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Vladímir abrió y cerró cajones con el ceño fruncido y la mirada fría, agradeció al cielo cuándo encontró una bolsa negra entre las cosas de Anastasia y se giró tomando entre sus dedos los pedazos de cristales que habían dañado el pie de la mocosa.
Se sentía cabreado , le molestaba incluso pensar en esa cría del demonio haciendo sabra Dios que con el puto enmascarado.
Ella se llenaba la boca de decir que el era suyo , pero ¿el y cuántos mas?. No le extrañaría que la loca tuviera un jodido harén inverso, su locura le confirmaba que sería capas de secuestrar a los tíos para tal finalidad .
¿Era acazo el enmascarado uno de su colección?
Meneo la cabeza eliminando esa idea, se sentía cómo un puto puberto en plena adolescencia.
Joder que tenía 44 años , ya no era un niño para ponerse de esa manera por una chica , y menos por la mocosa con complejos de loca desquiciada .
Aferró con sus puños la bolsa negra y terminó de limpiar todo el suelo del baño asegurándose de que no quedarán restos de espejos.
Cuándo estuvo seguro de que la seguridad de la chica no corría ningún peligro, salió del baño azotando la puerta bruscamente.
Observó la habitación con el ceño fruncido buscando indicios de la chica y no le solpredio verla en la cama arropada y aferrando contra su pecho un estúpido peluche de perro.
Puso los ojos en blanco, esta chica era una cría , una cría muy estúpida y confiada .
Movió sus pies hasta detenerse a varios centímetros de la cama , detalló su figura angelicalmentediabólica y apretó sus puños con fuerza .
Podía matarla , podía simplemente enredar sus dedos en su cuello y asfixiarla mientras ella dormía plácidamente, arrancarla de su placido sueño y llevarla entre las sombras hacia una pesadilla sin fín, arder ambos en el jodido infierno
Pero en su lugar sus manos se movieron al mechón de cabello oscuro que cubría su inocente y perverso rostro deslizandolo tras su pequeña y delicada oreja , sus ojos buscaron ansiosos los sugerentes , delicados y rojos labios que antes había probado .
Era una jodida tentación andante .
Sin saber por que sus dedos acariciaron su mejillas salpicada por pequeñas casi invisibles pecas y el contorno de sus barbilla , trazando tiernas caricias por su cuello hasta detenerse en el inició de su pecho.
Observó como un adicto el subir y bajar de su tranquila respiración, escuchando el susurro de los latidos de su corazón contra la palma de su mano , tuvo que hacerse con toda su fuerza de voluntad para no saltarle arriba cómo un jodido animal .
Retiró su mano cuándo la escucho soltar un suspiró entre dormida y despierta y como un resorte dio un brinco atrás cuando la mocosa se revolvió en su lugar poniéndose boca arriba , desparramandose cómo un gato , el peluche calló al suelo .
Y sin saber por que , Vladimir tomo entre sus dedos el repulsivo peluche y lo miró directo aquellos ojos negros, redondos y sin vida .
Le recordaron a ella.
__¿Que haces abrazando a la mocosa?__ Le preguntó en un gruñido __No te enseñaron a no tocar lo que no es tuyo, chucho pulgoso .
Como era de esperar el peluche permaneció en silencio y Vladimir mordió su labio inferior sintiéndose estúpido.
Genial , ahora sentía celos de un jodido muñeco de peluche .
Negó y dejó el peluche dentro de la bolsa negra , el también saludaria a los peces de su parte .
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La Obsesión de la Reina Escarlata
Lãng mạnVladimir Zakharov era su única debilidad y al mismo tiempo su mayor fortaleza Crónicas de un amor oscuro