🥀Cap35🥀

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🙋‍♀️Autora: Cap dedicado a esas dos personitas que siempre me animan a escribir mi novela ( la verdad solo me amenazan y me gritan, muy dura mi vida se los aseguro 😭😭 ,yo que soy un ángel )🤣🤣

Pero les agradezco su apoyo siempre chicas y que me animen a escribir🤗

Gracias también a los que me siguen brindando de su tiempo y se sumergen en esta historia  tan caótica como su escritora. Se los agradezco con el alma.

🥀Por cierto ya son ¡¡¡ 3.04K!!!🥀

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Cap largo
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Espero les guste

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V

Vladímir descendió las escaleras con los puños cerrados y un humor de los mil demonios.

La maldita loca se había largado con el puto enmascarado y lo había dejado en esa jodida isla como si de  algún objeto olvidado se tratará.

Su humor era peor que  el de los perros ,  y sobre todo después de descubrir las cámaras que se encontraban   dispersas en varios puntos claves de la habitación.

Cómo sospechaba,  el puto enmascarado los espiaba.

Cuando volvieran de su jodido  viaje necesitaría conseguirse una nueva cara  porque pensaba dejársela  de lo lindo.

Le daría varias razónes para no querer quitarse nunca su puñetera máscara.

El solo pensamiento de que hubiese estado observando a Anastasia todo este tiempo lo cabreba.

No sabía por que se había vuelto tan protector con esa jodida cría.

Pero le enojaba el solo pensamiento de que alguién mas disfrutara de su cuerpo.

No tenía muy en claro lo que sentía hacía ella,  aveces tenía  ganas de matarla y otras de follarsela  tan fuerte que  caminar  le costaría toda una  semana .

Pero una cosa si era clara en el y era el saberse dueño de ella.

Esa mocosa era suya.

Suya para quebrar.

Suya para joder.

Suya para tocar.

Suya para proteger.

Suya para follar.

Suya.

Si tenía que tatuarle su nombre en el pecho para que todos lo supiesen ,lo haría.

La marcaría cómo su propiedad para que ni el enmascarado ni ningún otro  fuera capas de tocarla.

La dañaria para cualquiera  , aun cuándo no estuviesen juntos ella no podría estar con nadie más , pensaba  grabarse  tan profundo que dejaría su huella marcada en su mente , en su corazón y  en ese maldito cuerpo  que lograba volverlo completamente loco.

Era un puto egoísta, pero eso le valía madre si  de ella se trataba.

No la quería  para él , pero no pensaba permitir que fuese de alguien  más.

¿Un hijo de puta?

Sí, pero le importaba poco.

Al descender por completo las escaleras se dirigió a la cocina para hacerse algo de comer.

La Obsesión de la Reina Escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora