CAPITULO 24

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HAILEY (18 años)


Young Charm Park, es el único parque de diversiones que prácticamente está abierto sin importar la temporada, es muy concurrido por adolescente por esa razón, yo, he venido muchísimas veces con Helena, de hecho, veníamos aquí antes de que se nos ocurriera ir al bar del papá de Vincent, queríamos otro tipo de diversión.

— ¿Te gusta? — pregunta cuando parquea y puedo notar que no hay muchos vehículos, seguro por el mal tiempo, y estoy segura que pronto lloverá.

— Hmm... si — respondo — ¿nos subiremos a alguna atracción? — pregunto, ya que en verdad creo que lloverá, hasta hay relámpagos.

— No — dice y apaga el motor de la camioneta, aun Vincent no me ha soltado la mano, a pesar de necesitar su mano para hacer los cambios no me soltó para hacerlo. — dudo que nos dejen subir — se inclina y besa mi mejilla, siento que las mariposas revolotean en mo estomago y la humedad de mi cuerpo van a colapsar frente a él.

Me falta el aire.

— ¿Estás bien? — dice tomando mi barbilla y examinando mi rostro.

— Si... solo... — rio nerviosa — no sé... pensé...

No pensé, no podía hacer mientras Vinc me toca.

Nos miramos por un segundo, sus ojos tan oscuros misterioso y profundos, entran en mi, como si perforan mi interior, las mariposas revolotean queriendo escapar mientras me acerco y pego mi boca de su boca, quizás él también tenga mariposas y se puedan encontrar en nuestras bocas, su aliento tibio hace cosquillas en mi así como su bigote, abre la boca y toma mi labios, mordisqueando y jalándome, haciéndome gemir.

— ¿Cómo puedes saber tan bien? — susurra y rio.

Acuna mi rostros.

— Siento por hacerte esperar demasiado — se disculpa y se aparta, pero no mucho — el trabajo me agota, te extrañe en el bar.

— Me pediste que no volviera — me quejo.

Sisea.

— Es que tu ahi, con tanto borracho, no me gusta — pega su frente a la mía y soy yo quien ahora acuno su rostro.

— O quieres decir; por tu padre — digo y él se aparta, su expresión cambió a una muy seria.

Quizás su ceño fruncido fue porque tuvo una discusión con su padre, y si fue como la que presencie, quizás fue por mi para sentirse mejor, no debí nombrarlo.

— Vamos — dice y abre su puerta — antes que empiece a llover.

Caminamos hasta estar entre las atracciones, Vinc no me tomo la mano, pero si me di cuenta que disminuyó su paso para que yo no me agotara tratando de alcanzarlo, ya que el es mas alto que yo y sus piernas dan largo pasos mientras los míos no.

— Comamos algo — dice mientras me señala el kiosko de los deseos, que es el lugar donde venden la comida en el parque, está vacío. — ¿Quieres hamburguesa con queso?

Yo asiento mientras hace que me sienta en una de las sillas y él camina hasta la chica que tiene uniforme del lugar, lo veo pedir y se ve tan sexy, vestido completamente en negro con un sweater manga larga. El vuelve su rostro hacia mi y me consigue  mirándolo, sonrío y en ese momento curva la boca en una pequeña sonrisa, la cual nunca había visto, las mariposas siguen dando vueltas en mi estomago.

— ¿Quieres coca? — pregunta y niego.

— Soda de limón — respondo y él vuelve con la chica que lo está atendiendo, termina la orden y viene hasta mí, se sienta en la silla a mi lado y toma mis manos.

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