Capítulo 14: Ambrice

7 3 0
                                    

A la mañana siguiente, descubrí que me había quedado dormida fuera de la cueva. Estaba muerta de frío. Oliver me presto un chaleco que tenía puesto, mientras Zeth leía en voz alta la carta de Destiny Lennon.

Permanecimos bastante tiempo en silencio, pensando en que hacer. Ojalá esa carta la hubiera escrito después de lo que pasó en Porage, así al menos esperaría que ella supiera que pasa ahora mismo y nos hubiera explicado un poco.

—Entonces este peligroso enemigo no es Eros, puesto que está muerto —dijo Zeth, pensativo—. Sin embargo, estoy seguro que busca los anillos y de alguna forma se enteró de la Nueva Alianza de los reinos, atacando Porage en busca del Anillo del poder eléctrico.

—No entiendo por qué el núcleo ocupa electricidad —agregó Savannah.

—Solo espero que no tenga el anillo —mencionó Brina, con temor.

—¿No deberíamos ir al Palacio Imperial? —preguntó Zeth, pero Oliver y yo intercambiamos una mirada y él les explico que planeábamos ir a Ambrice.

—Es buena idea, de Ambrice podemos conseguir transporte hasta el palacio para no tener que caminar...

—Si este nuevo enemigo está en busca de los anillos, y sabe dónde están... —interrumpí a Savannah y todos me voltearon a ver con una ceja encarnada— ¿No podríamos conseguirlos antes que él?

—Me imagine que dirías algo así, Fifi. Es muy peligroso, yo no me expondré a ese riesgo, ¿y si él nos encuentra? No creo que podamos escapar así como ustedes escaparon de Deifontes.

—Brina tiene razón en eso, Faith —le dio la razón Zeth—. Dejemos que la Alianza se encargue.

—Me refiero a que ese enemigo no tiene idea de que existimos, menos de lo que sabemos. Y si sabe sobre los anillos, podemos adelantárnosle. Por ejemplo, podemos llevar el Anillo de Ambrice al Palacio Imperial con Electra o con las Elohim...

—Ni siquiera sabemos dónde están esos ángeles —dijo Savannah, y tenía razón, pero podía escribirle a Destiny sobre eso cuando llegáramos a Ambrice.

—No es mi intención sonar grosero o imprudente Faith, pero lo que dice no tiene sentido. ¿Por qué nosotros haríamos eso? No conocemos nada de los Anillos del Núcleo, probablemente no los podamos tomar con nuestras propias manos, o tampoco sabemos si los Reinos estarán dispuestos a ayudarnos...

Todos tenían razón. No sabía en que estaba pensando, era muy arriesgado y no quería arrastrarlos a más problemas como en Mastechnos. Me disculpe con ellos. No sé porque sentía este peculiar sentimiento sobre lo que debía hacer, pero seguir a mi instinto nunca me ha funcionado bien. Tal vez lo que Wade me dijo no era verdad.

Una vez todo decidido, Zeth tomó el mapa, marco el camino al reino de Ambrice y todos emprendimos marcha hacia allá una vez juntamos nuestras cosas y destruimos la fogata. El cielo estaba bastante despejado, pero el sol seguía sin salir. Conforme avanzábamos el clima se tornaba aún más helado y apareció un fresco viento de la nada. Nos palmábamos de frío, ya que siempre estuvimos acostumbrados a vivir bajo la calidez del sol.
Sentía la mirada de Oliver encima, de seguro juzgándome por mis tontas ideas.

Ya nos habíamos adentrado a Picos Blancos dentro de Sivasos. Comenzó a nevar y tuvimos que cubrirnos con las telas que usamos para dormir porque sentir la nieve sobre la piel ardía. El pelaje de Belle estaba completamente cubierto de nieve. No obstante, no se podía negar la estupenda vista.
Cuando llegamos, tardamos en distinguirlo debido a que su color blanco se camuflaba con las montañas llenas de escarcha. Cruzábamos el puente de piedra lo más rápido que podíamos para llegar al castillo, y lo que observé fue que entre algunas montañas se observaban cascadas congeladas, como si el reino no siempre hubiera sido gobernado por el hielo.

Faith [Parte 2: El Libro del Destino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora