Sinopsis:
Tras un evento traumático para su familia, Iris es obligada a vivir en cautiverio, desde los 5 años, con estrictas reglas para protegerla.
Su vida da un giro inesperado, cuando viaja a otro mundo, uno lleno de magia y seres místicos, muy...
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Lazurd usa varias técnicas de ataque a distancia, y la mayoría son repelidos o esquivados, sin embargo, empieza a sentir que sus músculos se paralizan.
—Veo que surte efecto mi veneno... —dice Lea, mientras vuelve a su forma angelus y se dispone a atacar otra vez.
Al escucharla, él piensa rápido y usa su fuego para detener la distribución del veneno. Al mismo tiempo, se defiende de su ataque, además logra agarrarla, la cubre con su fuego y la arroja con toda su fuerza hacia el suelo, causando que grite de dolor.
—¡Lea!
Sappheiros lanza cuchillas de hielo, obligando que Lazurd retroceda para esquivarlas, el primero se mueve lo más rápido que puede, toma de ambos brazos a su rival y utiliza su técnica para congelarlo, esta vez se vuelve una batalla de temperaturas, pero Lazurd no juega limpio y le propina un cabezazo para luego patearlo en el estómago y enviarlo lejos.
Lea no se levanta, su aspecto cambió de nuevo, la piel es de escamas gruesas, poco a poco su rostro y cuerpo se vuelve el de un cocodrilo, al instante lanza la mordida hacia Lazurd, pero este despliega sus alas para cubrirse con ellas y la mordida no pasa muy profundo debido a la resistencia de las mismas, cuando se descubre, usa su fuego con cierta presión formando una cuchilla que clava del lado del corazón de Lea, como reacción ella se transforma en un ajolote y se aleja, la herida sana en ese tiempo.
—Esta habilidad es muy superior a lo que imaginaba. Si me guío por tus ojos, definitivamente eres del clan Diamante. El rostro que mostraste, me es familiar, pero ese nombre que mencionó Sappheiros, debe ser falso, tu nivel de poder es de alguien perteneciente a la familia real, ¿cuál es tu nombre verdadero?
—Adamantina —responde con tono de fastidio, al tiempo que vuelve a su forma angelus y revela su arete de diamante.
—¡Ja, ja, ja!, es imposible que seas la hija de Adámas, la regente del clan Diamante y estés aquí ayudando a estos rebeldes.
—Me importa poco si me crees y no tengo porqué darte explicaciones.
Contrario a sus palabras, su cuerpo revela un poco más su identidad, pues el ojo izquierdo se torna color negro, con un brillo misterioso.
—Solo su hija tiene esa particularidad de cambio de color en los ojos, eso explica tanto poder a pesar de ser tan joven. Veo que ambos tuvimos que lidiar con hijos problemáticos, la compadezco.
Ella se cubre el ojo, ya que eso sucede cuando pierde la calma.
—No se quien es peor en el descaro y egoísmo, si mi madre o tú —espeta.
—¿Por qué no piensas mejor tu postura?, no se que problemas tengas con tu madre, pero no parece que te haya desterrado, si aún tienes tu arete canalizador; dudo que le sea agradable que hayas huido, pero supongo que si se entera que estas aquí, no dudará en venir a buscarte y conociendo su carácter, estarás en problemas. Pero nosotros podemos aliarnos, te ayudaré con ella...
