algo común en algunos lugares y es aceptable para el hombre, jamás para la mujer solo si su esposo lo permite.

¿En qué tipo de mundo vivimos cuando la lealtad, el respeto y ser fiel es tomado como algo con tan poca importancia?

Por mi parte no estoy preparada para este tipo de relaciones, algo es que yo haya sospechado por años que Brando me fuera infiel, pero otra cosa distinta es haberlo visto, y con alguien a la cual conozco, y no que Julia sea de mi amiga, pero, es alguien con una rostro y un cuerpo, que no se puede comparar al mío, es que el solo hecho de que sea ella me hace sentir tan poca cosa, tan insignificante y poca mujer, cuando por años me sentía sexy, segura y deseaba, sin embargo, la imagen de Brandon con Julia, me hizo cuestionar mis seguridades y darme cuenta que era tan frágiles que se rompieron en millones de pedazos como cristal.

Estoy destrozada.

Y es ahí que me entra el beso que le di a Vincent, siempre me dijo lo hermosa y bella que era, junto a él siempre me sentí lo más importante y maravilloso, amaba mi cuerpo por la devoción con la que el me demostraba su amor, pero de eso ya ha pasado tanto tiempo que perdí el rumbo del amor propio, y estúpidamente pensé que con él lo encontraría pero no era así, me siento perdida y si vuelvo a esa casa se que no tendré más salida.

Al llegar hasta mi auto con las compras llore otra vez, porque cada vez se acerca la hora de enfrentarme a Brandon, y no sé si pueda ser fuerte cuando él y yo estemos solos.

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