Vincent y Hailey, son engañados por sus respectivas parejas, juntos, y en cumpleaños numero 30 de ella, todo se descubre, la traición y la humillación hacen que ellos terminan apoyándose uno al otro, pero ellos dos han tenido una historia antes, una...
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HAILEY (18 años)
— ¿Dónde está tu amiga? — Vincent vino hacia la mesa donde me senté, sola, ya que Helena me dijo que la esperara porque tenía algo que hacer con su madre. Pero han pasado casi una hora y aún no llega y no creo que venga ya.
Nosotras siempre venimos juntas porque mi padre me presta su camaro, el ama ese auto pero me ama más a mi, así que cuando yo se lo pido, él no me lo niega.
— No sé si venga — le respondo mientras juego con la única cerveza que pedí.
Varios chicos se me han acercado ofreciéndome otra pero me niego, y aunque cuando entre Vinc no estaba sentía que si aceptaba algo de otros chicos él se molestaría.
Es cierto, no solo tengo un enamoramiento con él, si no que me ilusiona pensar que le gustó y por eso su empeño por cuidarme.
— No puedes quedarte sola en esta mesa — él me mira y aunque mi corazón dice que le gustó a Vincent él se porta algo frío conmigo está noche.
— ¿No puedo usar una mesa si estoy sola? — pregunto porque la manera en que me habla me hace pensar que está molesto conmigo.
— No, las mesas son para grupos si estás sola tienes que ir a la barra — él me mira y siento su reclamo.
Supongo que le quitó la oportunidad a otros clientes.
–– Bien – digo y me levanto.
— Que traes puesto? — pregunta horrorizado.
Yo miro mi vestido negro, no es corto ni siquiera me queda tan ajustado, pero tiene un cuello en v que me hacer ver sexy y la falda tapa hasta mis rodillas.
— Es... es un vestido... — respondo al ver su ceño fruncido.
¿Por qué está molesto conmigo?
Se acerca a mí y mis senos rozaron su pecho, levantó mi rostro para poder verlo mejor a los ojos, no es tan alto pero igual me supera en tamaño. Inclina su cabeza.
— ¿Cómo se te ocurre venir en vestido aún lugar como está Hailey? — reclama
Yo pestañeo varias veces porque no entiendo su reclamo, cuando he visto a chicas entrar con menos ropa que este vestido que traigo puesto
— Puedo usar lo que quiera — ahora le muestro lo molesta que estoy yo, me parece estúpido de su parte que critique mi ropa, ¿Por qué soy gorda? Yo también puedo ponerme ropa que me haga sentir bien.
Es un imbécil.
El me mira y baja un poco la mirada a mis senos y vuelve a mis ojos, se pega más y aplasta mis senos, me sorprendió.
Quiero apartarme dando un paso atrás pero Vincent rodea mi cintura con su brazo y me aprieta. Me sorprende aún más su actitud y mi corazón estalla en mi pecho por mi nerviosismo, pero de repente se aparta y me toma por la muñeca con fuerza, casi me arrastra hacia la barra, pero no me deja ahí si no que me lleva con él al otro lado.
