El tierno Sunoo se encontraba felizmente preparando su cama para irse a dormir, ya eran las nueve de la noche y la alarma ya había sonado, así que todos los pacientes debían prepararse para ir a sus respectivas camas.
-A camita dice mamá, y en la camita me voy a quedar, lalala~ -cantaba el menor felizmente mientras moldeaba la almohada como un niño pequeño.
-Qué imbécil te ves cantando como puberto-Se oyó una risa por parte de aquella voz.
-Vete Ddeonu, quiero dormir de buenas hoy-bufó el chico sacándose los zapatos blandos para dejarlo a un lado y abrir la cama.
-Ni que fuera una molestia.
-Lo eres a veces frunció el ceño mirando al "supuesto" chico frente a él.
-Mamá nunca creyó eso.
-Mamá nunca te vio, estaba loca como todos los de éste lugar dijo suspirante.
-¿Puedes dejarme dormir?
-No.
El menor gruñó exasperado, quería acabar bien su día y si Ddeonu no lo dejaba tranquilo se pondría de mal humor.
-Sunoo, ¿está todo en orden? Te ves tenso. se hizo hablar una voz a través de un parlante que se hayaba en la habitación.
-Ddeonu no me deja en paz, ¡y necesito dormir! -habló molesto.
-Ddeanu no existe, Kim.
-Se llama Ddeonu, y sí existe. -afirmó con recelo mirando las cámaras de seguridad. Se estaba enfadando.
-Ajá. Te pediré que te relajes, enseguida enviaré a alguien para que te sede.
-¡No quiero que me seden! ¡Dejenme en paz! -gritó exasperado, parándose de su cama. Esperó unos segundos para ver si iba a recibir una respuesta por parte del doctor K.
No la obtuvo.
-Sunoo es un pobre ingenuo.
-¡Ddeonu, cállate! ¡Cállate, cállate, cállate, cállate! -dijo furioso mientras sus manos tiraban sus hebras rubias con rabia. A veces sentía como si la voz del chico se multiplicara por mil, exasperándolo demasiado.
Comenzó a golpearse la cabeza con sus manos empuñadas, lágrimas salían de sus propios ojos mientras apretaba sus dientes con fuerza.
-¡Basta! ¡Mamá, dile que pare, me duele! -dijo ahogado al no parar de llorar, su corazón latía con fuerza y sentía su cabeza a punto de explotar por la voz que le hablaba.
Era imposible detenerla, por más que le suplicara a su cabeza, ésta sólo respondía con miles de voces a la vez, frustrándolo demasiado.
-¡A-Ayúdenme, por favor! -sollozó suplicante para luego tirarse al suelo y taparse los oídos para ver si los bullicios cesaban.
No había caso, nunca lo hubo para él.
-¡Ni crean que me tendrán aquí por siempre, hijos de perra! ¡Soy jodidamente más inteligente que todos los que están en este maldito lugar de mierda! -se escuchó apenas una voz grave y fuerte, gritando desde habitaciones de distancia. El menor paró de llorar repentinamente, tratando de escuchar al chico con la parte racional de su mente.
-¿¡Me escuchan desgraciados?! ¡Juro que los mataré a todos! ¿¡Me oíste K?! ¡Te arrancaré tu puto pene diminuto con mis manos!
El menor rió un poco por el último comentario escuchado. Se levantó un poco hasta lograr sentarse, limpió sus lágrimas y respiró profundo.
-Pobre Jay, de seguro debes estar aburrido como yo sonrió leve Sunoo al imaginarse al mayor gritando acostado, aburrido de estar solo.
Repentimante la puerta de la habitación del menor se abrió, dejando a la vista una chica de cabello negro y tés pálida, acompañada con una bandeja estéril.

ESTÁS LEYENDO
Disorders
FanfictionDonde Jungwon, un joven enfermero encuentra trabajo en un centro psiquiátrico. ... Las cosas no son como crees, toda realidad tiene su dolorosa historia oculta... ▲🔞Advertencia 🔞 •Contenido sexual. •Trastornos mentales. •Sadismo. •Parafílias. ...