Capítulo 31: Sin Fin

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Eros realmente no tenía intenciones de luchar contra mí, por lo que todo fue más fácil de lo que pensé, sin embargo, se defendía de los golpes y ataques que le lanzaba con coraje.

Incluso desde donde estábamos se escuchaban los gritos de guerra y las explosiones, en ciertas ocasiones sentía el suelo vibrar y podía observar como rayos de un azul eléctrico provenientes de las nubes oscuras y escarlatas del cielo impactaban contra la nave de Eros, la cual parecía indestructible.

Al estar tan concentrada en lo que sucedía en el batallón a lo lejos me olvide completamente de Eros y creo que estaba equivocada al pensar que no quería luchar contra mí. Blandía sus dos espadas gigantescas hacia mí, pero yo las esquivaba con una habilidad que me sorprendió.

Con valor, alcé mi espada y rápidamente la lancé hacia la que blandía contra mí, y como lo planeaba, la velocidad y la fuerza de mi espada rompió la suya en pedacitos que cayeron sobre el suelo terroso como brasas. Eros bufo y salió humo de sus ojos, furioso.

Apuntó su puño hacia mí y el Anillo del Núcleo de fuego se iluminó, lanzándome una ráfaga de fuego. Por instinto, cerré los ojos y me cubrí con mis antebrazos, pero al no sentir fuego a mi alrededor, abrí los ojos y observé que inconscientemente había creado un escudo hecho de energía proveniente de mí; era hermoso, como la luz de alguna estrella caótica. Eros fruncía el entrecejo incrementando el poder del anillo mientras le costaba dar pasos hacia mí.
Sin intención de dejarme ganar, en cuestión de menos de un segundo, absorbí esa energía del escudo y la expulsé hacia él, haciendo desaparecer la ráfaga de fuego y ocasionando que retrocediera.

Está vez el anillo de tierra se iluminó en su puño y provocó que se alzaran rocas gigantescas del suelo en el aire, lentamente todas las rocas fueron cubriéndose de lava y las comenzó a arrojar hacia mí como proyectiles. Corrí de él esquivando las rocas, volteando de vez en cuando para destruir alguna con mi energía, hasta que se acabaron.

Me giré para correr hacia él y clavarle la espada en el pecho, pero sin darme cuenta, otra ráfaga de fuego venía hacia mí y me alcanzó, sin embargo, no me afecto. Veía el fuego proyectarse a mi alrededor, pasando por mi piel, pero no me estaba quemando y eso me gusto, me hizo sentir poderosa. Sabiendo lo que debía hacer, absorbí todo el fuego y lo hice recorrer todo mi cuerpo hasta mi espada, dándole un aspecto más letal. Eros se enderezó, viéndome con una pizca de recelo y coraje, pero sin sorprenderse.

Cuando vi las flamas arder en mi espada, recordé lo que Flint Lennon había dicho: "El fuego y la tierra son una mala combinación", y supe lo que debía hacer. Sabía que Eros me seguiría a donde sea que fuera, entonces corrí de él, me alejé hasta llegar al palacio, sin dejar de correr subí hasta la punta que reflejaba el cielo inyectado en sangre y sin detenerme, di un gran salto hasta la nave de Eros. Cuando aterricé sobre ella, le hice llegar Electra y Antednis telepáticamente una advertencia, sobre si seguían en la nave, huyeran, pues iba a destruirla.

Observaba como de lejos Eros volaba hacia mí, acercándose cada vez más, pero no veía que Electra y los demás salieran de la nave, hasta que un rayo impacto enfrente de mí y cuando se desvaneció vi a Electra; se había teletransportado.

—¿Qué estás haciendo? Esto no es parte del plan...

—Yo destruiré la nave y me encargaré de Eros. Ustedes ayuden a la Alianza. ¡Ya! —le grité con desesperación, pues Eros ya casi estaba sobre nosotras— ¡Vete!

Justo cuando Electra brincó de la nave después de dedicarme una mirada de aprensión, yo encajé la espada fuertemente, enterrándola toda y ocasionando grietas en toda la nave. Justo cuando Eros me había tomado del cuello, haciéndome volar al cielo junto con él, lejos de la nave, tome un rayo escarlata que resonó a mi lado y lo aventé directamente a la espada, la cual segundos después explotó e hizo toda la nave colisionar. No pude ver toda la explosión debido a que pronto las nubes oscuras comenzaban a nublar mi vista, solo veía a Eros ahorcándome, ascendiendo demasiado en el cielo alrededor de rayos y relámpagos azules y escarlatas.

Faith [Parte 2: El Libro del Destino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora