Disorders

Prólogo

Veo a un niño, tierno, dulce y pequeño.

Está llorando desconsoladamente en un rincón de su hogar, mientras que las llamas de fuego y el humo negro invadían su alrededor en un rápido zic zac.

-¡M-Mami... Papi... Ayuda...!

El pequeño estaba asustado, sus padres le habían dicho que volverían por él.

¿A caso le mintieron?

El menor de cinco años sólo pudo sentir su propio llanto y la última lágrima derramada de sus ojos antes de poder cerrarlos lenta y dolorosamente...

{Jake}

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Veo a un chico, gritándole histérico a su hermano mayor cuando éste golpea y apuñala sin pudor a un pobre cerdo de campo.

-¡Hermano, basta, lo vas a matar!

El mayor se mofó descarnadamente ante tal mediocre súplica.

-¿Te da pena? ¿Te causa tristeza, marica de mierda?, ¡esto es lo que comes todos los jodidos días!, carne. Apestosa y horrible carne, matas a un animal para obtener esa mierda, ¿y resulta que te da pena? Hipócrita malcriado, ¡porqué no mejor te comes un ser humano! Es lo mismo después de todo.

{Niki}

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-¡Mamá, por favor, ayúdame! - un niño pequeño corría desesperado hacia su mayor.

-¿Qué ocurre, cariño?

-¡Es Ddeonu! ¡Quiere matarme por no haberlo salvado! ¡Q-Quiere matarnos a todos! ¡N-No dejes que lo haga, mamá! ¡Salvame, por favor! ¡Quiere dañarme!

La mujer quería huir al ver a su niño llorando desesperado. Tenía sus piernas arañadas y sus brazos cortados. No lo aguantaba verlo así, era demasiado para ella. Tenía miedo... Le tenía miedo a su hijo...

{Sunoo}

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El gran palo se estrellaba con fuerza en toda su espina dorsal, pequeños sollozos ahogados salían de la boca de aquél adolescente. Aquel mayor lo miraba con decepción.

-¿Sabes porqué te golpeo, hijo mío? - preguntaba el más viejo mientras volvía a golpear la espalda del pequeño, escuchándose el llanto de éste.

-P-Porque sentí pena al ver al hombre sin b-brazos y degollado. Trató de formular el pequeño niño en medio del angustiante llanto.

-Exacto.. Y ahora resulta que estás llorando por los golpes sabiendo que el dolor físico es psicológico. Esto lo hago por tu bien, mi precioso chico, sentir remordimiento por la gente sólo te hace más imbécil, ¿a caso ya no quieres ser como tu padre? - formuló con pesar, volviendo a golpear con fuerza el menudo cuerpo del menor.

-Y-Yo... Quiero ser igual que padre, así que c-continua con mi castigo.

{Jay}