Me dirigí trotando hacia el Palacio Imperial, con Pony siguiéndome, bajo el cielo aún nublado. Todo se veía igual a la vez que me despedí de mis amigos, sentía que el cielo anunciaba la llegada de nuevas tragedias.
Corrí sobre el césped, aplastando ciertas flores, dedicándole un vistazo con pesadumbre a la tumba de Elvira y Brina; de verdad deseaba con todo mi corazón que estuvieran a mi lado, rompería cada parte de mi corazón con tal de que volvieran.
Me detuve en seco cuando estuve frente al glorioso palacio dorado, con un nudo en la garganta y con la mente explotando de furia y tristeza, noté ya no irradiaba el mismo resplandor de hace unos días.En lo primero que pensé cuando azote las puertas de entrada del Palacio Imperial fue en buscar a mis amigos, hacerles saber que estaba bien y decirles que necesitábamos irnos de ahí antes de que la guerra estallara, pues no soportaría verlos luchando y arriesgándose por una lucha que no es suya.
Caminé en paso rápido por la alfombra junto con Pony, aunque la deje atrás porque caminaba demasiado lento, y antes de girarme para subir las escaleras, de reojo, por los portones oscuros de la sala del trono que estaban medio abiertos, vi pasar a Haektpa. Era tan desalmada. Me abandonó sin siquiera ir a buscarme después. Como la odiaba, era tan hipócrita, bipolar, insoportable, inestable y manipuladora, ahora entiendo todo; dijo que para los Imperiales somos marionetas, supongo que olvidó incluirse.
—Faith, ¿a dónde vas? —me preguntó Pony, alcanzándome— ¿No buscarás a tus amigos?
—Tengo que resolver algo —le dediqué una mirada fría y me giré rumbo a la sala del trono con rabia. Los escuchaba a todos hablar, ahí estaba toda la Alianza, incluso Allard. Tal vez Eros tiene razón... son unos monstruos.
Frente a los portones oscuros observé los jeroglíficos y ahora lo entendía: era la historia de la Nueva Alianza. Soportando mis ganas de llorar y destrozar todo a golpes, apreté los puños y golpeé con intención de abrir los portones, pero sin estar consciente de mi fuerza los derrumbe, ocasionando la atención de todos adentro y afuera. Mi corazón se aceleró, la mirada de todos estaba posada en mí. Sus ojos profanaban terror, pero los míos se empañaban en ira, quería decirles todas sus verdades en la cara, todas sus acciones inhumanas, todos sus secretos oscuros.
Cada miembro de la Alianza había hecho algo terrible, lo veía en su mente, y se dignaban a considerarse "héroes".—¡Faith! —exclamó Haektpa, con su bastón en la mano, mordiéndose las uñas inquieta.
—Por los Dioses, ¿cómo te encuentras? —la Reina Orazia Eckhart se acercó a mí y me inspeccionó, pero yo la ignoré, ignoré a todos, mi problema era con Haektpa, con mi "madre".
—Mejor que nunca —dije entre dientes molesta, acercándose lentamente a Haektpa.
—Faith, lo siento demasiado —Haektpa corrió hacia mí y me tomó de las manos con tristeza, buscando mi mirada—, créeme que me dolió ver tus ojos melancólicos cuando te entregue a Eros pero es todo parte del plan, yo sabía que él no te haría daño, solo quiere ponerte en nuestra contra, además, algo más nos detuvo...
—Me parece que funciona más el plan de Eros que el suyo. ¿En verdad no te importo?
—Por supuesto que me importas, todos aquí te apreciamos, ya sabes que hacemos todo esto por el bien del mundo.
—Ah, ¿sí? ¿Y qué hay de la muerte de Brina? ¿En qué ha ayudado al mundo la muerte de Elvira?
—Lo de Brina fue una tragedia y lo siento tanto, pero si no moría Elvira, moriría Allard y eso no nos ayudaría a nosotros...
—¿Y crees en verdad que merecen esa ayuda? No crean que no sé todos los horrores de su pasado. Todos son horribles, asquerosos, ni hablar de los Hamilton, encubriendo a su hijo violador y asesino, y los Lennon explotando a hombres y niños para que fabriquen sus preciadas y tecnológicas armas y transportes...
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Faith [Parte 2: El Libro del Destino]
FantasyFaith ha crecido en un mundo de fantasía junto con su familia y amigos, pero todo cambiará cuando el Libro del Destino, ubicado en su hogar, provocará que horrores inimaginables le sucedan donde sea que vaya. Su reino al ser atacado por un misterios...