𝐌𝐚𝐱 𝐕𝐞𝐫𝐬𝐭𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧'𝐬 𝐖𝐀𝐆

𝟏𝟔: 𝐂𝐞𝐧𝐚

Sergio se estaba arrepintiendo de haberle dado la condición a Max de terminar la Práctica Libre 2 en primer lugar. Ahora no podía negarse o poner alguna excusa para no salir a cenar con él.

Cuando se lo comentó a sus amigos, Carlos no dudó en molestarlo, diciéndole que en el fondo sí quería salir con el neerlandés, porque solo a él se le ocurría decirle eso a un hombre realmente competitivo y tricampeón del deporte automovilístico.

Llegó a su habitación de hotel a descansar por un par de horas, le dijo a Max que él llegaría al restaurante pero este insistió en que pasaría por él.

Tomó su celular y se dio cuenta que estaba siendo tendencia en las redes sociales, ya que el camarógrafo de Red Bull se había encargado de tomarle una foto mientras estaba distraído viendo las pantallas donde mostraban el desempeño de Max. Todos se preguntaban quién era él, otros ya sabían y les informaban a los demás. Leyó comentarios donde le llamaban de diferentes maneras, desde "Viejo sabroso" hasta "Mijito rico". Otros comentaban que lo emparejaban con Max y los fanáticos más tóxicos le dedicaban mensajes de odio.

Suspiró cansado porque no pensaba hacerse viral de esa manera. Los medios ya estaban especulando de que tenían una relación o que era la nueva conquista de Max Verstappen, lo que haría que la cena de esa noche solo avivara los falsos rumores que se estaban propagando más rápido que el fuego en un incendio forestal.

Su bandeja de entrada estaba llena de correos de personas que no conocía, pero que se identificaban como reporteros de tal medio de comunicación, donde le preguntaban si podían hacerle una entrevista sobre su no relación romántica con el piloto estrella de la Fórmula 1.

Los correos fueron eliminados y a otros les respondió que él solamente era invitado de la escudería, que no había tal relación entre él y Max.

Él solo quería descansar y estaba respondiendo más correos que cuando le escribían para invitarlo a conferencias o los correos de sus socios para programar juntas. De tan ocupado que estaba, no se había dado cuenta que solo quedaba una hora para que Max pasara por él.

Se levantó de la comodidad de la cama y antes de tomar un baño, puso su celular a cargar.

─── ❖

No sabía si Max era puntual o había estado esperando hasta que se hiciera la hora de su salida, pero el hombre ya le había mandado un mensaje diciéndole que ya lo estaba esperando.

Si quería que fuera algo discreto eso no iba a poder ser, porque Max había llegado en un flamante y llamativo Aston Martin Valkyrie, al cual varios de los huéspedes del hotel se le quedaban admirando.

Del auto bajó el rubio con una gran sonrisa y lo saludó desde su lugar. Sergio solo asintió con una sonrisa incómoda y se encaminó hacia el que sería su medio de transporte esa noche.

Max se apresuró a su lado y abrió la puerta por él.

—Buenas noches, Sergio. Te ves espectacular como siempre. —Si lo que estaba viviendo fuera una caricatura, podría jurar que en esos momentos los ojos de Max estarían en forma de corazón.

—Buenas noches, Max. Muchas gracias, tú también te ves muy bien.

Y no mentía, Max estaba usando un pantalón negro, una camisa blanca y un chaleco del mismo color del pantalón. A cualquiera se le vería informal o ridículo, pero en el rubio se veía increíble. Quizás lo veía de esa manera porque estaba acostumbrado a ver al hombre usar sus típicos pantalones de mezclilla y la camiseta de Red Bull.

Sergio subió al auto y admiró el interior de este; los asientos de cuero se amoldaban a su figura haciendo que se sintiera cómodo. El volante era similar al de un monoplaza... Ahora entendía el porqué de su elección en autos. El espacio era muy reducido, hasta podría jurar que tanto el asiento del conductor como el del pasajero estaban pegados. ¿Habría escogido ese Aston Martin a propósito?