ESTABA DE NUEVO AHÍ, PERO NO ENTENDÍA COMO NI PORQUE ESTABA DE NUEVO EN ESE lugar y fue cuando la vio, la sala de tronos seguía igual a exepción de que había varios estandartes de la casa Targaryen y en medio justo en el trono de hierro una bella mujer de cabello largo platinado, ojos violetas, vestida con las mejores telas que conformaban un bellos vestido rojo con varios toques de perlas y en su cabeza estaba la corona del conquistador.
- ¿Qué haces aquí? - pregunta con un tono suave, dulce
- ¿Quién eres? - pregunto precavido
La última vez vio a Rhaenyra y al final le corto la cabeza, ahora no conocía a la mujer que estaba en frente suyo.
La mujer simplemente sonrío con amabilidad para luego con delicadeza bajar del trono de hierro quedando unos escalones lejos de él.
- ¿Acaso no me reconoces? - pregunto de nuevo la mujer
- No, nunca había visto a una mujer igual a ti - responde con hermana oscura en manos
- A una mujer no, pero a una joven si -
La observa mejor, con más tranquilidad y paciencia fue cuando soltó la espada que trae entre sus manos y acercarse a la mujer dejando sus manos en las mejillas.
- Ñuho glaeso hūrus - murmura sin poder creerlo
- Hace años que no escuchaba ese sobrenombre - sonríe con tristeza Dhaenyra
- ¿Qué? - no sabía que decir - ¿Qué decidió? -
- Tienes ojos, pero no ves padre - de nuevo ese aura que daba la impresión de que su hija sabía más de lo visto
- ¿Como funciona eso? - pregunta
- Esta más haya de nuestro entendimiento como humanos, incluso del mio - responde con una sonrisa
- Eres reina - dice finalmente viendo fijamente la corona - ¿Aegon ganó? -
- Si te digo lo que va a pasar ya no sucederá como es debido, pero solo te diré que eso no durará aunque será una eternidad -
- Dhaenyra dime que esta pasando - exige
Antes de que su hija pudiera responder entra un apuesto joven con ojos bi color con una abrigo azul con detalles dorados, era oro.
- Madre - saluda con una encantadora sonrisa
- Mi dulce niño - sonríe su hija besando la mejilla del joven - ¿Donde está Rhaegar? -
- Con Daella y Daemon - responde haciendo una pequeña mueca - Esta sospechando otra vez -
- Solo hay que esperar un poco más ni niño, Rhaegar aún es muy pequeño para que le diga la verdad -
- Lo entiendo madre, sin embargo es difícil hacerlo - juega con sus dedos - Mi hermano es un niño muy listo -
- No temas, todo estará bien - acaricia la mejilla del Targaryen - Lo prometo -
- De acuerdo, iré a ver donde esta Alyssa al parecer Lord Bolton esta interesado en conocerla - habla divertido
- Ni se te ocurra - advierte Dhaenyra - Primero dejaré que Alyssa sea Septa antes de casarla con un hombre como ese -
En seguida Baelon ríe saliendo de la sala de trono.
- No me pudo ver - habla Daemon
- No, pero será mejor que vuelvas antes de que llegue Alyssa - dice con cierto temor en su voz - Ella será capaz de verte -
- ¡No! - interviene - Solo dime si ganaremos esta guerra -
- No puedo decirte nada sobre eso padre, pero lo que si puedo decirte es que te amo, te amo mucho papá - sonrío con tristeza
En seguida ambos unieron su frente, se veían igual ya que en esos momentos comparten edad.
- Papá también te ama - beso su frente con cariño
[ 🔮 ]
DESPERTÓ CON LAGRIMAS EN LOS OJOS, A COMPARACIÓN DE LAS OTRAS VECES LO QUE FUERA QUE SEA esto, fue más real que las anteriores ya que realmente sintió ese calor que su hija siempre le mostró a lo cual no pudo evitar extrañar su presencia.
Aunque... ¿Rhaegar? Baelon lo nombro hermano eso significaba que su hija tenia otro hijo ¿Cuando pasó todo eso? Será más adelante o es ahora y si es en estos momentos quien será el padre ¿Aegon o Aemond? Daba igual quien fuera ambos eran igual de malos.
En esos momentos se sentía tentado de ir hacia Roca Dragón para saber como estaba su hija ya que a pesar de todo y de lo diferente que ambos eran parecía que ella era la única quien lograba comprenderlo e incluso varias veces soportarlo.
Dhaenyra, su querida hija no era como Baela o Rhaena, era especial además de su don donde podía ver más haya del entendimiento humano, siempre tan amable e incluso con quienes la dañaban les tenía un inmenso amor, luce como él con su cabello como ojos y eso no era ni la mitad de las cosas por la cuales era su hija favorita.
Como padre uno nunca puede preferir a un hijo sobre otro, pero Dhaenyra era más que especial y eso lo supo en cuanto la tuvo entre sus brazos viendo el mundo con una inmensa curiosidad.
- Majestad - voltea viendo un guarida
- ¿Ahora que sucede? - pregunta con hostilidad
- Su hija la princesa Dhaenyra esta aquí, acaba de llegar con su dragón - le informa
En seguida sale de aquel cuarto tan horrible para caminar en pasillos igual de mal solo para encontrar a su hija vestida de negro con perlas decorando su ser y tocando con delicadeza su vientre.
La amaba, amaba a su hija sobre todas las cosas así que no dudo en correr hacia ella, era como si una gran fuerza lo moviera para poder estar a su lado donde la podrá cuidar de lo que sea porque ella era su amada hija y el mundo será lo que ella quiera que sea e incluso podría llegar a reclamar el trono de hierro para ella misma si es que lo llegara a pedir.
Daemon era un padre diferente para sus hijas, Baela y Rhaena deseaban el padre que le correspondió a su hermana Dhaenyra ya que a pesar del amor notaban como ella era más apreciada para su padre que ellas dos e incluso sus propios sobrinos, a veces lo odiaban por eso ya que su hermana no tenía la culpa, de hecho ella parecía amarlas más su padre siempre besando sus mejillas o dándole a ambas palabras dulces, cosa que no habían recibido tantas veces por su padre, ese cariño estaba reservado para Dhaenyra.
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༻ • . ᦓ᭙ꫀꫀꪻ ꪻꪖ᥅ᧁꪖ᥅ꪗꫀꪀ . •༺
Fanfiction᯽𝖲𝖶𝖤𝖤𝖳 𝖳𝖠𝖱𝖦𝖠𝖱𝖸𝖤𝖭 || El funeral de Laena Velaryon fue un suceso triste, pero en el evento se pudo ver a su hija mayor: Dhaenyra Targaryen.