El cielo volvió a nublarse y parecía que Haektpa tenía ganas de luchar. Yo no tenía idea de que hacer, ella se encargaba de todos los guardias que lanzaban flechas desde las torres y los que corrían hacia ella con lanzas y espadas doradas en alto, listos para hacerle daño. Noté que no mataba a nadie, solo los dejaba inconscientes y eso me dejo tranquila.
Se abrieron las puertas de la muralla y salió un grupo de más de cincuenta guardias para luchar contra Haektpa e impedir que entrara a Honeyuan, sin embargo, ella ya estaba adentro. Me sorprendía su facilidad para derribar a tantos a la vez, era increíble. Si Savannah estuviera aquí sé que estaría súper emocionada, pero por estar en mis pensamientos, mi instinto me hizo hacerme hacia el costado, pues uno que otro guardia me aventaba flechas desde las torres; tal vez necesitaba pensar como Savannah.
Corrí en zic zac, esquivando las flechas, hacia donde estaban los cuerpos inconscientes de los guardias, tome una espada y un escudo y me tape por encima cubriéndome de las flechas. El número de flechas incremento o se lanzaban con más fuerza, pues sentía muchos flechazos en el escudo, era como si estuvieran lloviendo rocas, por lo que tuve que agacharme para evitar que me dieran del torso para abajo.
Literalmente no tenía idea de que hacer, pero cuando localice a Haektpa con la mirada y me hizo una seña con la cabeza para que fuera con ella -que estaba casi en la entrada del palacio-, me llene de coraje, lance el escudo fuertemente hacia la torre donde me disparaban y comencé a correr velozmente entre todos los guerreros que trataban de detener que Haektpa entrara al palacio. Esquive varias lanzas y flechas pero el único problema era llegar al lado de Haektpa, ella lo notó y lo que hizo fue dar un golpe con el bastón en el suelo, lo que provocó una onda eléctrica haciendo que todos los guerreros que estaban en mi camino salieran volando y me dieran espacio para pasar.
Subí unas pocas escaleras en paso rápido para posicionarme al lado de Haektpa y vi como todos los guerreros nos rodeaban, apuntando sus lanzas hacia nosotras.
—¿Ahora qué haremos? Estamos rodeadas.
—Lo que haremos, Faith, será probar tus poderes.
—¿Cómo?
—Primero la mente, la telequinesis, telepatía, entre muchas otras más, pero esas dos principalmente. ¿Preparada? Porque liberaré un poco de tu poder.
—La verdad no me siento preparada —le comenté con nerviosismo—, ¿no puede ser en otra situación más tranquila?
—Orazia Eckhart está a quince segundos de salir por la puerta principal, tú lucharás contra ella y yo buscaré al Rey Soizic para que la detenga, nada malo te pasará.
—¿Cómo lo sabe...?
Haektpa me tomó por los hombros y me puso frente a ella, rodeo el bastón con sus dos manos y colocó la punta lentamente sobre mi frente. Mi corazón latía con rapidez y no paraba de sudar. Cerré los ojos con fuerza, temerosa por lo que fuera a pasar, y en menos de un segundo sentí un horrible dolor de cabeza, era un dolor tan intenso que tuve que sujetarla con mis dos manos temiendo que fuera a explotar.
Sentía una increíble presión en el centro de mi frente; por unos segundos creía que me estaba enterrando el bastón en la cabeza, pero cuando abrí los ojos lentamente el dolor desapareció y vi a Haektpa bajando el bastón, buscando mi mirada. Antes de que pudiéramos decir algo, nos interrumpió un fuerte estrépito a nuestro costado.Los guardias se apartaron y arrodillaron ante la que supuse que era la Reina Orazia Eckhart: llevaba un traje color rojo pegado a su cuerpo, el cabello oscuro recogido y encima una pequeña corona.Podía detectar furia en su mirada rasgada, pero realmente estaba asustada, aparentaba más de lo que era. Cuando me vio relajo su expresión de disgusto, pero volvió a intensificarla cuando Haektpa dio un paso hacia ella con decisión.
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Faith [Parte 2: El Libro del Destino]
FantasyFaith ha crecido en un mundo de fantasía junto con su familia y amigos, pero todo cambiará cuando el Libro del Destino, ubicado en su hogar, provocará que horrores inimaginables le sucedan donde sea que vaya. Su reino al ser atacado por un misterios...