Vincent y Hailey, son engañados por sus respectivas parejas, juntos, y en cumpleaños numero 30 de ella, todo se descubre, la traición y la humillación hacen que ellos terminan apoyándose uno al otro, pero ellos dos han tenido una historia antes, una...
Tuve que llamar a Flavio para que sacar el dinero y la porquería que Julia tenía en ese lata, no se si eso que estaba ahí era droga real o algo que puso ahí para molestarme, pero me preocupaba la cantidad de dinero que estaba acompañando la supuesta "droga".
Podría llamar a la policía y terminar con ella, podría amenazar o hacer cualquier otra cosas para que me deje en paz de una vez, pero por desgracia y aunque no me guste, tuve dos hijos con ella, aunque ahora me arrepiento yo la elegí a ella, ok, lo admito, estaba deprimido, borracho y despechado porque había terminado con Hailey cuando me acosté con Julia la primera vez, fui estúpido, lo fui, pero esas decisiones las tome y ahora debo pensar no solo en mi, si no en mis hijos y ella es su madre.
Cuando llegamos al centro comercial donde está Cream happy fruit, y busco un lugar para dejar la camioneta veo a los lejos unos lindo trasero cubierto por un leggin color violeta, es Hailey, mi reacción podía sentirlo en mis pantalones que se van a reventar.
Ella lleva en una mano un barquilla la cual puedo ver bien cómo pasa su lengua para que esta no se derrita.
Su lengua.
Esa parte de su boca que podría hacerme correr sin dificultad.
¡Mierda!
Me como un gruñido al recordar que no estoy solo y que ahora soy padre, no el hombre completamente enamorado de su ex novia.
Exhalo y trato de ignorarla, para que lo niños tampoco la noten, ya que Hailey va de la mano de Ameli, y algo que no puedo evitar es que Junior y Ameli son amigos, de hecho Ameli es como la amiga protectora de mi hijo, ya que el desde que nació es un niño muy pequeño ya que presentó infecciones y fue muy enfermizo, aún a veces es más fácil para el contraer algún virus, trato de que el no sienta que su salud no es importante, pero es un niño, y ella lo cuida que otros lo molesten en el colegio, cuando él me dijo la primera vez que ella lo defendió de una discuta tonta entre compañeros de clases, supuse que solo era porque una buena niña que no le gustaba as injusticias, pero el nombre de Melly, como le dicen a la hila de Hailey, se hizo muy común en las conversaciones de mi hijo y fue que note que no sé si fue el destino, coincidencia o el karma que ha hecho que ellos dos se unan de una manera única, le agradezco a Ameli por ser su amiga y aunque solo nómbrala en mi casa me hace pensar en su madre, ellos no tiene la culpa de lo que Hailey y yo vivimos hace años.
— ¡Ahí va Melly con su mamá! — dice Bonnie y los miro por el retrovisor, ambos buscan el camaro verde que va saliendo del parqueadero. — ¿No la viste papi?
— Hmmm... — simuló que busco donde parquear.
— Papi, papi... — Bonnie golpeando mi asiento.
— ¿Qué dije de golpear Bonnie? — la reprendo, porque es muy impaciente y siempre me lo hace pero lo que no sabe mi hija que solo ignore a la mujer para que se me baje la dureza.
— ¿Pero no la viste? — pregunta ansiosa
— Estaba buscando un lugar — la vi muy bien, sus leggin cubriendo sus anchas caderas y me fije en la perfección en el lengüeteo que le dio a su barquilla de helado. No podría jamás decirle esto a mi hija.
— ¿Podemos ir a visitar a Melly? — pregunta Junior y lo miro por el retrovisor luego de parquear.
— Sabes que tengo trabajo — le recuerdo y solo es excusa: 1) No sé cómo mirar a Hailey luego de ese beso que tuve que rechazar, 2) No quiero encontrarme con Brandon porque estaré tentado en partirle la cara.
El me mira y parece preocupado.
— ¿Sabes que está viviendo con su tía? — dice él como si supiera que jamás lo he llevado donde mi hermosa ex solo por el hecho que no soporto a su esposo.
— No lo sabía — le digo a mi hijo quien comparte miradas conmigo por el retrovisor. — ¿te dijo la razón? — pregunto aun sabiendo muy bien la razón, algo dentro de mi se alegra al saberlo porque luego que nos vimos me dio la impresión que ella por fin tomaron la decisión de dejarlo.
El vuelve a fijar su mirada por la ventanilla. No habla, así que creo que algo se dijeron pero él siente vergüenza de decirme o quizás ella le pidió que no lo hiciera.
Así que apagó el motor y cuando estoy por salir pregunta:
— ¿Tu también te vas a divorciar de mamá como lo harán los papás de Melly? — me quedo paralizado.
¿Hailey se va a divorciar? ¿Es una decisión tomada? Tiene que serlo cuando hasta su hijo se lo confío al mío.
— ¿De eso hablan ustedes? — le pregunto y él baja su carita y mira sus manos, creo que fui un poco duro con mi pregunta. Así que paso mi mano por mi cabello tratando de calmarme. Mi corazón está un poco agitado y siento algo parecido a nervios.
Es solo el hecho de saber que ella estará sola. Eso es lo que me agita.
— No quiero regañarte, Junior, solo pregunto porque son decisiones importantes que tomamos los adultos — le explico está vez volteando mi cuerpo para verle la cara, y si, voy a solicitar el divorcio y hasta la custodia total, con eso que encontré en la casa y que se que es de Julia, no la quiero más cerca de mis hijos.
Desde que nació Bonnie he tenido como meta limpiar mi apellido por mis hijos, ahora resulta que la madre que yo escogí para tenerlos está metida en problemas de droga.
No permitiré que eso los afecte, la quiero muy lejos de ellos.
— ¿Quiere decir que nos iremos con mamá si se divorcian? — pregunta Bonnie asustada — no quiero irme con ella, papi.
— Yo, yo... tampoco... — súplica mi hijo.
— No, ustedes se quedarán conmigo — les aseguro — nadie va dejar que yo sea quien los cuide y los proteja — les prometo a mi hijo.
Bonnie se lanza a mi cuello y me abraza, dándome besos mientras Junior nos mira de lejos, pero puedo ver qué sonríe.
De todo lo malo de mi relación con Julia, mis hijos son lo más hermoso e importante que he tenido.
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