Capítulo 6: La Llama

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Sentí un jalón a mi costado. Mi padre me guiaba fuera de todo aquel alboroto.
Afuera probablemente estaba peor. Con solo echar un vistazo entre los portones de entrada al castillo, vi llamas extendiéndose por todo el pueblo. No comprendía que sucedía, solo pensaba en que todos estuvieran bien, en especial mi hermana y mis amigos.

Sin aviso previo mi padre me llevó hasta la Sala del Triunfo y me encerró dentro, solo escuche como colocaba seguro por fuera. El suelo temblaba de vez en cuando, pero sin duda el techo más. No me moví de donde me dejó mi padre, pero me senté recargando mi frente en mis rodillas, tratando de tranquilizarme de que solo era un simulacro y que nada malo sucedía.

Minutos después la puerta volvió a abrirse y Grau entró acompañado de Brina y los Lennon. Solté un suspiro de alivio y me levanté para lanzarme a mi hermana y abrazarla, pero Grau me detuvo por el brazo, alejándome. Estaba confundida por su acción.

Los Lennon trataban de no hacer contacto visual conmigo, a excepción de Destiny, quien no paraba de jugar con un papel entre sus manos, y Aristeo me dedicaba una que otra mirada simpática. Segundos después entraron los Horvath de Ambrice y los Hamilton de Truyalty, seguidos de mis padres, que cerraron la puerta con candado una vez estaban dentro.

—¿Encendiste la Llama, Grau? —le preguntó mi padre.

—Sí, lo hice, fue difícil llegar hasta ella tengo que admitir...

—¿Qué es la Llama? —finalmente pregunté.

—Es una antorcha —me explicó Flint Lennon, pero no sin antes intercambiar miradas con mis padres—, parecida a un comedero de aves para disfrazarla, por eso tal vez no la hayas visto aún. Sirven para cuando un reino necesite ayuda o esté en peligro, solo tiene que encenderla, y como todas están conectadas se encenderán con fuertes llamas azules en los reinos de...

—La Alianza —concluí.

—¿Cómo...? Bueno, bien... —mi padre me miraba con una extrema perplejidad— Tenemos que tomar acciones inmediatas, según lo que les conté sobre eso.

—Tenemos que evacuarlos, entonces —mencionó la Reina Harmony Hamilton.

—Pero solo a ellos —agregó Lancelot Horvath—, sabes lo que implicará.

—¿Entonces qué haremos? —preguntó Lysander sujetándose del hombro de ambos de sus hijos— ¿Dejarlos aquí y nosotros marcharnos?

—Los niños tienen que irse —dijo Athena Lennon, tomando de la mano a su hija.

—Faith, Brina —nuestro padre se colocó frente a nosotras sujetándonos de los hombros, sin saber a cuál de las dos ver—, sé que esto es difícil de comprender, pero las enviaremos al Palacio Imperial junto con Electra y una vez allá, les juro que se les explicará el por qué de todo esto.

—No creo que tengan tiempo de empacar...

—Yo me encargaré de eso y de conseguirles transporte —anunció Grau y a continuación desapareció tras la puerta.

—Nosotros regresaremos en nuestro barco y nos dirigiremos en cuanto podamos al Palacio —informó el Rey de Truyalty sonando con decisión, pero yo lo notaba más indeciso.

—Entonces todos regresaran en su propio carruaje, me imagino. Es lo mejor —dijo mi madre acercándose a mí herman y a mi, pero dirigiéndose hacia los demás.

Minutos después de puro silencio, la puerta se volvió abrir y Grau asomó la cabeza y entró, pero detrás de él venía Lucy la cocinera y su nieta Savannah junto con Oliver. La primera tenía una espátula en la mano.

—¡Es una locura afuera! —exclamó Grau— Logré conseguirles carruaje princesas, Allard y Elvira espero que no les moleste que Oliver las acompañe, pues ordene a todos los guerreros quedarse y solo dos guardias podrán protegerlas...

Faith [Parte 2: El Libro del Destino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora