CAPITULO 21

14 2 0
                                    

VINCENT (33 años)


— Abre la boca — le ordenó a Junior mientras sentado el sobre la encimera del lavabo lo ayuda a cepillarse los dientes — si no te cepillas bien, se te acercan.

— Ge me caguen — dice con la boca llena de espuma y mientras con el cepillo ayuda a limpiarlos.

— Se caen porque debes hacerlo, pero si no lo haces los bienes se te caerán para siempre y no saldrán más — el me mira asustado y luego escucho unos pasos como de tacón y miró detrás de mí.

Bonnie, viene con un vestido negro de Julia ay unos tacones.

— ¿Qué tienes puesto? te dije que te pusieras un pijama, no un disfraz — quería sacar toda su ropa, pero la mujer no ha parecido más y quiere que se lleve todo, creo que mañana cuando los niños estén en el colegio me ocuparé de sus cosas.

— Es un vestido de mamá no un disfraz — mi hija me reclama, y aunque tiene razón, yo no debería hablarle así de Julia a ellos.

— Lo se, cariño, solo quiero que te pongas el pijama — le pido mientras Junior se enjuaga la boca. — Es tarde y hoy ha sido un día largo para mi.

Después de encontrarme con el maldito de Brandon y ver como maltrataba a Hailey, sentí que todo la sangre me hervía, y que para colmo ponía en duda mi paternidad, me volvió loco.

Bonnie y Junior, son mis hijos, nadie tiene que dudarlo, si yo no lo dudo para nada, porque otro tiene que decir ESE contrarios, se que Julia no fue la mujer mas fiel del mundo, pero estoy consciente que cuando estuve relativamente bien con ella, que nuestra relación funciono, fue las veces que salió embarazada. No tengo que ir a verificar si la sangre que corre por la venas de mis hijos, es la mía, lo sé.

— Linda ve y cámbiate ¿si? — le pido a mi pequeña que está ofuscada.

— No me gustan esos pijamas, son feos — cruza sus brazos sobre su pecho y me mira con desafío.

— Son pijamas de princesas como tú — digo y la llevo a su habitación, Junior sigue cepillándose y ahora me ocuparé de mi hija.

— No me gustan esa princesas y esos colores, los odios — la miro y saco las cuatro pijamas que tiene, rosa, rosa claro y rosa oscuro y uno algo más ¿neón? no se que tipo de color es, y tampoco entiendo la cantidades de tonos de rosas que existen.

— Quiero uno negro — pide y la miro frunciendo el ceño.

— ¿Negro? — pregunto — las princesas no usan esos colores Bonnie Benavides, así que usarás estos — le muestro las pijamas y que ella decida cual rosa usará.

— Las Princesas del Rock si usan negro — escucho a mi hija y no se de donde saco que ella podía ser una princesa del rock cuando ella no escucha Rock, ni sabe que es o, estoy seguro.

— No hay una princesa del Rock, Bonnie, así que usaras estas, son de princesas asi como tu — le pido ella me mira desafiante, pero yo no me dejo controlar por una niña que solo tiene 8 años.

Exhala vencida.

— Si hay una princesa de rock, se llama Madonna — dice segura de lo que habla, y se que no sabe nada.

— No existe nadie con ese nombre — le digo mientras ella elije una de las pijamas y se quita ese horrendo vestido — estas confundida, a demás solo conozco una y se llama Madonna, y le dicen la reina de rock, es rubia y no es un linda niña como tu, ni siquiera es una adolescente, es una mujer madura.

Ella me mira con atención mientras la ayudo a cambiar.

— Es ella — dice mi hija la cual nunca pierde una discusión.

INFIELESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora