Fui a la sala del trono y sorprendentemente me encontré a Haektpa sola con Allard, solo que él ya no estaba detenido en cadenas, y hablaban como si él no hubiera sido cómplice de un asesinato. Los miré con el ceño fruncido y se voltearon hacia mí cuando entré, dirigiéndome hacia ellos, aunque trataba de evitar mirar a Allard. Haektpa puso una mano sobre mi hombro cuando estuve enfrente de ella, como si intentara darme ánimos, y me dijo que me dejaría a solas con Allard.
—No es necesario —agregué—, ya me despedí de todos, podemos ir alistándonos para irnos.
—Habla con Allard —me pidió antes de salir de la sala—, por favor.
Cuando los portones se cerraron tras ella produjeron un sonido que me pareció más agradable que la voz de Allard. Me volteé hacia él con los brazos cruzados, pero sin ver su rostro. Me sentía tan extraña estando sola con él, muy incómoda, como si me hubiera violado. Me costaba admitirlo, pero verlo me daba miedo, era como si fuera otra persona, una que me quisiera hacer daño.
—Sé que ya sabes todo sobre quién eres... y quiero que sepas que lo siento, pero no me arrepiento al haberte criado junto con Elvira como nuestra hija, fue lo mejor que nos pudo haber pasado...
—¿Tampoco te arrepientes de haber ayudado en su asesinato? —lo interrumpí.
—No estás siendo justa, Faith. Era todo parte de un plan, ella lo decidió y no pude hacer nada para detenerla de dar su vida por ti.
—Yo no quería que diera su vida por mí, ni por nadie. ¡Dio la vida por alguien que ni siquiera era su hija de verdad!
—Pues tanto así te amaba, a pesar de que no eras su hija, para ella lo eras así como Brina.
—No quiero hablar contigo sobre nada de esto. No eres nada mío y no tengo nada que decirte.
—Perdóname, Faith. Perdóname por ocasionarte todo este malestar, pero recuerda quien es el verdadero enemigo... El plan de Eros es que te pongas en nuestra contra, tienes que evitar que obtenga lo que quiere.
—Será muy difícil si te tengo enfrente. Me tengo que ir... —me giré para marcharme, pero antes lo volteé a ver una última vez y no se me pareció raro no ver al hombre que alguna vez fue tal amado padre— Tal vez si hubieras hablado conmigo antes todo hubiera sido diferente, y también siento todo lo que sientes: ese remordimiento, ese sufrimiento y esa inquietud, lo siento y no sé si me da pena o satisfacción. Adiós Allard, haz lo que tengas que hacer, mata a alguien o ayuda a destruir el mundo, pero nunca te me cruces en la vida.
Me sorprendió que mis ganas de llorar nunca aparecieron mientras hablaba con él, solo sentía rabia y desprecio, y no sé si debía asustarme. Sé que tal vez fui muy grosera, pero es todo un dilema, me cuido, amo y protegió la mitad de mi vida, pero la otra mitad la arruinó por completo, me hizo miserable y aún espera a que lo perdone o le muestre misericordia después de lo que hizo.
Todos son horribles. Los humanos son horribles, todas sus acciones y sentimientos, son impulsivos y depravados, ojalá pudiera hacer algo para evitar todo ese mal.
Haektpa me esperaba afuera de la sala del trono, seguramente había escuchado todo pero no hizo ningún comentario hasta después de que ella hubo repasado su plan con los reinos de la Alianza, dejándome fuera de la sala del trono, otra vez.
—Comprendo tu disgusto por Allard, Faith —me comentó Haektpa mientras caminábamos hacia nuestras habitaciones para descansar e irnos a la primera luz de la mañana—, pero es fundamental que estés en buenos términos con él para que el plan de Eros fracase.
—No estaré en contra de ustedes más de lo que estoy de Eros, pero no creo estar bien alguna vez con Allard.
—¿Te despediste de tus amigos? —cambio de tema después de un suspiro cansado.
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Faith [Parte 2: El Libro del Destino]
FantasiFaith ha crecido en un mundo de fantasía junto con su familia y amigos, pero todo cambiará cuando el Libro del Destino, ubicado en su hogar, provocará que horrores inimaginables le sucedan donde sea que vaya. Su reino al ser atacado por un misterios...