Capítulo 23: Control

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Hice un increíble esfuerzo por no llorar mientras miraba hacia los trágicos paisajes, recordando el rostro de mis amigos. Pensé en leer la carta que Zeth me había dado, considerando que solo estábamos Haektpa y yo en el transporte ya que se movía solo, pero decidí esperar, así que guardé el sobre con la carta en una bolsa del cinturón de mi traje.

Con un suspiro volteé hacia Haektpa y ella me sonrió, colocando su bastón encima de ella. Era muy extraño pensar en ella como mi madre.

—¿Qué te gustaría saber primero? —me preguntó.

—Todo, en general... ¿Cómo es posible que todo esto, siendo historia mundial, en Porage no hubiera libros con información de esto?

—Yo ordené que se deshicieran de toda la información que pudieran tener sobre la Alianza, de los Anillos del Núcleo y de los Imperiales, sin embargo, dejaron sobre Los Siete y las Tierras Sagradas. Lo hice porque quería a Porage lo más lejos posible de todo este tema, en especial de ti.

—Entiendo... ¿Nunca conoció a Electra? —me negó con la cabeza— ¿Y no tiene una idea de por qué integró a Eros a Los Siete, o por qué se fue después de que él destruyera el Palacio?

—No tengo ninguna idea o información sobre mi madre, así que eres muy afortunada que tu conozcas a la tuya.

—¿Qué hay de mi padre?, ¿cómo es?

—Me gustaría que no te refirieras a él como tu padre, pues de padre no tiene absolutamente nada. Él es un ser cósmico maligno que solo busca satisfacerse a sí mismo y lograr ser el mejor, incluso mejor que sus propios padres. No le importa cuántos mundos tenga que destruir o cuántas vidas deba asesinar, nunca descansará hasta que consiga lo que quiere. Él te busca a ti Faith, piensa que eres de su propiedad, te ve como una máquina de guerra...

—Y si es él ser más "poderoso" del universo, ¿no piensa que después de casi diecinueve años deba haberme encontrado? Literalmente en un solo mundo se encuentra su hijo Eros, su... usted, una Imperial como núcleo y su "máquina de guerra". ¿No es bastante poder para rastrear?

—Lo he pensado también, muy imposible que no nos haya rastreado ya, pero tengo una teoría. Creo que él tiene miedo.

—¿Miedo? —repetí con incredulidad— ¿Miedo a qué?

—Miedo a ti, Faith. Eres como una versión de él, él literalmente te dio una copia de todo su poder, sus habilidades y conocimientos; en cambio, yo solo te proporcione mis cualidades humanas, como el amor, la compasión, la justicia, entre otras más. Además, tienes un poder de los ocho Imperiales gobernantes, eso te convierte en uno de los seres más poderosos del universo. Pero sé que él te tiene miedo, pues debe ser aterrador que alguien de su mismo nivel, pero con un alma, lo desafié y lo venza... Fácilmente podrías derrotar a Eros, incluso a mí, pero aún eres muy pequeña para portar tanto poder como el que se te cedió, explotarías de no ser por el bastón que almacena tu poder y la mayor energía posible.

—¿Y cómo se supone que los podré vencer si ni siquiera puedo portar con todo mi poder y energía?

—Te ayudaremos, siempre estaremos a tu lado...

Mientras el paisaje de afuera dejaba de ser una magnifica pradera para darle paso al solitario desierto, Haektpa me hablo de todos los Imperiales, o al menos los gobernantes en su hogar: Olypsion. Sin embargo, antes añadió que Electra, su madre, tenía el poder de las fuerzas eléctricas, como el Anillo del Núcleo, es por eso que las dos portaban con marcas azules por todo el cuerpo, y al usar su poder resplandecían un color azul metálico.

—¿Cómo sabe todo eso si nunca la conoció?

—La gente en cuanto me vio pensó que era Electra debido a mi parecido con ella, además la veía en libros, monumentos, templos, jeroglíficos... Pero a pesar de saber cómo era, nunca se desvaneció ese vacío que dejó el no llegar a conocerla.

Faith [Parte 2: El Libro del Destino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora